Enlace Judío México.- El 25 de octubre de 2017, el más alto tribunal administrativo francés, el Consejo de Estado (Conseil d’Etat), ordenó la retirada de una cruz católica romana de la parte superior de un monumento dedicado a Juan Pablo II en una plaza pública de Ploërmel, en Bretaña. Según el tribunal supremo administrativo de Francia, dicha cruz vulneraba el carácter laico del Estado. No la estatua del antiguo papa Juan Pablo II en sí, sino la cruz sobre ella.

YVES MAMOU

Las redes sociales, en Francia y el extranjero, y especialmente en Polonia, donde nació Juan Pablo II, se convirtieron inmediatamente en un clamor: ¿Cómo es posible que el gobierno de un país considerado “la hija más anciana de la Iglesia Católica” pidiera la retirada de una cruz católica en una diminuta localidad que nadie conocía antes de este incidente?

El Consejo de Estado es un organismo jurídico independiente que tiene jurisdicción sobre los pleitos que atañen a las libertades civiles, la policía administrativa, los impuestos, los contratos públicos, el funcionariado, la sanidad pública, las normas sobre competencia, las leyes medioambientales y el laicismo, por nombrar sólo algunos de sus cometidos. El Consejo de Estado es también —como su propio nombre implica— el principal asesor de todos los departamentos del Gobierno. Cada vez que un ministro o primer ministro tiene que tomar una decisión política difícil, envía el caso al Consejo de Estado. Por lo general, las recomendaciones del Consejo de Estado se convierten en leyes.

El enorme respeto que se le tiene al Consejo de Estado parece ser la causa de que incluso los observadores más agudos hayan pasado por alto que, en todas las cuestiones dedicadas a la inmigración y el islam, el Consejo de Estado se ha convertido en un organismo islámico-izquierdista dedicado a fomentar la inmigración musulmana y proteger la expansión del islam y el islamismo en Francia.

Algunos ejemplos:

1978. El derecho a emigrar y trabajar en Francia sin un contrato de trabajo. El Consejo de Estado anuló la decisión del Gobierno de exigir un contrato de trabajo para que un extranjero emigrara y trabajara en Francia.

1978. El derecho a la reunificación familiar. Contra la voluntad del Gobierno, que quería adaptar los movimientos migratorios a un crecimiento más lento de la economía, el Consejo de Estado dictó que los inmigrantes no franceses tienen el “derecho a una vida familiar”, lo que significa que las esposas e hijos de los migrantes tienen autorización para venir, vivir y trabajar en Francia como si fuesen ciudadanos franceses. A partir de esa fecha, la “reunificación familiar” se convirtió en una puerta abierta a los migrantes del norte de África y el África subsahariana.

1980. El derecho a la poligamia. Un ciudadano extranjero puede emigrar a Francia con todas las mujeres con las que esté casado en su país de origen. En 1993, una ley anterior había impedido que las segundas esposas obtuviesen el visado.

1985. El derecho a la inmigración ilegal. El Gobierno quería expulsar a los trabajadores extranjeros inmediatamente después de la anulación de su permiso de trabajo. Gracias al Consejo de Estado, la deportación se retrasaba 24 horas, tiempo suficiente para escapar y convertirse en un inmigrante ilegal.

1989. El velo islámico en las escuelas no es “incompatible” con el laicismo. Desde el siglo XVIII, las escuelas públicas eran un instrumento del Estado para construir un sistema educativo alejado de la influencia de la iglesia católica. En 1989, con la autorización a las alumnas de llevar el velo islámico, el Consejo de Estado introdujo el derecho a que una religión influyera en un sistema educativo laico. Tras quince años de encendida polémica, una ley de 2004 revirtió esa sentencia y volvió a prohibir el velo islámico en el sistema de educación primera y secundaria, pero no en las universidades.

2004. Licencia a Al Manar, el canal de televisión de Hezbolá, virulentamente antisemita, para emitir en Francia. No obstante, tras las fuertes protestas de los líderes de la comunidad judía, el Gobierno aprobó una ley que obligaba al Consejo de Estado prohibir el canal islámico.

2010. El Consejo de Estado se opuso firmemente a la decisión del Gobierno de prohibir el burka en los espacios públicos. Finalmente, se aprobó una ley que prohibía el burka.

2011. Se permite el uso de dinero público para construir mezquitas después de que el Consejo de Estado ignorara la ley sobre laicismo de 1905.

