Enlace Judío México.- Naciones Unidas está fallando nuevamente en detener la carnicería en Siria.

EDITORIAL THE WALL STREET JOURNAL

Mientras continúa la carnicería en Siria, Naciones Unidas está despertando su débil indignación. Pero eso no es rival para la determinación de Vladimir Putin de proteger a su cliente Bashar al Assad.

El Consejo de Seguridad se reunió el jueves para debatir una propuesta sueca y kuwaití para un cese del fuego sirio de 30 días para impedir que las fuerzas de Assad estén golpeando fortalezas rebeldes en Ghouta Oriental con una campaña de bombardeo de nivel de exterminio. La resolución de la ONU permitiría el envío de ayuda humanitaria y evacuaciones médicas para los heridos de gravedad, que incluyen a mujeres y niños.

El Observatorio Sirio para Derechos Humanos estima que más de 400 personas han resultado muertas y más de 2,100 heridas. Una de las tácticas favoritas de Assad es bombardear hospitales y clínicas para infligir tantas bajas como sean posibles sobre las poblaciones civiles locales. Médicos Sin Fronteras informó el miércoles que habían sido atacadas o dañadas 13 instalaciones médicas desde el domingo, “impidiendo que los médicos obtengan suministros esenciales para salvar vidas.”

Se suponía que la ONU votara el jueves sobre la resolución, la cual ha estado bajo discusión por semanas. Pero Rusia la bloqueó proponiendo cambios de último minuto. El Ministro del Exterior, Sergei Lavrov, no quiere a grupos como el Estado Islámico o Al Qaeda cubiertos en el texto, pero esa es una laguna legal para permitir a Assad bombardear a cualquiera en la oposición y llamarlos terroristas.

Así que a las potencias de la ONU les queda la opción de votar para aprobar una medida que no detendrá el bombardeo o correr el riesgo de un veto ruso. Durante la guerra civil de siete años de Siria, los rusos han bloqueado 11 resoluciones relacionadas al régimen de Assad, incluida una medida en noviembre para renovar el mandato de un panel de la ONU que investigó las violaciones de armas químicas de Assad.

Marquen este último fiasco como otro caso de estudio de lo que a Barack Obama le gustaba llamar “seguridad colectiva,” lo cual en la ONU significa típicamente ninguna seguridad en lo absoluto.

 

Fuente: The Wall Street Journal
Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México.

 

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