Enlace Judío México.- El escándalo de las violaciones encubiertas en Alemania hace que mujeres y niños sean sacrificados en el altar de la corrección política

SOEREN KERN

La crisis migratoria en Alemania continúa sin cesar. Las estadísticas preliminares muestran que los migrantes cometieron más de una docena de violaciones o agresiones sexuales al día en 2017, un aumento de cuatro veces desde 2014, un año antes de que la canciller Angela Merkel permitiera en Alemania más de un millón de migrantes masculinos, en su mayoría musulmanes, de África, Asia y el Medio este.

Un informe trimestral – Criminalidad en el contexto de la migración (Kriminalität im Kontext von Zuwanderung) – publicado por la Oficina Federal de Policía Criminal (Bundeskriminalamt, BKA) mostró que los migrantes (Zuwanderer, definidos como solicitantes de asilo, refugiados e inmigrantes ilegales) cometieron 3,466 delitos sexuales durante los primeros nueve meses de 2017 – o alrededor de 13 por día. (Las estadísticas finales de crímenes para 2017 no estarán disponibles públicamente hasta el segundo trimestre de 2018.) En comparación, en todo 2016 los migrantes cometieron 3,404 delitos sexuales, o alrededor de nueve por día; en 2015, 1.683 delitos sexuales, o alrededor de cinco por día; en 2014, 949 delitos sexuales, o alrededor de tres por día; y en 2013, 599 delitos sexuales, o alrededor de dos por día.

Sin embargo, se cree que el número real de delitos sexuales relacionados con inmigrantes en Alemania es mucho más alto que el número oficial. Por ejemplo, los datos de BKA incluyen solo los crímenes resueltos. En promedio, solo alrededor de la mitad de todos los delitos cometidos en Alemania en un año determinado se resuelven, según estadísticas de la policía.

El director de la Asociación de la Policía Criminal (Bund Deutscher Kriminalbeamter, BDK), André Schulz, estima que hasta el 90% de los delitos sexuales cometidos en Alemania no constan en las estadísticas oficiales.

La policía alemana suele omitir referirse a los migrantes en los informes de delitos. Cuando lo hacen, utilizan eufemismos políticamente correctos como “sureños”, hombres de “piel oscura” o una combinación de los dos: “color de piel sureña”. Esta práctica, aparentemente dirigida a desvincular a los atacantes del Islam, hace que sea prácticamente imposible para los ciudadanos alemanes ayudar a la policía a identificar a los sospechosos.

Existe un orden estricto por parte de las autoridades de no informar sobre crímenes cometidos por refugiados“, dijo a Bild un oficial de alto rango de la policía de Frankfurt. “Solo deben responderse solicitudes específicas de representantes de los medios sobre tales actos“.

La crisis migratoria de inmigrantes en Alemania ha continuado en 2018. A pesar del creciente número de víctimas humanas, muchos de los crímenes no son denunciados o son minimizados como incidentes aislados por las autoridades alemanas y los medios, aparentemente para evitar alimentar sentimientos antiinmigración.

  • El 18 de febrero, una mujer de 33 años fue violada mientras visitaba un cementerio en Bochum. El atacante emboscó a la mujer por atrás y la golpeó en la cabeza con una piedra, dejándola inconsciente. Luego la violó repetidas veces. La policía de Bochum guardó silencio hasta que fue presionada por Rheinische Post, un periódico local. Posteriormente se supo que el violador es un delincuente sexual convicto que había asistido a un programa de “rehabilitación” y luego fue puesto en libertad.

Las autoridades de Renania del Norte-Westfalia (NRW) aparentemente suprimieron información sobre la violación para evitar la preocupación pública sobre la reincidencia de delincuentes sexuales condenados. El encubrimiento de la policía desató la indignación pública. “El público, en mi opinión, tiene derecho a saber que los delincuentes sexuales condenados representan un peligro real cuando están de regreso“, dijo un detective. “Cuando sucede algo tan horrible como lo de Bochum, se lo debe llamar por su nombre, sin ningún tipo de peros. Cuando se oculta información tan importante al público, la gente piensa que todo está bien y que, por supuesto, los participantes no recaerán“. Un portavoz de la policía dijo que el bloqueo de los medios estaba destinado a proteger a la víctima: “Sabemos por los psicólogos que esto a menudo es muy estresante para las víctimas“. Después de una reacción violenta, la policía de Bochum admitió haber cometido un “error”.

  • La policía de Berlín guardó silencio sobre la violación de una estudiante británica violada en Berlín hasta que la joven regresó a Gran Bretaña y sus padres informaron a los medios de comunicación británicos. Solo bajo presión de Journalisten Watch, un grupo de observación de los medios de comunicación, la policía de Berlín admitió haber arrestado a dos hombres, pero los dejó en libertad por falta de pruebas.
  • Un “asiático o norteafricano” intentó violar a una estudiante en la Universidad Goethe de Frankfurt. La policía cree que el mismo individuo había atacado a otras tres mujeres pero las autoridades universitarias no advirtieron a los estudiantes hasta cuatro meses después del primer ataque.
  • Dos niñas de 15 años fueron agredidas sexualmente en un metro de Munich. La policía se niega a hacer pública la imagen que le tomaron las niñas.
  • En Magdeburgo, la policía publicó una fotografía de un hombre “de piel oscura” sospechoso de violar y herir gravemente a una mujer en la estación central  pero no dijo por qué esperaron más de seis meses para hacerlo.
  • Una mujer fue violada en una escuela en Hanover. La policía bloqueó información sobre la nacionalidad del hombre. Bild la completó: es de Albania. Un periódico local, Hannoversche Allgemeine, inicialmente informó que el hombre era de Albania pero una hora más tarde “actualizó” su historia reemplazando “Albania” por “los Balcanes”.

