Enlace Judío México.- Al viejo antisemitismo de extrema derecha, se añade hoy el antisemitismo de una parte de la izquierda radical.

GABRIEL ALBIAC

Hoy, nuestros conciudadanos “viven una paradoja trágica. Su país se ha convertido en el teatro de un antisemitismo asesino”. Firmado por 250 políticos, intelectuales y artistas, el manifiesto no fue redactado en la Alemania que, a inicio de los años treinta del siglo pasado, planificaba la matanza de seis millones de ciudadanos por el delito de ser judíos.

Lo que el Manifiesto de los 250 dibuja es la Francia de 2018. Era publicado anteayer (https://www.leparisien.fr/societe/manifeste-contre-le-nouvel-antisemitisme-21-04-2018-7676787.php), como un aviso ante ese riesgo de repetir la más negra de sus historias que acecha hoy a Europa. “En nuestra historia reciente, once judíos acaban de ser asesinados –torturados algunos de ellos–, por ser judíos, a manos de islamistas radicales”.

Más de tres cuartos de siglo después del ascenso del nazismo en Centroeuropa, el llamamiento a liquidar judíos se ha convertido en un trivial automatismo de ese laboratorio yihadista que son las periferias urbanas europeas. El Manifiesto se atiene sólo a los datos de París, pero éstos son fácilmente extrapolables, más allá de Francia, al conjunto de la UE: “el 10 % de los ciudadanos judíos de la región parisina –esto es, unas 50.000 personas– se han visto obligadas en los últimos tiempos a cambiar de domicilio porque no estaban seguros en determinadas periferias y porque sus hijos no podían acudir a la escuela pública republicana. Se trata de una depuración étnica sin ruido en el país de Zola y Clemeanceau”.

Un ex Presidente (Sarkozy), dos ex primeros ministros, firmas literarias de prestigio, artistas, actores, músicos… se preguntan por la motivación de ese retorno, en un país de tradición laica y democrática, a aquellos tiempos negros de entreguerras, frente a los cuales todos nos creíamos vacunados por el horror del Holocausto. La respuesta con la que topan es aún más prosaica que trágica. ¿Por qué tan pocos denuncian la cruda evidencia del exilio masivo de judíos franceses que buscan su refugio en Israel? “¿Por qué este silencio? Porque la radicalización islamista –y el antisemitismo que vehicula– es exclusivamente considerado por una parte de las élites francesas como la expresión de una revuelta social…

Porque, al viejo antisemitismo de extrema derecha, se añade hoy el antisemitismo de una parte de la izquierda radical que busca en el antisionismo coartada para transformar a los verdugos de judíos en víctimas de la sociedad. Porque la bajeza del cálculo electoral calcula que el voto musulmán es diez veces superior al voto judío”.

No es de un drama francés de lo que el Manifiesto habla. En toda Europa, los barrios de mayoría musulmana se han trocado en territorio de caza contra la población judía. Y, en algunos casos –el parisino barrio de La Chapelle, por ejemplo–, en zona prohibida a las mujeres no veladas. Está claro que ser judío en esa Europa es un peligro. Hoy. Y que no denunciarlo es ser cómplice de lo que viene. De lo que ya ha empezado.