Enlace Judío México.- Uri Kokia es un basquetbolista israelí que juega en el Hapoel de Ramat Gan y a sus 36 años se armó de valor y tomó una decisión que cambió su vida.

ISAAC SHAMAH EN EXCLUSIVA PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

Kokia, quien ha tenido una exitosa carrera de más de 15 años y ha portado la playera de la selección de baloncesto de Israel, decidió “Salir del Clóset” aceptarse como es y gritarle al mundo de una manera muy orgullosa que es  homosexual y un excelente deportista profesional.

Uri compartió el hecho a través de una entrevista con un sitio de noticias: “Después de muchos años de miedo, ahora estoy completamente tranquilo. Quiero mostrarles que pueden hacer una larga y gloriosa carrera como homosexuales. El miedo a salir del clóset es irreal. Quiero conectarme con los jóvenes y decirles que pueden ser diferentes y hacer lo que aman”.

Para muchos homosexuales o prácticamente la mayoría, salir del armario es más que complicado por temor a la poca aceptación y discriminación que se ha tenido a lo largo de la historia sobre ellos; en los últimos años se ha ido aligerando la presión y la aceptación al “mundo gay” se va logrando poco a poco, pero el valor de Uri va más allá de lo que mucha gente imaginaría, dado a que son muy pocos los deportistas que se atreven a declarar su homosexualidad. De hecho, el último censo de deportistas profesionales que se han declarado gays nos muestra que más de un 80% lo hace una vez que se retiran, dado a la presión de hacerlo mientras están en activo, aunado a esto, se calcula que hay una gran cantidad de deportistas homosexuales que nunca lo declaran.

Ante el argumento de que cada vez hay más derechos y aceptación a la comunidad LGBT, las preguntas que muchos se hacen son: ¿Por qué no hay más deportistas que salen del closet, cuando se sabe que hay más? y ¿Por qué la mayoría que sale del closet lo hace cuando se retira?

En realidad, las respuestas son sencillas, a pesar de que se cree que cada vez hay más aceptación a la comunidad LGBT, la realidad es que sigue habiendo una gran cantidad de ignorancia y odio injustificado en mucha gente, y cuando a ellos les preguntan por qué no lo habían hecho antes, los atletas que han declarado su homosexualidad, ya sea en su carrera como profesionales o una vez retirados, suelen coincidir en tres cosas.

La primera: No sabían cuál iba a ser la reacción de sus compañeros de equipo, entrenadores y patrocinadores. Dicho caso le sucedió al jugador de futbol americano Michael Sam, quien no consiguió el apoyo de todos sus compañeros de equipo en la Universidad de Missouri y en su breve etapa en la NFL. A pesar de haber sido un gran prospecto, del que muchos analistas pensaban que se iría en la tercera ronda del Draft y tendría una larga carrera, Sam fue seleccionado en la séptima y última ronda y nunca pudo consolidarse en un equipo, dado a la preocupación de los dueños y entrenadores de que sería una distracción para sus compañeros.

La segunda: Cómo los dejaría parados ante sus respectivos aficionados y contrincantes. En los casos de las tenistas Martina Navratilova y Billie Jean King, pudimos ver que una vez que se retiraron y se declararon homosexuales, varios aficionados dejaron de apoyarlas y no sólo eso, sino que Margaret Court, una de las famosas rivales de King dentro de la cancha, ha dado más de una declaración en contra de Jean King por el hecho de ser homosexual.

La tercera reacción que más temen los deportistas homosexuales y quizá es la que mayor miedo les causa: Es si al salir del closet su carrera se derrumbaría. Dicho escenario le pasó a Jason Collins, jugador de la NBA, quien vio dificultades en continuar su carrera ya que una vez que se declaró homosexual no se pudo consolidar con ningún equipo de la NBA.

Dado a los anteriores argumentos, podemos dimensionar que la decisión de Uri, quien creció en la religión judía en Israel y en una comunidad relativamente conservadora, ha sido muy difícil y podemos comenzar por entender el miedo que sentía y del cual platicó en la entrevista.

Aunque muchos deportistas temen a que su carrera se derrumbe, por confesar que son homosexuales, entre más casos como el de Kokia comiencen a salir a la luz, más se tendrá que aceptar la homosexualidad en el mundo deportivo y como consecuencia, al ser los deportes un gran foco social, más jóvenes alrededor del mundo podrán saber que en el círculo que estén y en la profesión que ejerzan, su sexualidad y la apertura de ella no debería ser un impedimento para ser exitosos y para ser aceptados tal y como son.

 

*Este artículo va dedicado a todas y cada una de las personas que han tenido la valentía de haber “salido del clóset” que han pasado por mi vida.

 

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