Enlace Judío México.- Siguiendo con mi artículo explosivamente popular, “Israel descifró cómo prevenir los tiroteos en escuelas hace 40 años” (gracias, lectores), es hora de ponerse específicos acerca de proteger las escuelas en este país. Mientras todos los demás discuten sobre lo imposible, o sea, la prevención imposible de algún tipo de violencia revirtiendo los derechos constitucionales, podemos observar la forma en que Israel protege sus escuelas, y su posesión más preciada, sus niños.

LAWRENCE MEYERS

Ben Goldstein, un estadounidense que hizo aliá en Israel, y ahora se desempeña como elemento de seguridad voluntario, y es co-fundador de AKRAV Global Security Solutions, describió el método israelí, y cuan fácil sería para Estados Unidos seguir el ejemplo de Israel. Goldstein describe la seguridad como un conjunto de círculos concéntricos, comenzando en el aula y extendiéndose hacia afuera, cada círculo proporcionando una capa de seguridad.

Los círculos más amplios pertenecen a la ejecución de la ley y la sociedad, haciendo su mayor esfuerzo para rastrear y prevenir potenciales amenazas, y tratar más eficazmente la enfermedad mental. Ahora nos hemos enterado de múltiples fallas catastróficas en todo nivel de prevención social y política en el tiroteo de Parkland.

Si la sociedad y la policía fallaron, la idea de que las armas deben ser retiradas de las manos de los ciudadanos que acatan la ley es una locura.

Los círculos de seguridad con respecto a los que podemos hacer algo comienzan en la entrada de cualquier escuela, dice Goldstein. Estados Unidos quiere acción. Esta es acción que puede ser tomada ahora mismo. “Debe haber sólo una entrada y salida dentro de cualquier edificio escolar. Cercos, cámaras de seguridad, y un control constante que estas áreas no hayan sido comprometidas es esencial. En esa entrada, un guardia debe saber exactamente quién es el que está entrando al edificio escolar en todo momento. Los guardias deben tener el derecho de revisar todos los vehículos y bolsos.”

Los guardias en los estudios de cine controlan las identificaciones y tienen permitido revisar los vehículos que ingresan al lote. Después del 11/S, ellos incluso usaron espejos para mirar debajo de los coches. ¿Cómo podemos proteger los estudios de cine, pero no dar a nuestros hijos la misma protección?

“Debe haber un mínimo de dos guardias en todo campus, proveyendo una contingencia en caso que uno de ellos sea incapacitado,” agrega Goldstein. “¿Quiénes son estos guardias? Hay miles de veteranos orgullosos que darían un paso adelante y alegremente usarían su entrenamiento para proteger a los niños de nuestra nación, tanto como estarían agradecidos por el empleo.”

Numerosas escuelas del centro de la ciudad ya tienen seguridad especial, la cual incluye chicos caminando a través de detectores de metal y revisando los bolsos a la entrada. No hay ninguna razón por la cual el resto de las escuelas de Estados Unidos carezca de esta misma seguridad.

El siguiente círculo de seguridad es en los terrenos de la escuela. Aparte de los guardias recorriendo, Goldstein dice que tener un cierto número de maestros armados tiene perfecto sentido. Eso no significa que deba haber portación abierta en el campus, aunque en ciertas circunstancias, tal como con los veteranos militares y poseedores de armas con experiencia, tiene sentido.

Alternativamente, algunos deben tener portación oculta, como para que un estudiante que esté contemplando dañar no sepa quién carga un arma, creando una disuasión.

Los guardias, sin embargo, deben estar limitados sólo a lidiar con amenazas existenciales, no disciplina escolar de rutina.

Luego están las propias aulas, las cuales Goldstein cree no tienen ninguna razón para ser violadas jamás.
“Los simulacros de tirador activo son una necesidad. Pero son mucho menos valiosos a menos de que la primera palabra que salga de la boca de un maestro o administrador sean, ‘barricada,” dice Goldstein. “Un tirador lo va a tener más difícil tratando de entrar en cualquier salón que esté bloqueado por un gran escritorio o pupitres. Todo segundo cuenta, y entre más tiempo el tirador sea incapaz de atacar a las víctimas, dará a las fuerzas del orden preciados minutos extra para llegar.”

Estos simulacros deben ser efectuados con frecuencia, dice Goldstein.

El círculo final de seguridad son los estudiantes mismos. “Es hora que Estados Unidos endurezca a sus chicos. Ha habido una agenda política de largo tiempo en Estados Unidos que ha sido en detrimento de los niños. Nadie quiere asustar innecesariamente a los chicos. Todos queremos ser padres protectores. Pero la mejor protección que puede tener un chico es saber cómo defenderse,” argumenta Goldstein.

“Ahora mismo, los estudiantes son blancos fáciles en las aulas. Ellos tienen que ser entrenados, en caso de que ingrese un tirador, para que todos le arrojen libros, computadoras, sillas, lo que sea que haga falta.”

“Pero, nada de eso es un sustituto de un maestro armado,” dice Goldstein. Pueden ser instaladas cajas fuertes en toda aula. Los maestros que sean usuarios de armas de fuego, veteranos o experimentados, tendrían la combinación. Sin embargo, los estudiantes no sabrían qué cajas fuertes tienen armas, creando nuevamente una disuasión.

¿De dónde viene la financiación?

Una combinación de algo o todo lo que sigue, dependiendo del distrito: 1) Reasignación de recursos actuales de distritos de la administración inútil e inflada, 2) aumento en el gravamen a la propiedad local, 3) bonos municipales locales o estatales, 4) Reasignación de algo de lo que no se usa en el paquete ómnibus de u$s1.3 billones.
Con todos los defensores del control de armas allí afuera esperando a que el Congreso “haga algo”, deben saber que decenas de millones de dólares asignados originalmente para la Iniciativa Integral de Seguridad Escolar fueron cancelados como parte del proyecto de ley de presupuesto bi-partidista.

El Congreso no puede ni siquiera asignar dinero para un estudio. ¿Ustedes realmente piensan que va a salvar a nuestros chicos?

¿Por qué la Izquierda se opone a la seguridad con sentido común? La respuesta típica es sarcástica: “¡Así que la solución de ustedes es tener más armas en las escuelas!” Pero esa declaración misma revela las actitudes de la Izquierda hacia la violencia. Ellos culpan a un objeto inerte en vez de al criminal.

Protegemos nuestros aeropuertos, bancos, estadios deportivos, salas de concierto, y propiedad gubernamental. Es tiempo de proteger aquello que más nos importa.

 

 

Fuente: Townhall

Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México.

 

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