Enlace Judío México – Existe una organización no gubernamental en Israel que se llama REUT, su objetivo es apoyar la calidad de vida de aquellos sectores de los cuales el gobierno no se encarga. De esta organización, surgió un proyecto llamado TOM (Tikkun Olam Makers).

Este evento tiene como objetivo el desarrollo de soluciones dentro de lo que se Makeathom TOM, y ocurre en espacios como el IDEA LAB del CIM-ORT. El propósito, es que, durante dos días, por equipos divididos de siete personas, se asigna el caso de una persona con una discapacidad, y como equipo el reto es desarrollar un dispositivo funcional que resuelva un área específica de dicha discapacidad; con el fin de facilitar una función, en general alguna dificultad que se le presente día a día.

Durante las cuarenta y ocho horas, los equipos tienen las herramientas de impresoras 3D, madera, cortadora laser, plástico, herramientas, imanes, electrodos, entre otras opciones; con el fin de lograr el desarrollo del dispositivo.

Los dispositivos deben de ser lo más creativos posible, viable y lo menos invasivo para la persona. Al final, el fin de esto es que los dispositivos realizados sean posibles de replicar para distintas personas alrededor del mundo; siendo lo más accesible posible debido a que se proporciona esta ayuda a personas en una posición socioeconómica vulnerable.

Los diseños y prototipos se suben a la nube de la organización TOM, para que distintas personas en otras partes del mundo, que se identifiquen con este; tengan la posibilidad de adquirirlo por un precio accesible en cuanto a sus posibilidades económicas. Por medio de una descarga de la nube, se obtiene el artefacto.

Platiqué con un universitario que participó en este reto, Eitan Capuano, esta fue su experiencia: “Fue una locura. Cuando me invitaron, pensé que iba a ser un producto chiquito de algún proyecto de prepa. Pero al ver los resultados palpables, fue increíble. Yo hice un imán para que pueda un niño agarrar una botella. Imprimieron una prótesis de una mano en 3D. Otros hicieron una mesa plegable a una silla de ruedas para que pueda pintar el niño. Se hicieron cosas impresionantes, sintiendo también un gran sentimiento al ver a la persona que estás ayudando, el cual está ansioso y emocionado. Fueron 48 horas de no dormir, trabajando y encerrados en un solo lugar, pero valió por completo la pena porque al ver los resultados logrados fue mucho sentimiento”.

Los organizadores del evento en CIM-ORT pusieron a disposición de los siete participantes con discapacidad cubículos privados para que pudieran descansar cuando fuera necesario.

En este reto participaron preparatorianos de los colegios Maguen David, CIM-ORT, Escuela Webster y el IPN. Además de alumnos universitarios.