2013. El Consejo de Estado da derecho a las madres con velo a participar en las excursiones de los colegios públicos. Antes de eso, las excursiones escolares se consideraban una extensión de la escuela. En consecuencia, la ley de 2004 que prohibía el velo islámico en el colegio se aplicó contra las madres que llevaban el velo. Sin embargo, en 2012, esa ley se derogó. Ahora, las madres con velo pueden acompañar a los alumnos en los viajes escolares.

2013. El Consejo de Estado se opuso al despido de una empleada que llevaba el velo en una guardería, Baby Loup. La controversia sobre Baby Loup, que duró cinco años, movilizó a los medios nacionales e internacionales, a los políticos y a gran parte del aparato judicial. La pregunta era: ¿Tiene derecho una empleada a llevar el pañuelo islámico, aunque las normas de la empresa lo prohíban? Al final, despidieron a la empleada, y Baby Loup, que se ubicaba en un barrio musulmán de la periferia, se trasladó a otra parte.

2016. El Consejo de Estado permitió a las mujeres llevar el burkini, el bañador que cubre todo el cuerpo. El dictamen afecta a lugares turísticos como Niza, y a lugares donde el burkini no suponga un problema de desorden público. En agosto de 2016, empezaron a aparecer burkinis en las playas francesas. En Niza, la capital de la Costa Azul, unas pocas semanas después de que un terrorista islamista asesinara a 82 personas el 14 de julio, cuatro policías advirtieron a una mujer tapada con el burkini que estaba tumbada en la playa. Las imágenes en el Daily Mail de los policías rodeando a la “pobre musulmana aislada” se publicaron en todo el mundo. El Consejo de Estado dictó que cualquier ordenanza municipal que prohibiera el burkini era ilegal, salvo que el burkini crease un problema de orden público.

2016. Más dinero para los “refugiados”. El Consejo de Estado dictó que el Estado tenía que dar más dinero para ayudar a las decenas de miles de “refugiados” para encontrar un lugar donde dormir mientras las autoridades de inmigración revisaban sus expedientes, a diferencia de otros solicitantes.

2017. Una megamezquita financiada por el Gobierno en París. El Consejo de Estado ayudó a la alcaldesa de París a construir legalmente una mezquita gigante y donarla como regalo a una asociación islámica.

2017. El velo islámico en las escuelas de enfermería. El Consejo de Estado autorizó el velo islámico en las escuelas de enfermería a pesar de que las normas internas prohíban la exhibición de símbolos religiosos.

2017. Duchas y baños públicos para los migrantes. El Consejo de Estado dictaminó que el Gobierno tiene la obligación de proporcionar a los inmigrantes ilegales duchas públicas y servicios públicos en Calais, donde miles de jóvenes de África y Oriente Medio intentan cada día cruzar ilegalmente el Canal hacia Inglaterra. Curiosamente, esta sentencia se basa en el Artículo 3 de la Convención Europea sobre Derechos Humanos, que dice que esta obligación se tiene únicamente con los prisioneros de guerra. ¿Considera el Consejo de Estado que el Estado francés es un carcelero de inmigrantes? En el dictamen no hay ninguna mención de clase alguna de las consideraciones sobre salud pública.

Aunque la lista de arriba no es exhaustiva, las sentencias del Consejo de Estado a favor del islam, el islamismo y la migración sin límites ni vetos son sistemáticas.

La pregunta es: ¿por qué muchas élites francesas parecen profesar una ideología globalista sin fronteras ni reglas, sólo los “derechos humanos” de los migrantes de otros países contra los derechos de los ciudadanos de Francia?

Tal vez muchas élites se sienten culpables porque el Estado francés colaboró activamente con los nazis, especialmente contra los judíos, durante la Segunda Guerra Mundial, así que ahora están intentando ayudar a los musulmanes, cuya cultura y objetivos no podrían estar más lejos de los de los judíos. Sin embargo, muchos parecen pensar en los judíos como los “judíos” del siglo XXI.

Quizá hay mucha gente entre las élites que desprecia secretamente a su país.

O quizá muchas élites están buscando la “redención” después de que Francia colonizara partes de África y del norte de África. Olvidan, sin embargo, que fueron los musulmanes los que colonizaron Oriente Medio, el Imperio cristiano bizantino, el norte de África, Grecia, gran parte de Europa Oriental y Asia, el norte de Chipre y España.

Quizá es una mezcla de todas esas culpas. Lo que es seguro es que después del colaboracionismo del Estado francés con los nazis, los jueces del Consejo de Estado están colaborando de nuevo con otra ideología totalitaria: el islam político.

 

 

Fuente:es.gatestoneinstitute.org