Enlace Judío México.- Está empezando a surgir la verdad acerca de un reciente ataque ruso contra fuerzas estadounidenses en el oriente de Siria, y merece más atención pública. El ataque parece cada vez más un intento frustrado por hacer sangrar a Estados Unidos e intimidar al Presidente Trump para que se retire de Siria una vez que sea derrotado el Estado Islámico. El ejército de Estados Unidos ganó esta ronda, pero las fuerzas de Vladimir Putin seguramente buscarán una oportunidad de venganza.

Aquí está lo que sabemos. Muchos cientos de hombres y material avanzado contra la base de las Fuerzas Especiales de Estados Unidos cerca de Darazur en la noche del 7 al 8 de febrero. La portavoz del Pentágono, Dana White, confirmó enseguida después que la “formación de unidades tamaño batallón” fue “apoyada por artillería, tanques, sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes y morteros.” Las fuerzas de Estados Unidos respondieron en defensa propia “con una combinación de ataques aéreos y de artillería.”

La Sra. White no confirmaría cuantos atacantes fueron eliminados o quien estuvo disparando, aunque Estados Unidos había “observado” la acumulación militar durante una semana. El Secretario de Defensa James Mattis llamó “confusa” a la confrontación, agregando que “No tengo idea de por qué ellos atacarían allí, se sabía que las fuerzas estaban allí, obviamente los rusos sabían.” El se está refiriendo al acuerdo de “supresión de conflicto” entre Estados Unidos y Rusia en el cual los rusos acordaron permanecer al oeste del Río Eufrates.

Ahora nos estamos enterando que combatientes rusos fueron eliminados en el ataque, y que el Hezbola libanés también estuvo involucrado. El Kremlin ha tratado de encubrir las muertes, pero eso se está volviendo más difícil a medida que las bolsas de cadáveres llegan a casa y las redes sociales rusas difunden la palabra. El Ministerio del Exterior finalmente admitió el martes que “muchas docenas” de rusos resultaron muertos o heridos pero afirmó que miembros del “ejército ruso no tomaron parte en ninguna capacidad y que no fue usado equipo militar ruso.”
Eso depende de cómo defines “ejército ruso.” Está creciendo la evidencia que el ataque fue orquestado por Yevgeni Prigozhin, el oligarca ruso que hace mucho del trabajo sucio del Sr. Putin. Sus negocios incluyen la Agencia de Investigación de Internet, una operación mediática acusada por un gran jurado federal la semana pasada por entrometerse en la elección estadounidense del 2016.

El Sr. Putin tiene una historia de usar mercenarios en Crimea y el sur de Ucrania, mejor preservar la negación si algo sale mal. La administración Obama puso en la lista negra al Sr. Prigozhin en el 2016 por apoyar la invasión de Ucrania por parte de Rusia, y en junio la administración Trump sancionó a Dimitri Utkin, un ex oficial de la inteligencia rusa asociado con el Grupo Wagner de mercenarios del Sr. Prigozhin.

Wagner ha estado combatiendo en Siria desde el 2015, según Bradley Hanlon del Instituto para el Estudio de la Guerra, incluidas campañas para recapturar áreas ricas en petróleo. El Sr. Putin ha estado repartiendo contratos vinculados a petróleo y minería a mercenarios en Siria, incluido el Sr. Prigozhin.

El Washington Post informó el jueves, citando fuentes de inteligencia, que el Sr. Prigozhin tenía “permiso asegurado de un ministro ruso no especificado” para el ataque y también lo había “discutido” con funcionarios sirios. El Sr. Prigozhin nunca emprendería tal operación a menos que sintiera que tenía autorización de los niveles más altos del Kremlin.

¿Por qué correr el riesgo de tal ataque, especialmente dado cuan mal salió para Rusia? El Sr. Putin está probando constantemente debilidades en los adversarios, y quizás él quiso poner en apuros al Sr. Trump capturando a algunos estadounidenses. Tal vez él esperaba hacer retroceder a las tropas estadounidenses y capturar los campos petroleros en las cercanías. Con el Sr. Trump no enviando ninguna señal clara acerca de las intenciones de Estados Unidos después del Estado Islámico, y dadas sus afirmaciones en su campaña del 2016 que Siria es el problema de otro, el Sr. Putin pudo haber pensado que algunas bajas, prisioneros o una retirada estadounidenses aumentarían los llamamientos dentro de Estados Unidos a abandonar Siria.

La respuesta del ejército estadounidense fue impresionante y loable, pero el silencio estadounidense acerca del ataque ruso es desconcertante. El ataque muestra nuevamente que el Sr. Putin está buscando dañar los intereses estadounidenses siempre que ve una oportunidad aun al riesgo de un combate militar entre Estados Unidos y Rusia. Tal vez el Sr. Trump no quiere humillar al Sr. Putin, pero el ruso no olvidará esta derrota meramente debido a que Estados Unidos está callado acerca de ella.

El peligro es que él interprete el silencio estadounidense significando que puede arriesgar un intento de venganza. El Sr. Putin se está presentando para la reelección esta primavera, y mientras él ha falseado la votación para garantizar la victoria, el público ruso tiene que saber que sus mercenarios sufrieron una derrota humillante. Si Estados Unidos no dirá la verdad, el Sr. Putin tiene un tiempo más fácil diciendo mentiras.
El compromiso ruso también muestra que Estados Unidos está operando una zona segura de facto para aliados en el oriente de Siria. El Pentágono está todavía persiguiendo a combatientes dispersos del Estado Islámico, pero otro objetivo es influenciar la forma de la Siria posterior al ISIS. El Sr. Putin quiere empujar fuera a Estados Unidos y sus aliados para que su eje con Irán pueda dominar Siria. Esperen que lleguen más de tales confrontaciones.

Fuente: Wall Street Journal