Enlace Judío México – En el marco de los 120 años del Primer Congreso Sionista Mundial y los 70 años de la fundación de Israel, el Consejo Sionista reeditó en español una de las obras fundamentales de Theodor Herzl, “Altneuland”.

Cuando uno habla de Herzl, lo primero que se viene a la mente es “El Estado Judío”, obra que sentó las bases políticas para lo que sería el Estado de Israel. Pero Altneuland (Vieja y Nueva Patria) es otra de las piezas primordiales del fundador vienés del sionismo político y una nueva edición fue lanzada a la venta en nuestro país y presentada el miércoles 14 de marzo en Ramat Shalom.

La presentación corrió a cargo de la agregada cultural de la embajada de Israel en México, Tal Naim, que felicitó al Consejo Sionista y al Keren Kayemeth LeIsrael por la iniciativa de lanzar una nueva edición de la novela herzliana, y de Moisés Salinas Fleitman, rector de la Universidad ORT, para quien también es una de las obras más importantes del sionismo.

Herzl, además de intrépido diplomático y periodista, fue un ávido dramaturgo que forjó alrededor de unas 20 obras de teatro mucho tiempo antes de publicar su “Estado Judío”. Con el movimiento sionista en marcha y dos años antes de morir súbitamente, Herzl publicó Altneuland, donde conjugó su ideología política con su don de literato para poder hacer más accesible a las masas al sionismo político.

La historia sigue al vienés Friedrich Löwenberg, en el que podríamos ver una imagen cercana al propio Herzl, un culto judío que cansado de la monotonía europea decide retirarse a vivir con un norteamericano hacia una isla en el Pacífico. En su travesía hacia el otro lado del mundo, ambos visitan de paso la entonces Palestina otomana, donde encuentran una tierra desolada y en decadencia.

Tras vivir 20 años en la apartada isla, regresan a Europa y deciden visitar de nuevo Palestina, para nada menos que encontrarse con que el territorio ha dado lugar a un próspero y moderno estado judío llamado “Nueva Sociedad”, en el que se hablan múltiples lenguas, se respetan a las minorías locales que viven en armonía y la tecnología es su punta de lanza.

Una visión utópica y romántica de Herzl que a casi medio siglo de su publicación daría a luz un 14 de mayo de 1948 al Estado de Israel.

Dos símbolos del sionismo que siguen marcando huella en la vida moderna surgieron directamente de la novela: la frase “Si lo quieres, no es ningún sueño” es una línea extraída del libro, y el nombre de la ciudad más grande Israel, Tel Aviv, también se originó tras sus páginas, ya que fue el nombre que el escritor sionista Nahum Sokolov usó para traducir el alemán original de Altneuland para titular a la versión en hebreo, basándose en una cita del libro de Ezequiel.

 


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