Enlace Judío México.- Sorpresa y media: Irán confirmó a Nisman, no a Cristina Kirchner ni a Héctor Timerman. Y de paso, desairó al ex jefe de la Interpol, Ronald Noble, que tampoco es precisamente un personaje secundario en esta historia.

RICARDO ROA

En una nota, el canciller iraní declaró que su país y la Argentina acordaron en el pacto de 2013 pedir a la Interpol que levantara las alertas rojas sobre los iraníes acusados por la explosión de la AMIA. La ex presidenta, el ex canciller y el ex de Interpol siempre negaron esa moneda de cambio.

La clave está en el punto 7° del pacto que coronó una negociación secreta que empieza a salir a la luz: “Este acuerdo, luego de ser firmado, será remitido conjuntamente por ambos cancilleres al Secretario General (Noble) en cumplimiento a requisitos exigidos por Interpol con relación a este caso”. Léase fácil: anular las alertas rojas sobre funcionarios iraníes que los ponían a tiro de ser arrestados fuera de su país.

La admisión da por tierra con el principal argumento kirchnerista: que no había concesión alguna en el pacto y que sólo se buscaba conseguir la declaración de los acusados para poder juzgarlos, aunque no fuese acá.

Irán dice sin decirlo otra cosa sobre este punto que permite entender por qué hace lo que hace. Según Irán, el pacto está vigente y, por lo tanto, las alertas rojas están caídas.

Quiere dejar bien sentado esto. Afirma: “siguiendo la voluntad política de ambos gobiernos, las instituciones legislativas y competentes de ambos países lo corroboraron y confirmaron”. Aquí el pacto fue declarado inconstitucional por la Justicia y la sentencia quedó firme porque el Gobierno no apeló. Otra sorpresa: allá lo dieron por firme.

La respuesta de la Cancillería iraní, que tiene mucha más muñeca que la nuestra, busca poner el pacto en el marco del derecho internacional y bajo ese paraguas dar por finalizado el reclamo argentino de las alertas. El kirchnerismo lo hizo. No fue magia.

¿Y qué dice el gobierno de Macri? Que las alertas rojas siguen en pie porque el pacto nunca se puso en práctica. Y porque sólo puede levantar las alertas una comisión de Interpol que no las ha levantado. Lo que en ningún caso cambia es lo que hizo el kirchnerismo.

¿Cómo podía terminar de otra manera si las riendas de la negociación quedaron en manos de D’Elía, Esteche y el camporista Larroque?

Tanto en Irán como en la Argentina hay gobiernos distintos que quieren sumarse al mundo, no excluirse. Aquella Irán era la Irán de Ahmadineyad, el amigo de Chávez. Los Kirchner también lo eran al punto de que Cristina siguió el consejo de Chávez de acercarse a Irán. Lo usó a Timerman y Timerman aceptó ser usado. Sabrá por qué lo hizo: había en el medio 85 muertos de la mutual judía.

Se verá hasta dónde este nuevo Irán tiene la voluntad de contribuir al esclarecimiento del ataque. Es lo que en su respuesta el canciller Faurie le pidió a su par Javad Zarif. ¿Guardan documentos y actas de las negociaciones secretas con Timerman sobre las que no tenemos ni siquiera rastros? Y si las conservan ¿están dispuestos a develarlas?

Implícitamente, Irán confirmó que cuanto menos hubo encubrimiento. Y que la denuncia de Nisman no era ningún invento. Es también darle la derecha a la investigación de Bonadio. Otra cosa es que se conozca la verdad.

 

 

Fuente:cciu.org.uy