Enlace Judío México – Adiel Kolman fue asesinado a puñaladas en un ataque terrorista el domingo por la noche mientras salía de su trabajo en el museo de la Ciudad de David y se dirigía al tren ligero de Jerusalén, como hacía todos los días. El atacante lo apuñaló en la parte superior del cuerpo cuando se acercaba a la Puerta de los Leones en la Ciudad Vieja de Jerusalén. Adiel trasladado al Centro Médico Shaare Zedek en estado crítico y murió justo antes de la medianoche.

“Era una persona especial, muy sensible a los demás”, dijo su madre en una entrevista a la estación de radio israelí Reshet Bet. “Dejó cuatro hijos. Era un hombre maravilloso y noble. Deseaba Shabat Shalom a todo el que encontraba en la calle y esas personas se iluminaban por dentro”.

“Debo hablar con Miriam Peretz. Compartí con mi familia una frase que escuché de ella: ‘Elegimos la vida’. Ella me fortalece, me da la fuerza para continuar. Creo que si sigo siendo fuerte, ayudaré a los niños”.

Miriam Peretz, madre de dos soldados de la Brigada Golani que murieron en combate en dos guerras separadas será galardonada con el Premio Israel en logros de toda una vida por su contribución a la sociedad.

“Me entrevisto en la radio en memoria de Adiel, para difundir su luz sobre el mundo”, señaló Yael Kolman.

“Mi esposo llegó a casa a las 7 p.m. y me dijo: ‘Algo sucedió y no puedo decírtelo’. Le pregunté, ‘¿Adiel?’ El dijo que sí.'”

“Ayer … estaba en camino al hospital en un taxi y ya sentía que no estaba con nosotros. En ese momento sabía que estaba con Dios … sentí que Adiel estaba cerca de Dios … uno tiene que creer en Dios también cuando es difícil. Desde ahí me levanto, desde el lugar más oscuro y más difícil, y elijo vivir, mis hijos me dan esta fortaleza”, dijo más tarde a la Radio del Ejército.

“Seguiremos adelante. Nuestros hijos viven en la Tierra de Israel, desde el Golán hasta las playas de Gaza, permaneceremos aquí y amamos a la Tierra de Israel”.

“Adiel era una joya, y lo llamábamos nuestra joya”.

Adiel Coleman Z”L fue sepultado esta mañana en el cementerio de Kojav Hashajar.

“Pienso en un hombre que está a punto de llegar a casa del trabajo y se prepara con sus hijos y su esposa para Pesaj. La Hagadá habla de cuatro hijos. Ahora quedan cuatro niños. ¿Quién los responderá cuando pregunten ‘¿Por qué esta noche es diferente a las demás?’ ¿Dónde está el cariñoso y bondadoso padre?”

“Él no estaba preocupado, yo era la que tenía miedo”, dijo su viuda Ayelet previo al funeral. “Muchas veces le dije que quizás era peligroso trabajar ahí, y él respondía que no temía porque siempre había muchos soldados en la zona”.

“Adiel decía todos los días que teníamos el privilegio de tenerlos. Espero que nos cuide desde arriba y ore por nosotros”.

Dijo que la última vez que habló con su esposo fue el domingo, alrededor de las 4 p.m. “Se suponía que debía llegar a casa cerca de las 5:30 p.m. para cuidar a los niños, mientras ella salía con las niñas a comprarles vestidos para las fiestas. Me di cuenta de que no llegaba tarde e intenté llamarlo, pero no respondió. No pensé que le hubiese pasado algo”.

“Queremos vivir aquí en nuestro país con seguridad, sin temor. Lo merecemos. Esta situación a la que hemos llegado no es normal”.

Con información de The Jerusalem Post y Ynet / Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico