Enlace Judío México.- Para mí como israelí, el logro más impresionante del país mientras éste se aproxima a su 70° cumpleaños es que la Israel moderna no sólo ha sobrevivido a ataques por parte de sus muchos enemigos árabes y musulmanes, pero prosperó también en aproximadamente el mismo lugar que los antiguos reinos judíos de Israel y Judah.

SHOULA ROMANO HORING

En el año 70 A.D., el Estado judío de 1,000 años de edad, con Jerusalén como su capital y el Segundo Templo como su centro, fue invadido, conquistado, y destruido por el Imperio Romano. Ahora el moderno Estado judío está celebrando 70 años de existencia mientras el Imperio Romano tanto como muchos otros conquistadores de la tierra de Israel durante los últimos 3,000 años han desaparecido. Si la historia pasada es un indicador de hechos futuros, el Estado judío sobrevivirá a sus enemigos modernos que se levantaron durante el siglo pasado para destruirlo y volverse más poderoso de lo que uno podría imaginar en forma posible.

Durante más de 3,000 años, la tierra de Israel quedó bajo el control y conquistas de muchos imperios tales como los babilonios, asirios, persas, griegos, romanos, bizantinos, califatos árabes, cruzados, mamelucos, otomanos, y británicos, pero son sólo los judíos quienes han habitado continuamente el área, los únicos que han establecido alguna vez un Estado independiente con su capital en Jerusalén.

Cuando las olas de inmigrantes judíos escapando al antisemitismo en Europa llegaron a la tierra de Israel a fines del siglo XIX, la tierra estaba en su mayoría vacía, árida, desolada, e inhabitable. Cuando mi madre emigró a Israel, bajo control inglés en 1936, ella llegó en medio de olas de violencia y masacres cometidas por árabes locales contra los judíos que habían estado trabajando más de 50 años para cultivar la tierra secando los pantanos; plantando árboles; y construyendo hospitales, caminos, fábricas, y universidades. En noviembre de 1947, el mundo árabe entero se unió a los árabes locales en rechazar el plan de partición de la ONU. Los judíos aceptaron el plan, el cual creó un estado árabe junto a un estado judío en el área al occidente del Río Jordán. Mientras los judíos, incluidos mis padres, se estaban regocijando y bailando en las calles, el mundo árabe estaba contemplando la destrucción de la nueva nación.

El 15 de mayo de 1948, el ataque árabe contra Israel comenzó horas después que David Ben-Gurión, el primer ministro de Israel, declaró el establecimiento de Israel un día después que partieron los ejércitos británicos. Cinco ejércitos árabes de Egipto, Jordania, Siria, Irak, y Líbano invadieron el nuevo estado desde todas partes junto a la frontera entera, con artillería, batallones blindados, y bombarderos de combate, mientras los árabes locales estaban combatiendo en el interior del país. Un bombardero egipcio que atacó Tel Aviv mató al hermano de 15 años de mi padre. Mi padre, junto a su otro hermano, estuvo involucrado en el combate contra los árabes locales en Iafo, la cual quedó bajo control israelí. Israel pudo derrotar a los ejércitos árabes combinados, pero la Legión Árabe de Jordania, liderada por un comandante inglés, pudo conquistar la Margen Occidental y Jerusalén Oriental, incluidos la Ciudad Vieja y todos los lugares santos judíos. Más de 6,000 israelíes, 1% de la comunidad judía israelí entera, murieron en la guerra.

Cuando nací yo en 1959, Jerusalén era una ciudad dividida, y a los judíos los jordanos no les permitían visitar o rezar en sus lugares santos.

Antes de 1967, de niña, solía visitar a mi abuelo que vivía en la Calle Mamilla en Jerusalén Occidental, muy cerca de la tierra de nadie fuera de la Puerta de Iafo en la Ciudad Vieja. Es difícil creer que desde el 27 de mayo de 1948, al 7 de junio de 1967, Mamilla fue la línea del frente y la frontera de Israel con Jordania. Los tres barrios occidentales de Mamilla eran detentados por Israel, y el barrio oriental se volvió un baldío de alambre de púas y barricadas de concreto entre las líneas israelí y jordana. En la época, los francotiradores jordanos se paraban en lo alto de los muros de la Ciudad Vieja y trataban de disparar a cualquier israelí de Jerusalén Occidental. De niña, entre los cuatro a siete años, yo solía arrastrarme fuera de la casa de mi abuelo para evitar que los francotiradores me dispararan al azar por ser judía, y luego tenía que correr rápidamente para evitar que me dispararan.

