Se estima que más cristianos han sido martirizados en el siglo XX que en los 1900 años anteriores. Hay más de 26 millones de casos documentados de martirio.

ROLAND J. BEHAR

Los seguidores de la Iglesia maronita pertenecen al rito sirio occidental. La Iglesia siria maronita de Antioquía remonta su fundación a Marón, un monje sirio de principios del siglo III venerado como un santo.

Según una investigación realizada por Pew en el 2010, el 65% de los cristianos en Irak, Israel, Jordania, Líbano, Siria y Palestina son ortodoxos. El cristianismo ortodoxo comparte muchas creencias con el catolicismo romano y el protestantismo. Tiene tradiciones espirituales antiguas y ricas. La Iglesia Ortodoxa Copta, que es el grupo cristiano más grande en el Medio Oriente, está concentrado en Egipto. Fue fundada por San Marcos durante la época de Nerón y de ahí se extendió a Alejandría donde se arraigó. Los cristianos ortodoxos griegos y sirios también están presentes en el Medio Oriente.

Más de 200 millones de cristianos en más de 60 naciones enfrentan persecución cada día. Más de la mitad de ellos son niños. Se calcula que entre 150,000 y 165,000 cristianos son martirizados cada año.

En general, la proporción de cristianos en el Medio Oriente ha disminuido del 14% de la población en 1910 al 4% en la actualidad. Líderes y expertos de la iglesia han comenzado a preguntarse si el cristianismo desaparecerá del Medio Oriente, su cuna, después de 2,000 años. La población cristiana de Jordania ha disminuido desde alrededor del 5% en 1970 hasta el 3% en la actualidad. Las iglesias principales son católicas de rito oriental, occidental y griego ortodoxo. Por ello, existe un éxodo constante hacia Occidente, donde se sienten más seguros. Huyen de la persecución que sufren.

Los cristianos y judíos del Medio Oriente siempre tuvieron relaciones cordiales. En Cuba, por ejemplo, sus clubes sociales eran contiguos. Compartían escalera de entrada y equipo de béisbol. Lamentablemente, ya no es así.

Este fue el caso de cientos de miles de cristianos maronitas y judíos del Medio Oriente que tuvieron que escapar a Latinoamérica desde mediados del siglo XIX, de lo que entonces era el imperio otomano. Viajaban con pasaporte turco y, por esta razón, sin importar si eran sirios, iraquíes, libaneses o procedentes de la Siria Meridional (Israel), fueran judíos o cristianos, a todos les llamaban “turcos”. Quizás eso también les unía pese a las diferencias religiosas.

Como les decía, cristianos y judíos huyeron juntos del mal hábito establecido por sus compatriotas de cobrarles impuestos (Jizya), robarles, violarles y asesinarles por el solo hecho de ser “dhimmis” (infieles que viven bajo el islam). Este término peyorativo es destinado a seres inferiores. Las opciones eran y aún son obvias: someterse o escapar.

Es una pena que esa solidaridad entre judíos y cristianos procedentes del Medio Oriente ya no se practica tanto, ni siquiera en Israel, donde son respetados con los mismos derechos que cualquier otro ciudadano israelí. ¡Ni hablar de Latinoamérica! Inexplicablemente, un grupo demasiado numeroso malinterpreta y adopta la “Causa Palestina” para convertirse en acérrimo enemigo de los judíos y de Israel.

Ejemplo triste es el de la próspera e influyente colonia palestina de Chile. Aproximadamente entre 450,000 y 500,000 personas (99 % cristianos) constituyen la población más grande de cristianos palestinos en el planeta, muchos más que en Judea y Samaria (la mal llamada Cisjordania) en una proporción de 3 a 1.

Llegaron huyendo del horror al que le sometían sus vecinos musulmanes y constituyen aproximadamente la mitad de los cristianos palestinos del mundo. Chile es el centro mundial del cristianismo palestino, ferozmente antisemita y antiisraelí. ¡Qué pena!

Me resulta incomprensible esta actitud de los cristianos del Medio Oriente porque, al final, el conflicto se basa en que los árabes musulmanes insisten en que Israel es Dar al-Harb, lo que literalmente significa “territorio en guerra” por no estar ya bajo el control del Islam como lo estuvo hasta la caída del Imperio Otomano. Por esta razón consideran a los judíos israelitas unos intrusos que deben ser asesinados o expulsados de su tierra, a sangre y fuego: ¡from the river to the sea! ¡Qué casualidad! ¡Lo mismo que les hacen a los cristianos!… sin esperar paz y armonía sino hasta que lo logren.

La campaña propagandística montada por la Autoridad Palestina y sus poderosos aliados de la prensa izquierdista mundial (particularmente la europea) se han encargado –con éxito, cual fieles discípulos de Joseph Goebbels– de repetir mentiras constantemente por demasiado tiempo, hasta el punto de que se confundan como verdades para quienes se supone sean los aliados naturales de Israel y de los judíos.

Creo que están engañados y aliándose a quienes de siempre les han odiado ¿A Ud. no le parece? A mí, sí.

Fuente: Nuevo Herald