Muchas violaciones y agresiones sexuales ocurren en el transporte público o en estaciones de autobuses y trenes. El problema es especialmente grave en Berlín, donde la policía recibió 296 denuncias de agresiones sexuales en autobuses y trenes en 2017, casi el doble que en 2016, según Bild.

  • Un egipcio de 30 años que violó al menos a cuatro mujeres en las estaciones de metro de Berlín se entregó cuando la policía publicó fotos suyas de vigilancia. Eligió a sus víctimas mientras viajaba en el metro. Hizo contacto visual con ellas, las siguió fuera de la estación y posteriormente las violó. La policía de Berlín bloqueó la información sobre su nacionalidad. Berliner Zeitung la completó: nació en Egipto.
  • Un solicitante de asilo sirio de 18 años agredió sexualmente a varias mujeres en un tren a Munich. Entraba en los compartimentos donde había mujeres solas. Arrestado al llegar a la estación central de Munich, la policía habló de su larga lista de antecedentes penales.
  • Un solicitante de asilo de Chad atacó sexualmente a dos adolescentes en un tren expreso regional que salía de Müllheim. Las había acosado sexualmente en el andén. En el tren, se sentó a su lado y comenzó a tocarlas sexualmente. Ellas se mudaron a otro compartimiento, él las siguió y las agredió. Llamaron a la policía encerradas en el baño. Fue detenido al llegar a Friburgo. Tiene múltiples órdenes de arresto pendientes por otros crímenes sexuales, y un día antes había sido arrestado por agredir a una mujer en otro tren, pero fue liberado.

Los ataques contra el transporte público se han extendido a todas las partes de Alemania, en las grandes ciudades y pueblos pequeños:

Hay registros de casos en Frankfurt, Weilburg, Mühlhausen, Friedrichshafen, Heilbronn, Hamburgo, Karlsruhe, Pforzheim, Zierenberg, Weil am Rhein, Schopfheim, Heidelberg, Schwabing, Dresde, Bad Schwartau,  Greifswald,  Mannheim, Berlín, Mannheim, Munich.

Muchas víctimas son niños, algunos han sido atacados delante de sus padres.

Las agresiones sexuales se han producido en espacios públicos desde parques y piscinas hasta supermercados en Sulzbach, Weinheim, Konstanz, Hagen, Kitzingen, Fellbach, Hamburgo.

Muchas víctimas han sido acosadas y atacadas mientras viajaban hacia y desde su casa: en Dresde, Essen, Werten, Krefeld.

En Taharush, existe una práctica en la que grupos de hombres rodean a las mujeres y las atacan. Hay registros en Essen, Lienen, Greifswald, Düsseldorf-Altstadt, Bremen, Rüthen,

Los inmigrantes con tendencias exhibicionistas son omnipresentes: Oelde, Kirchheim unter Teck, Hagen, Stuttgart-Degerloch, Heidelberg-Altstadt, Hamburgo, Chemnitz, Unterjettingen, Tübingen, Seckach,

El sistema legal indulgente de Alemania está exacerbando el problema de los delitos migratorios, en el que los delincuentes reciben sentencias relativamente leves, incluso por delitos graves. En muchos casos, las personas arrestadas por crímenes sexuales son inmediatamente liberadas tras ser interrogadas por la policía, lo que permite a los sospechosos continuar cometiendo crímenes con virtual impunidad.

El 2 de enero, por ejemplo, los fiscales en Traunstein reabrieron un caso que involucraba a un exhibicionista afgano de 22 años por presión de un periódico local. El hombre se exponía repetidamente a una niña de 15 años en un autobús escolar. La niña filmó al hombre acariciándose y exponiendo su pene erecto. Los fiscales retiraron todos los cargos cuando el afgano dijo que se estaba “rascando el pene debido a un picor”. Pero Wochenblatt, de Munich, subió el video de la niña en YouTube, los fiscales se retractaron y ordenaron al hombre comparecer ante el tribunal.

Los migrantes a menudo muestran una falta de respeto extrema hacia los oficiales de las fuerzas del orden público:

Un marroquí de 37 años que había agredido sexualmente a una mujer de 36, atacó a los oficiales que intentaron arrestarlo. Lo mismo hizo un keniano de 28, que había agredido sexualmente a una mujer de 22 en un restaurante. El eritreo de 20 años que agredió sexualmente a una mujer en una estación de ferrocarril, pateó y golpeó a los oficiales que intentaban arrestarlo. Un marroquí de 30 años se expuso a dos agentes de policía en una estación de ferrocarril bajándose los pantalones ante los oficiales que lo interrogaban.

Los principales medios de comunicación de Alemania han guardado un silencio conspicuo respecto a la crisis de la violación de inmigrantes. Solo los crímenes más sensacionalistas son cubiertos por los medios nacionales, ninguno de los cuales ha conectado los puntos ni informado el panorama general. Este lapso puede explicar por qué ha habido muy poca indignación pública sobre la criminalidad sancionada que ha sucedido a tantas mujeres y niños alemanes.

Fuente: Gatestone Institute – Traducción: Silvia Schnessel – Reproducción autorizada con la mención: ©EnlaceJudíoMéxico