Enlace Judío México.- El 10 % de la  venta del “Super Mercedes” será donando para educar sobre la historia del Holocausto y prevenir que sucesos similares puedan pasar en el futuro.

De acuerdo con información dada a conocer por la compañía de subastas especializada en autos clásicos, Worldwide Auctioners, el Mercedes 1939 que fue utilizado por Adolfo Hitler no encontró comprador en la subasta realizada en Arizona al no alcanzarse el precio mínimo.

La puja más elevada fue de siete millones de dólares, lejos de los diez que medios locales estimaban que podría alcanzar este vehículo que fue encargado y empleado por Hitler durante la II Guerra Mundial. Sin embargo, la compañía de subastas aclaró que las “negociaciones aún continúan”, por lo que podrían cerrar una venta.

Como lo había informado con anterioridad Worldwide Autioneers , el 10% del precio de venta del automóvil será donado al Centro Simon Wiesenthal para ayudar en su misión de combatir el antisemitismo y el fanatismo, preservar la memoria y enseñar las lecciones del Holocausto Nazi para así prevenir tales atrocidades en el futuro.

Dicho centro lleva el nombre del famoso “cazador de nazis”, sobreviviente de doce campos de concentración que llevó ante la justicia a más de 1.100 criminales de guerra en todo el mundo.

El modelo W150 770k Grosser Offener Tourenwagen de la marca Mercedes-Benz, apodado como “Super Mercedes”, fue encargado y utilizado por Adolfo Hitler desde su construcción, en el año 1939, hasta 1945, fecha en la que se dio por concluida la II Guerra Mundial.

Descapotable para facilitar su utilización en desfiles, el “Super Mercedes”, de color oscuro, ofrecía la máxima seguridad al líder nazi y a sus acompañantes, ya que estaba pensado especialmente para las ceremonias organizadas para recibir a dirigentes extranjeros. Este modelo es, por lo tanto, según Worldwide Auctioners, un vehículo “extremadamente caro, diseñado concienzudamente, robusto y hecho a mano”. Además, indican que se vendía a nivel mundial a todo el que pudiera permitírselo, y que superaba la velocidad de 160 kilómetros por hora.

Tras el fin del conflicto pasó a manos estadounidenses y fue utilizado por las fuerzas militares norteamericanas que se encontraban en Le Havre (Francia). Posteriormente pasó a manos de un tabaquero belga en 1946 y fue vendido por 1.800 dólares en tabaco a otro empresario de la industria en Estados Unidos residente en Tennessee, Tom Austin, que donó el automóvil a la asociación local de Veteranos de Guerra, donde se empleó durante años para luego permanecer en un garaje hasta 1976, cuando fue descubierto y restaurado por un empresario coleccionista, y fue puesto en exhibición en el Museo de Antigüedades Automovilísticas Históricas de Chicago, que llegó a cifrar su valor en un millón de dólares.

 

 

Con información de: marca.com