Enlace Judío México.- Supón que eres un supremacista blanco que quiere mantener sometidos a los niños musulmanes. O supón que eres un padre de clase media maquiavélico que quiere estorbar la competencia que enfrentará tu hijo cuando comience la carrera por lugares en la universidad. En cualquier caso, estarías encantado por lo que está ocurriendo en la escuela primaria St. Stephen, en Newham.

NICK COHEN

A pesar de tener una cuota de niños pobres de familias pakistaníes y africanas, la subdirectora, Neena Lall y el Director, Arif Qawi, la transformaron en una de las mejores primarias estatales en Inglaterra. Ahora se está desmoronando. Qawi renunció la semana pasada y Lall enfrenta a padres, líderes de mezquita, y activistas airados incitados por agitadores clericales en MEND. Según informes, ella está desesperada y puede inclinarse ante las demandas de renunciar o alejarse por su propia voluntad.

Qawi, un filántropo musulmán, ha sido acusado de ser un “islamófobo”. Los dedicados maestros ahora están acusados de ser parte de un plan para sofocar a los musulmanes. El propio MEND dice que la prohibición impuesta por esta pequeña y trabajadora escuela en Upton Park sugiere que “ser musulmán y británico son incompatibles”.

Esto es lo que hizo la monstruosa escuela. Quería prohibir que las niñas menores de ocho años usen el hijab. La mayoría de las ramas del Islam no obligan a las chicas a cubrirse. Qawi estudió el Corán con el amigo de Ken Livingstone, el reaccionario clérigo egipcio, Yusuf al-Qaradawi, antes de rebelarse contra el conservadurismo religioso. Él puede vencer a cualquier imán que elijas lanzar contra él en una discusión teológica sin siquiera sudar. A pesar de todo su aprendizaje, sin embargo, la política de la escuela no tenía nada que ver con la religión.

Las niñas de cinco años con hijab se encontraban aparte. Su identidad de género, y las noticias que poseían algún tipo de atractivo peligroso (en las mentes sucias de algunos de los hombres que las restringirían finalmente) se impusieron mientras ellas eran aún poco más que niñitas. La escuela no es anti-hijab. La subdirectora ha elegido usarlo en la mediana edad. Pero, argumentó, había mucha diferencia entre mujeres adultas que toman una decisión por voluntad propia, y las autoridades religiosas altamente conservadoras aplicando sus dogmas sobre los niños. Es improbable que una niña que no tiene elección sobre estereotipos sexuales crezca para llegar a los primeros niveles y conseguir un buen empleo. St. Stephen’s puede estar en el East End pero está apenas a pocas millas del rico Londres céntrico y la Ciudad. La escuela fue ambiciosa. No vio por qué niñas de clase obrera no puedan aspirar a trabajar en algún lugar mejor que Aldi.

También pensaba que los ayunos de Ramadán eran demasiado para los niños. Ellos caían dormidos o se mareaban cuando debían estar estudiando. Sus prohibiciones sobre el hijab y el ayuno en los edificios escolares fueron tomadas en cuenta para poner en primer lugar los intereses del niño, como todo versado sobre asuntos sociales dice que deben actuar las escuelas. Pero es diferente cuando los niños son musulmanes.

MEND y una mezquita local fueron por la escuela. Aprovecharon una ola de reacción religiosa que es apenas advertida en la sociedad tradicional. El Consejo de Newham, controlado por el Laborismo, tuvo la opción de defender a los maestros y la educación de los niños, o molestar a los agitadores y clérigos que pueden cambiar los bloques de votación, sin opción alguna. Un grupo de concejales laboristas dijo que la prohibición dejaría a los musulmanes como víctimas, intimidados y amenazados cuando practican su fe”. El Departamento de Educación no puede molestarse en pelear. Dicen que el uniforme es un asunto de “escuelas individuales”, aunque el caso de St Stephen muestra que no es nada de eso.

Podría hacer una farsa sobre el doble rasero sexista y racista de la sociedad británica. Podría decir que si una escuela liberal de la Iglesia de Inglaterra se viera obligada a doblegar a los fundamentalistas cristianos, nunca oiríamos el final. Pero preferiría terminar con una advertencia en lugar de una filípica. La gente de la escuela con la que he hablado está a punto de darse por vencida. Como muchos musulmanes liberales que conozco, se preguntan cuál ha sido el sentido de todos sus esfuerzos. Nadie los defenderá cuando los reaccionarios religiosos golpeen a su puerta. Con honorables excepciones, liberales y conservadores retroceden o, más a menudo, eligen el lado de los clérigos.

Estamos viendo el surgimiento de dos culturas musulmanas en Gran Bretaña. Los musulmanes que triunfan en sus vidas se están retirando ahora. Están aprendiendo por las malas que es peligroso tratar de ayudar a las comunidades de donde provienen, educar a los niños y luchar contra la misoginia. Saben que, cuando lo intenten, la sociedad blanca, que grita #yotambién y proclama su oposición a toda variedad de prejuicios, los dejará balanceándose en el viento.

A medida que retroceden, dejan atrás a una empobrecida clase obrera musulmana confinada en sus guetos. Su aislamiento se adapta bien a los extremistas religiosos y, como dije al principio, también se adapta a la sociedad blanca de clase media. No hay chicas inteligentes de St Stephen que desafíen a sus hijos por empleos y lugares universitarios. El sistema educativo los mantendrá sometidos: fuera de la vista y, con toda seguridad, fuera de la mente.

 

Fuente: The Spectator
Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México.

 

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