Enlace Judío México – Por primera vez en Israel, el Centro Médico Shaare Zedek de Jerusalén utilizó la impresión 3 D para reparar deformaciones congénitas en el brazo de una paciente.

JUDY SIEGEL-ITZKOVICH

Una niña de 13 años fue operada con éxito utilizando un hueso impreso que le da movilidad al brazo.

Estas impresoras son comunes y útiles en muchas áreas y ahora se están utilizando en la medicina para eliminar tumores y reparar deformaciones, entre otros procedimientos.

La niña llegó a la unidad de cirugía de la mano con dolor y movilidad limitada en su brazo derecho debido a la deformidad de Madelung.

Esta condición es consecuencia del crecimiento irregular del radio del hueso cerca de la muñeca. A menudo tiene una causa genética y se asocia con enanismo y una mutación en el cromosoma X.

La deformidad se puede tratar quirúrgicamente para corregir lesiones óseas y ligamentosas.

Los resultados de la tomografía computarizada mostraron distorsiones en ambos brazos brazos de la niña que causaron dolor severo y movilidad limitada, indicó el Dr. Gershon Singer, director de la unidad de cirugía de la mano, quien realizó la cirugía.

Las cirugías más comunes para estas deformidades incluyen una sola incisión en el eje óseo, la reconstrucción del hueso y una fijación. Esto generalmente resuelve el problema del dolor, pero el hueso no queda completamente alineado.

La impresión de un accesorio para agregarlo al hueso se divide en tres etapas: Las pruebas de imagen se introducen en un sistema avanzado para el análisis tridimensional, lo que permite ver todos los ángulos del objeto.

Luego se ubican las distorsiones y se planifica el objeto impreso. Posteriormente la empresa Synergy3DMed crea un accesorio personalizado que se adjunta con imanes y se coloca en el miembro defectuoso.

“Esto permite un corte e inserción precisos de los tornillos para fijar el hueso”, explicó Singer.

El Dr. Shlomo Dadia utilizó esta tecnología única por primera vez en Israel para eliminar un tumor de los riñones de una niña. Posteriormente, Singer decidió adaptar la misma tecnología a la ortopedia para corregir el defecto congénito en el brazo de su paciente.

“Realizamos cuatro incisiones en ángulos muy precisos, y colocamos tres tornillos que entraron perfectamente sin desviación o incisión de la articulación. Esto se logra gracias a la impresión. La cirugía fue exitosa, el dolor disminuyó significativamente y la tomografía computarizada demuestra que los huesos se han fusionado. La paciente será sometida a una cirugía similar en su brazo izquierdo y se espera que disfrute de completa movilidad y se centre en su afición favorita de aprender idiomas”, concluyó Singer.

Fuente: The Jerusalem Post / Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico