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El mes de enero fue un comienzo de año de mucha actividad económica con el índice Dow Jones estableciendo 14 records históricos de cierres más altos, y un fin de mes donde hubo toma de utilidades importantes.

LUIS MAIZEL EN EXCLUSIVA PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

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La economía de los Estados Unidos sigue su paso moderado pero sostenido, basada en un consumidor optimista que ha reducido su ahorro a 2.4% de sus ingresos, el más bajo de 12 años, y segundo menor índice histórico.

Las reformas fiscales no han empezado a surtir efecto y aunque el causante pequeño y mediano verá una reducción de 3-4% en sus impuestos, el causante grande, sobre todo en Estados de altos gravámenes como California o Nueva York, tendrá que pagar como 5% más que en el pasado.

La expectativa de Trump de que la amnistía de repatriación de utilidades de las grandes empresas (en vez de pagar su tasa normal sólo pagaran 12% sobre el capital que regresan a Estados Unidos), va a generar mucho empleo y un boom económico, es una falacia. Pocas empresas quieren fabricar en Estados Unidos, donde la mano de obra no es competitiva, y creo que lo que veremos serán mayores dividendos a los accionistas, recompra de acciones en la bolsa y adquisición de empresas.

La tasa de desempleo sigue muy baja (4.1%), pero sigue sin reflejarse en mayores ingresos para los trabajadores y no logran llegar al 2% de inflación que pretende el FED. Por cierto, el Banco Central tuvo su última junta bajo la dirección de Janet Yellen, pero no se espera que su sucesor, el Sr. Powell, cambie la política acomodaticia de los últimos años.

La situación política sigue candente con el presidente impredecible, que dispara sin apuntar, y que utiliza el twitter para informar a la gente qué piensa hacer aun antes de consultar con sus asesores.

No cabe duda de que Trump ha eliminado muchísimas regulaciones que hacían los procesos muy burocráticos, y que la economía va por buen camino, pero su estilo de administración es muy combativo y controversial. Las oportunidades de crear unidad con la oposición, como fue el informe del Estado del País, las deja pasar tratando de demostrar que sólo sus chicharrones truenan.

La relación con Israel se ha mantenido bien con las visitas de Pence y Tillerson a Jerusalén poco después del reconocimiento de la ciudad como la capital del país y el lugar a donde estará la embajada, sin embargo se siente un ambiente tenso como con todos los países “amigos” a quienes regañó en Davos, donde aseveró su deseo de no ser proteccionista, pero que ya no permitirá que abusen (?) de Estados Unidos.

La situación en México sigue complicada aunque el peso no ha reflejado los vientos en contra que enfrenta el país. La postergación de la terminación de la renegociación del TLC, las elecciones del primero de julio y el resurgimiento de la violencia, sobre todo en provincia, tienen a la gente preocupada y la inversión extranjera directa prácticamente detenida.

Tengo la impresión de que si las encuestas siguen mostrando a AMLO como ganador, faltando unas semanas se iniciará un movimiento de “todos contra Morena”, aunque veo difícil que el PRI apoye a la coalición PAN-PRD si ésta va en segundo lugar.

Reitero mi opinión de que Meade sería un muy buen presidente pero un candidato muy gris y creo que Anaya sería un chivo loco similar a Trump. AMLO empezaría bien, pero como todos los populistas, una vez que adquieren confianza y fuerza se pueden volver peligrosos.

Las remesas en México de dólares y las reservas se mantienen alrededor de $17 billones de dólares, lo cual es un buen blindaje contra una devaluación por fuga de capitales, aunque no ante eventos de carácter político.

Creo que en los niveles actuales, el peso tiene poco potencial de revaluarse y el peligro de algo que lo haga bajar es mucho mayor que el beneficio de estar “pecificado”.

Los bonos tuvieron un muy mal mes en el mundo con las tasas de interés casi 0.3% arriba, y el retorno de -1% para el mes, con excepción de los bonos de países emergentes que mantuvieron un retorno positivo.

Alemania pasó a tasa positiva en el bono de 5 años por primera vez en 5 años, el dólar se devaluó casi 4% frente a la canasta global del Fondo Monetario Internacional, y el oro y el petróleo llegaron a su máximo del último año.

Les envío como siempre un muy afectuoso saludo y mi recomendación de que se abrochen los cinturones ante un mundo cada día más volátil.

Luis