Enlace Judío México.- ¿Qué paso en Purim?

En unos pocos días celebraremos Purim, y recordaremos una vez más que hace unos 2500 años atrás HaShem hizo un gran milagro con nosotros y nos salvó del exterminio total.

RABBI YOSEF BITTON

Muchas veces los judíos estuvimos amenazados, por un pueblo o por otro, en un tiempo o en otro. Increíblemente, hasta el día de hoy, Israel, el Estado judío, es el único país del mundo cuya existencia es amenazada abiertamente en el seno de las naciones. Es como si las amenazas a los judíos fueran algo esperable. Tan esperable como nuestra supervivencia.

De cualquier manera, lo que caracterizó al evento de Purim es que en ese momento todos los judíos vivíamos bajo un mismo “reinado”, el imperio persa. En esos tiempos, en el año 485 antes de la era común, Hamán, el primer ministro del Imperio Persa y la mano derecha del emperador persa Ajashverosh, emitió un decreto real que ordenaba asesinar a todos los judíos del Imperio y confiscar y repartir sus bienes y fortunas. Como se pude apreciar en el mapa, el imperio persa (en color verde) incluye entre otros países a Egipto, Turquía y Yehudá o Yerushalayim con unos 50.000 Yehudim que vivían allí. De hecho, no había judíos fuera del imperio persa. En ese sentido, el pueblo judío nunca estuvo tan cerca de ser completamente eliminado.

Pero, ¿cuándo y cómo llegamos a convertirnos en ciudadanos del imperio Persa?

Un poco de historia

Después de salir de Egipto, los Yehudim vivimos por aproximadamente 800 años como pueblo soberano en la tierra de Israel. En el año 586 antes de la era común (a.e.c.) el emperador de Babilonia Nebujadnetsar conquistó Yerushalayim. Cientos de miles de judíos murieron de hambre, enfermedades o fueron asesinados. El Bet haMiqdash fue destruido y aproximadamente 70.000 judíos fueron tomados como cautivos y llevados a Babilonia.

En el año 539 a.e.c., Ciro (llamado en hebreo Koresh) derrota y conquista al imperio babilonio y se proclama como el primer emperador del imperio Persa.

En el año 538 a.e.c. ocurrió un gigantesco milagro: el Emperador Persa invita al pueblo judío a regresar a Israel y reconstruir el Bet haMiqdash. Este gran evento está registrado en las últimas palabras del Tanaj, la Biblia hebrea.

Miles de judíos regresaron a Israel liderados por Zerubabel y en al año 516 a.e.c, luego de 70 años de exilio, tal como lo había profetizado Yrmiyahu, comenzó la construcción del segundo Bet haMiqdash.

Con el tiempo, la población judía de Israel siguió creciendo y en los tiempos de Purim, primera mitad del siglo V a.e.c. vivían en Israel no menos de 50.000 judíos.

La diáspora voluntaria

Pero no todos los judíos residían en Israel. Tal como lamentablemente ocurre en nuestros días, aunque todos podían vivir en Israel, la mayoría de los judíos seguía viviendo fuera de Israel. Vamos a tratar de entender cómo y por qué los Yehudim vivían en un exilio voluntario. El imperio Persa fue el imperio más grande que existió en la historia de la humanidad (hay quien dice que el imperio Mongol, en los tiempos de Genghis Khan, superó en extensión al Persa) y eso le brindó a los judíos la oportunidad de establecer una red de comercio internacional que resultó muy exitosa. Los judíos se dispersaron por todos los confines del Imperio Persa y llegaron hasta lo que hoy en día es el límite entre India y China. Y aprovechando que las rutas comerciales estaban protegidas por orden del emperador persa montaron una red comercial dedicada al intercambio de mercadería entre Indochina y occidente. A través de la famosa “ruta de la seda”, también protegida por guardias imperiales importaban seda y oro de la China y exportaban a la China especias, colorantes, jade, lapislázuli, y vidrio.

Los primeros banqueros fueron judíos

El hecho de que los judíos estaban, como lo confirmó Hamán (M. Ester 3:8) “diseminados entre todos los pueblo del imperio Persa” facilitaba muchísimo este tipo de comercio internacional y les permitió a los Yehudim establecer una nueva industria, en la cual también se destacaron: el crédito. Un documento escrito (seguramente en hebreo) por un judío de Turquía podía ser cobrado en la India, al ser presentado a otro judío que vivía allí. Hay testimonios arqueológicos fascinantes sobre una familia judía de “banqueros” de esa época, los Murashu (ver AQUI).

Todos estos datos son importantes para entender

1. Que los judíos vivíamos voluntariamente esparcidos por todos los confines del imperio Persa.

2. Y que dado el éxito de sus comercios, los Yehudim no pensaban por el momento regresar a Israel. Aunque cabe destacar que apoyaban económicamente a Israel enviando permanentemente generosas donaciones para el Bet haMiqdash y para los Yehudim que allí residían.

 

 

 

Fuente: halajá.org