Enlace Judío México.- Fuentes de Fatah dicen que Mahmoud Abbas continúa mofándose de las leyes y normas públicas palestinas con respecto a la integridad moral.
YONI BEN MENACHEM
A diferencia de su predecesor Yasser Arafat, después que Abbas se retire de la vida política, él y sus hijos serán recordados como un símbolo de corrupción gubernamental palestina.
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Por el momento, el tema candente de conversación en la Autoridad Palestina es el reciente nombramiento hecho por Mahmoud Abbas. A principios de esta semana, extendió por segunda vez el mandato de su amigo Rafiq al-Natsheh como jefe del departamento anticorrupción, contrariamente a la ley palestina. Incluso la constitución interna del departamento no permite que su jefe en ejercicio permanezca en su posición una vez que ha terminado su mandato.
Sin embargo, para Abbas todo es permisible. Él se considera por encima de la ley. Necesita a Rafiq al-Natsheh para apariciones externas, para mostrar transparencia y demostrar que la Autoridad Palestina y sus altos funcionarios se están adhiriendo a la ética moral.
¿Quién es Rafiq al-Natsheh?
Rafiq al-Natsheh es considerado uno de los más fieles seguidores de Abbas. Según fuentes de Fatah, Yasser Arafat no lo quería. Nació en Hebrón en 1934, y pertenece a la generación de los fundadores del movimiento Fatah.
Al-Natsheh ha liderado el departamento anticorrupción desde el 2010. Previamente se desempeñó como Ministro de Trabajo en 1998 y Ministro de Agricultura en el 2002 en el gobierno de la AP.
Según un informe en el sitio noticioso Feris del 5 de marzo del 2018, Abbas convirtió a al-Natsheh en su lacayo personal.1
El informe afirma que al-Natsheh es sospechoso de “violar la ley y recibir grandes sumas de dinero a cambio de manejar fondos para huérfanos en Palestina.”
El 9 de septiembre del 2016, Rafiq al-Natsheh dio una entrevista al diario al-Sabah. En ella afirmó que la “ocupación israelí” es la fuente principal de corrupción, y ofrece protección a los que son corruptos, ya que les da la posibilidad de vivir en el Estado de Israel.
Según fuentes de Fatah, Mahmoud Abbas también usa a al-Natsheh para eliminar a sus rivales políticos. Así es como se las arregló para reunir un expediente de cargos de corrupción contra el políticamente ambicioso Mohammed Dahlan.
Escuchas telefónicas ilegales
Abbas se está mofando descaradamente de la ley palestina. Justo esta semana el alto funcionario de Fatah, Tawfik Tirawi, lamentó que la denuncia que envió al fiscal público palestino respecto a las escuchas telefónicas de funcionarios del liderazgo no fue investigada.
Hace más o menos un mes, Tirawi, quien solía ser el jefe del Servicio de Inteligencia General en la Margen Occidental, denunció que fuerzas de seguridad de la AP estaban haciendo escuchas de teléfonos móviles pertenecientes a altos funcionarios y a miles de otros residentes de la AP bajo órdenes del presidente de la AP y en cooperación con el proveedor palestino de telefonía celular, Jawwal. Esto está en clara violación de la ley palestina.
Mahmoud Abbas está actualmente en el final de su camino político. Su salud se está deteriorando, y según declaraciones de la oposición palestina, él necesita la ayuda de al-Natsheh para encubrir muchas investigaciones de corrupción contra él y sus dos hijos.
El miedo principal de Abbas es lo que sucederá con sus hijos Yasser y Tareq y su propiedad una vez que él se haya ido del cargo.
Ambos hijos de Abbas son percibidos entre el público palestino como símbolos del régimen de Abbas. En los últimos años, se han vuelto increíblemente ricos y han desarrollado empresas prósperas en la Autoridad Palestina y países árabes usando las conexiones de su padre.
La diferencia entre Abbas y Arafat
En contraste con Yasser Arafat, cuya imagen entre el público palestino fue la de un líder modesto que se conformaba con muy poco, Mahmoud Abbas es percibido como un hedonista corrupto.
Hace muy poco, él adquirió un nuevo avión por u$s50 millones para sus viajes alrededor del mundo.
Hace meses Mahmoud Abbas terminó la construcción de un lujoso palacio para la Autoridad Palestina, cerca del pueblo de Surda, al norte de Ramala. El palacio ocupa un área de 44 dunams y cuesta u$s13 millones. Este edificio de cuatro pisos, incluidas fuentes y dos plataformas de helicóptero, tenía la intención de recibir a líderes extranjeros que visiten la Autoridad Palestina.
Pero, debido a duras críticas en la calle palestina, Abbas hace poco decidió convertir el lujoso edificio en una biblioteca pública.
Aparentemente, después de 13 años en el gobierno como el Presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas está siguiendo los pasos de otros líderes árabes en la región con respecto a mantener la integridad moral. Él pasará a la historia palestina como una figura que nunca consideró la difícil situación de los palestinos, especialmente en la Franja de Gaza, que creó divisiones y disenso entre la Margen Occidental y Gaza, y que traicionó a los estados árabes con respecto a la cuestión palestina y los esfuerzos del gobierno estadounidense por presentar el “acuerdo del siglo” a los palestinos y árabes.
Su único interés durante sus años finales en el gobierno es cómo retirarse del tumulto de la vida política sin hacer ninguna concesión a Israel y Estados Unidos, una vez que haya garantizado el bienestar de su familia y el futuro económico de ellos.
La creencia ampliamente extendida en la calle palestina es que la mayoría de los altos funcionarios de la AP cercanos a Abbas e involucrados en sus actos de corrupción, ahora aprovecharán oportunidades adicionales antes que cambie la dirigencia. Ellos contrabandearán fondos al exterior y mudarán sus familias a Jordania y los estados del Golfo en preparación para lo que seguirá.
El público esperará que cualquier líder palestino que remplace a Abbas “barra los establos.” El tendrá que capturar chivos expiatorios, llevarlos a juicio, y confiscar su propiedad para demostrar que está combatiendo la corrupción.
Fuente: Jerusalem Center for Public Affairs
Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México.
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