Enlace Judío México.- ¿Hay una sirena que nada en las aguas de Kiryat Yam?¿Dónde están enterrados los Macabeos? ¿Y a quién perteneció el casco de cobre que se encontró en Haifa?

Si ha visto la película de Los cazadores del Arca Perdida, sabrá que la historia de la Tierra Santa está llena de intrigantes misterios. A pesar de las mejores conjeturas de exploradores al estilo de Indiana Jones, no sabemos dónde están enterrados ni el arca ni otros valiosos objetos del Primer Templo que existió en Jerusalén. Y todavía no estamos seguros de quién escribió los Rollos del Mar Muerto.

La siguiente es una lista de otros misterios que siguen fascinando a Israel, algunos de hace miles de años, otros más recientes.

Galgal Refaim

Es posible que el misterioso grupo que levantó Stonehenge, en Gran Bretaña, no es el mismo que construyó Galgal Refaim (“rueda de los fantasmas”, en hebreo) o Rujm al-Hiri (que en árabe significa “montón de piedras de gatos salvajes”). Pero lo que hace único al lugar (también conocido como Gilgal Refaim), entre las carreteras 808 y 98, en el Golán, al norte del país, es que data de hace unos 6.000 años, mucho antes de Stonehenge.

Se estima que la estructura la forman 42.000 toneladas de piedra basáltica, arregladas en cuatro enormes círculos concéntricos que podrían haber alcanzado una altura de hasta 9 m. La teoría más plausible es que se trataba de un complejo funerario, centro de culto, o ambos.

El montículo del Lago Kinneret

Muy cerca del sitio donde fue bautizado Jesús, en el río Jordán, investigadores israelíes descubrieron un montículo de piedras que data del siglo tercero antes de esta era en el Mar de Galilea, o Lago Kinneret. Hoy es una conveniente parada para las aves que migran en el verano, pero algunos cristianos especulan que podría haber servido de plataforma para que Jesús caminara sobre el agua y rescatar a sus seguidores, que se consideraron milagros.

El profesor Shmulik Marco, de la Universidad de Tel Aviv, cree que las piedras formaban un parapeto para proteger restos humanos, muy probablemente construido en tierra firme y que un terremoto empujó al lago.

Las tumbas perdidas de los Macabeos

Las fuentes antiguas revelan que las tumbas de estos héroes asmoneos del siglo segundo antes de esta era, que se mencionan durante la festividad de Janucá —el líder religioso Matatías, su esposa y sus cinco hijos, conocidos como Macabeos—, se identificaban por una magnífica estructura en forma de pirámide, visible desde kilómetros de distancia.

Sin embargo, desde 1866 aventureros y eruditos han estado buscando infructuosamente el monumento en la zona de la ciudad de Modi’in, entre Tel Aviv y Jerusalén. Existe en la actualidad un sitio turístico cercano a Modi’in conocido como Tumba de los Macabeos pero, en realidad, data de siglos después de que existieran los Macabeos. El arqueólogo Amit Reem, de la Autoridad de Antigüedades de Israel, está buscando financiación para volver a explorar otro lugar donde, en 1896, un erudito francés creyó estaba la tumba.

Los Libros I y II de los Macabeos son parte del Nuevo Testamento. No pertenecen al canon judío.

El casco del guerrero

Un casco de bronce de 2.600 años de antigüedad cubierto con lámina de oro y decorado con imágenes de serpientes, leones y una cola de pavo real fue encontrado durante una operación de dragado en 2007 en aguas en la bahía de Haifa. La Unidad de Arqueología Marina de la Autoridad cree que es una de las piezas más ornamentadas de armaduras de la Antigua Grecia que se hayan descubierto, y conjetura que fue usada por un rico mercenario griego que trabajaba para el faraón egipcio Necao II.

Se exhibe ahora en el Museo Marítimo Nacional, en esa ciudad, pero cómo llegó al agua seguirá siendo un misterio, enterrado con su dueño.

Atlit-Yam

¿Es ésta una versión israelí de la Atlántida, que arrastró el diluvio de Noé, mencionado en Génesis? ¿O fue arrasada por un tsunami o el deshielo glacial? Nadie sabe a ciencia cierta cómo la aldea de Atlit-Yam, de finales del Período Neolítico y a unos 400 m de la costa, entre Atlit y Haifa, al norte, terminó sumergida. Pero cuando fue descubierta en 1984 durante un estudio arqueológico submarino se consideró que se trataba del asentamiento prehistórico más grande y mejor conservado jamás descubierto en la costa mediterránea.

El pueblo, de aproximadamente 8.000 años de antigüedad, lo forman edificios y tumbas. También se encontraron en él semillas de trigo y huesos de animales.

La sirena de Kiryat Yam

Las programadoras de televisión NBC y Animal Planet son algunos de los medios internacionales que han hecho reportajes sobre la supuesta sirena que ha sido vista en las aguas frente a Kiryat Yam, ciudad industrial cerca de Haifa.

El alcalde incluso ofreció una recompensa de un millón de euros a quien pudiera probar que la sirena, o lo que sea que surca el agua, es real. Sin embargo, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos respondió a las especulaciones hace varios años al afirmar: “No se ha encontrado ninguna evidencia de humanoides acuáticos”. Las palabras, sin embargo, no convencen a los residentes.

El osario de Santiago

¿Es un ataúd de piedra caliza, de los primeros años de esta era, el lugar de descanso eterno del hermano de Jesús? Esta pregunta ha estado al centro de una larga batalla legal en Israel. Un coleccionista israelí le compró el osario a un vendedor de antigüedades árabe hace 25 años. Llevaba la siguiente inscripción: “Santiago, hijo de José, hermano de Jesús”. La Autoridad acusó al coleccionista de falsificar las palabras “hermano de Jesús”, pero fue absuelto por un tribunal de Jerusalén en 2012 y se pudo quedar con el tesoro.

Aunque el debate continúa en los círculos académicos, el osario seguramente será todo un éxito entre los turistas si alguna vez se exhibe en público.

Las minas del Rey Salomón

¿Tuvo alguna relación el sabio rey israelita Salomón con las minas de cobre de Timna, cerca de Eilat? Se creía que el lugar que ha llevado tradicionalmente ese nombre era de fecha posterior. Pero en 2016 se determinó —por procedimientos de datación por carbono y unos pozos de aceitunas desenterrados en el mismo lugar— que las minas operaban ya durante el siglo décimo de esta era, el mismo período en el que reinó Salomón.

Sin embargo, algunos historiadores creen que estaban bajo la supervisión de egipcios o edomitas. ¿Se encontrarán en otro lugar, aún por descubrir, las verdaderas minas del Rey Salomón, que son objeto de leyendas y de libros?

 

 

Fuente: es.israel21c.org