Dr Natalio Daitch desde Buenos Aires-Argentina- El tìtulo de la película de Stanley Kubrick de 1999, cae como anillo al dedo.En un nuevo aniversario (17 de Marzo de 1992) del atentado a la Embajada de Israel en Buenos Aires, que dejò 29 muertos y decenas de heridos, abre una herida que continúa sangrando en el corazòn de muchos integrantes de la comunidad judìa.

Esta tragedia se repetirà nuevamente dos años despuès con el atentado a la sede de la AMIA o mutual judìa con un atentado mucho mas grande, mas de 86 muertos y cientos de heridos.

A pesar de la magnitud de la tragedia y de estos actos criminales, no hay detenidos en la Argentina, lo que marca que la impunidad en este paìs es total.Y que los ojos de la justicia, de los polìticos y de la policìa en particular, y de mucha gente en general, continuan bien cerrados.Para “no ver”, para “no encontrar”, para “no castigar” a los culpables, y obvio “para no querer entender las causas” que facilitaron estos y otros crimenes, que aunque parezca increìble quedan “huerfanos” de toda justicia.

Polìticos, policìas y árabes etc

No cabe duda que fueron atentados ejecutados por una banda mixta de argentinos y extranjeros, àrabes argentinos o importados.Probablemente sirio-libaneses e iranìes.

Existen aspectos similares en ambos atentados, ya que en ninguno de los dos hechos murieron policìas, ya que no habìa guardia en la garita de la Embajada de Israel, y los policìas de la AMIA resultaron lastimados, pero curiosamente uno fue a un bar de enfrente de la mutual, y el otro se alejó curiosamente hacia la calle Tucumán con el argumento de ir a buscar algo a un kiosco cercano.¿Coincidencia? ¿Sabían algo? ¿Fueron advertidos para que no hubiera bajas en la Fuerza? ¿Zonas liberadas?.

Lo segundo que marca un cierto “modus operandi” es que ambos edificios se encontraban haciendo refacciones al momento de los atentados, lo que complica la seguridad, el ingreso de obreros con bolsas y toda clase de materiales al interior de los edificios.Gente nueva y gente extraña.Y lo último, la presencia del sospechoso volquete de recolección de residuos a poca distancia de la entrada de la AMIA.


Derecha e izquierda antisemita

O como la tira “amigos son los amigos”, es una constante en casi todos los paìses donde tenemos que soportar el ingreso de árabes-musulmanes y palestinos, que en forma casi inmediata, y pegajosa, encuentran sintonìa con ciertos individuos de la izquierda violenta (ex-guerilleros y Montoneros), y de la derecha criolla (enquistados en la policìa y en el ejército), que conocen de explosivos y de montajes, y tienen experiencia en armar “zonas liberadas”.

Antiguos enemigos polìticos y en el plano militar, y otros agnósticos que se juntan con supuestos creyentes o devotos de Alà, que se aglutinan en un combo mortal, motorizados por su odio a Israel y al pueblo judìo.Esto se puede apreciar en todo el orbe, pero en la Argentina, encuentran cobertura e impunidad, bajo el ala de polìticos y funcionarios corruptos, que se bañan en una historia antigua de antisemitismo encubierto o maquillado, en el país donde “todo se puede” o que vive como “el reino del revés”.

Eyes wide shut. Y la reflexión final

El año 1983, marca el momento del retorno a la democracia, pero al mismo tiempo muchos lo vimos venir. El peligro en el caso de la Argentina, del ingreso irrestricto de àrabes-musulmanes, como el caso del prófugo Moshen Rabbani que instala una mezquita en el barrio porteño de Floresta, y luego, varios años despuès escapa a Irán, acusado de participaciòn en el atentado a la Mutual judìa del 18 de Julio de 1994.

Resulta claro que el desafìo de la libertad en los paìses de Occidente deberìa ir de la mano del concepto de “seguridad y control” del ingreso de personas sospechosas, que pueden luego convertirse en un peligro para la sociedad que los acoge en general, o para los judìos en particular.

Esto que afirmo no es nuevo, y lo sufren todas las comunidades judìas del mundo y en especial en América del Sur, en todos los paìses donde se permite el ingreso de árabes-palestinos o musulmanes no palestinos, y con el tiempo la actividad individual o grupal de estos, torna muy sombrìo y complicado la vida de las diferentes comunidades judìas sea en Uruguay, Chile, etc. Es decir, inician con propaganda ponzoñosa contra Israel y los hebreos, y en sus pagìnas web, donde se recrean antiguos libelos antisemitas clásicos (Mi Lucha de Hitler y otros), amén de otros nuevos que envenenan el ambiente.

Fogonean el odio contra los judìos en diferentes àmbitos (claustros universitarios, sindicatos, partidos polìticos, fuerzas de seguridad, etc), y obvio que todo se traduce de violencia verbal a una fìsica.

Ya que la historia se repite, o una copia de la metodologìa nazi, tan sencilla como nefasta, de agitar odios para cosechar tempestades.

Todo esto que he manifestado se facilita cuando los ojos de muchos no-judìos e incluso de muchos judìos se encuentran bien cerrados. Ya que el silencio y el miedo y la desidia facilitan la tarea de los asesinos que ya se encuentran instalados entre nosotros.