El 5 de junio de 1967, Israel fue forzado a la guerra contra los ejércitos combinados de Jordania, Egipto, Siria, y Arabia Saudita, y comenzó la Guerra de los Seis Días. Milagrosamente, el ejército israelí derrotó a los ejércitos árabes combinados, conquistando la Margen Occidental y Jerusalén Oriental, incluidos el Monte del Templo y el Muro Occidental, de manos de los jordanos. Después de 2,000 años, fuimos nuevamente libres para rezar en una Jerusalén unida.

Yo tenía ocho cuando visité la Ciudad Vieja por primera vez, rezando por primera vez en el Muro Occidental y trepando al Monte del Templo donde estuvieron los dos templos judíos.

El 6 de octubre de 1973, los ejércitos egipcio y sirio lanzaron una cuarta guerra combinada contra Israel en Yom Kipur, el día más santo en el calendario judío, cuando muchos de los soldados de Israel estaban lejos de sus puestos observando el Día de Expiación ayunando. Tomando por sorpresa a las FDI, ellos hicieron avances territoriales profundos dentro del Sinaí y los Altos del Golán, infligiendo fuertes bajas. Le llevó días al ejército israelí movilizar a sus soldados y contraatacar para recapturar el territorio perdido. Yo tenía 14 años en la época y acababa de empezar la escuela secundaria cuando todos los hombres en el barrio, incluidos mis tres hermanos, fueron convocados a unirse al combate. Mi nuevo maestro de gimnasia de la secundaria, a quien yo había conocido por apenas un mes, resultó muerto en esa guerra.

Desde entonces, Israel nunca ha sido atacada por estados árabes pero ha sido atacada repetidamente por grupos terroristas árabes tales como Hezbolá desde Líbano y Hamás desde Gaza, usando misiles y cohetes, tanto como por la OLP en la Margen Occidental usando tácticas tales como atacantes suicidas, cuchillos y atropellamientos, los que han tomado las vidas de miles de civiles israelíes. En un país de 6,5 millones de judíos, han caído 23,646 soldados israelíes, y han muerto 3,117 víctimas de ataques terroristas. En memoria de los caídos, los lugares de entretenimiento en Israel son cerrados por 24 horas, y las estaciones de radio y TV transmiten documentales acerca de los soldados caídos y las víctimas del terror. Se espera que más de 1.5 millón de israelíes visiten los 52 cementerios militares y otros de Israel durante el Día de Recordación, mientras las sirenas ulularán dos veces a través de Israel mientras coches y residentes se paran derechos.

Mientras Israel está celebrando su 70° cumpleaños, la mala noticia es que todavía reside en el vecindario más peligroso e inestable en el mundo, enfrentando a muchos enemigos que desean destruirla. El público árabe todavía odia al Estado judío aun cuando sus líderes se están reconciliando con su existencia, temiendo aun más a Irán. La amenaza de los ejércitos árabes ha sido sucedida por la aspiración iraní a la dominación regional y su eje del mal tal como Hezbolá, Hamás, Siria e Irak dominados por los chiíes, y sus milicias chiíes. Aparte, Israel está enfrentando a yihadistas islámicos suníes y los palestinos que han regresado a atacar a Israel por sí mismos y a través del movimiento BDS y la ONU.

La buena noticia es que Israel mantiene su superioridad militar y prosperidad económica en el Medio Oriente y su capacidad de disuadir a sus enemigos, con su voluntad y capacidad de tomar en forma independiente acciones agresivas y letales, inclusive a riesgo de escalada.

La noticia fea es que hay una alta probabilidad de que Irán, sus satélites y el mundo árabe intenten desarrollar y estén dispuestos a usar armas químicas y nucleares contra Israel y el mundo occidental. En el corto plazo, la esperanza de Israel es que la administración Trump abolirá el acuerdo nuclear con Irán, les reimpondrá sanciones sofocantes y si es necesario estará dispuesta a trabajar militarmente con Israel para cortar la amenaza.

Esperemos que en los próximos 70 años, los presidentes estadounidenses futuros preserven y realcen la bella amistad y alianza entre Estados Unidos e Israel. ¡Feliz 70° cumpleaños, Israel!

 

*Shoula Romano Horing es una abogada nacida y criada en Israel.

 

Fuente: American Thinker
Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México.

 

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