Enlace Judío México.- Son historias mínimas y conmovedoras, pruebas de convivencia y pluralidad, en un Israel que admite y respeta ciudadanos beduinos gays o chicas beduinas enfermeras conduciendo ambulancias del Maguen David Adom. Un país que admite y respeta a quienes se juegan para poder ser lo que son y defender lo que creen.

MAURICIO SLIVINSKI

Hace 15 años que llegué a Israel y casi siempre me desempeñé en cocina, horas y horas de turnos codo a codo, mano a mano, espalda a espalda con todo tipo de cocineros y lavaplatos de diverso origen (como en todo Israel por cierto)

Cientos de horas compartidas con rusos, sudamericanos, palestinos, eritreos, sudaneses y hasta tailandeses.

Chistes, peleas y tensión por los horarios pico porque la comida tenía que salir en tiempo y forma.

Pero hay un compañero a quien siento como verdadero amigo: Raanem se llama. Grandote, de tez color aceituna y una simpatía y humor contagiosos. Raanem es beduino, criado en un Kfar (una villa) en Arad, lugar de temperaturas insoportablemente altas todo el año y Raanem es gay. Sí, es homosexual y hoy vive en pareja.

No es para nada común en beduinos confesar su homosexualidad, pero él, con sus veintipoquitos años, me contó a mí, con mis casi cincuenta, su pasado, y todo lo que sufrió por su condición de gay y la vida de perros que su padre le hizo pagar. Pero él siguió adelante, porque tiene una voluntad inquebrantable.

Raanem te dice: “yo soy beduino, israelí y homosexual con mucho orgullo”. Raanem es de los que se paran y suspende lo que esté haciendo en Yom Hashoá o Yom Hazicarón cuando suena la sirena, porque él está orgulloso de ser israelí, beduino y homosexual.

Hoy leo que una noticia que me hace ver que Raanem no está solo. Que una chica beduina será, por primera vez, quien conducirá una ambulancia del Maguen David Adom (la cruz roja israelí).

Esta noticia no cambiará el mundo, los titulares de los diarios no se detendrán por ella, pero para quienes compartimos y entendemos su postura, su desafió Y POR TODO LO QUE ELLO SIGNIFICA, sabemos que es otro buen paso: desde los soldados beduinos que con orgullo nos defienden en el ejército israelí, valientes y arriesgados, hasta esta chica enfermera, y por qué no, el valor de mi amigo Raanem que se jugó entero ante su familia, ante sus conocidos y lo que fuera para poder ser lo que es y defender lo que cree.

Una chica beduina salvando vidas judías como cientos de judíos salvan a sirios, es una historia chiquitita, pero no deja de conmovernos en este Medio Oriente tan caliente.

Que se repita, que crezca, que así sea…

 

 

 

Fuente:cciu.org.uy