Enlace Judío México.- Un miembro del grupo golpeado por un torrente que mató a 10 en un barranco del desierto describe el momento en que sus amigos fueron barridos. “Fue una ola potente, nunca había visto algo así”
En un nuevo testimonio el viernes, un sobreviviente de la inundación repentina del desierto que se cobró la vida de 10 adolescentes contó los terribles momentos en los que el grupo se dio cuenta de que estaban en grave peligro, y el instante en que sus amigas fueron arrastradas por una potente ola de agua.
El adolescente de 18 años, que habló de forma anónima, dijo en el sitio de noticias Ynet que el jueves por la mañana él y sus amigos, quienes debían comenzar sus estudios en la academia premilitar de Bnei Zion a finales de este año, no tenían sospechas de posible peligro cuando comenzaron su caminata de vinculación previa al programa en el barranco en el río Tzafit.
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“El clima en el camino estaba despejado y no había llovido durante la noche. Era muy agradable e incluso cálido como en cualquier caminata normal“, dijo.
“Fuimos al lecho del río. Comenzó a lloviznar y algunas personas se pusieron impermeables, algunos cubrieron sus bolsas. Algunas de las chicas estaban teniendo problemas así que me quedé con ellas para ayudarlas a proteger sus bolsos“.
La lluvia comenzó a intensificarse.
“Una de las chicas dijo que su mochila se estaba mojando y que no tendría nada con que dormir, así que la ayudé a cubrir su bolsa con bolsas de plástico. Nos llevó tiempo, y nos retrasamos. Detrás de nosotros había otras cuatro personas, incluidos el guía y el médico … Cuando se nos acercaron, fui a hacerle una pregunta al guía, a tiro de piedra de las chicas.
La adolescente dijo que creía que la decisión de quedarse atrás y luego acercarse al guía bien podría haberle salvado la vida.
“Comenzamos a escuchar este ruido de rocas [que se estrellan] y algo así como rociadores de irrigación [pero] tal vez ocho veces más fuertes“, recordó.
El médico del grupo gritó que se avecinaba una inundación y les dijo a todos que subieran a una pendiente más alta.
“Rocas de la mitad del tamaño de un hombre volaron contra la pared y explotaron, y se produjo un gran boom“, continuó la adolescente.
“Todos lo oyeron. La pared comenzó a colapsar, pedazos se cayeron y todos [saltaron a un lado]. Eso duró unos segundos y salté a una repisa, y cuando me giré para ver qué pasaba con las chicas, ya tenía el agua en las rodillas.
“Una ola de un metro y medio (5 pies) de altura simplemente golpeó a las chicas y se las llevó. Fue una ola potente, nunca había visto algo así. No tenían ninguna posibilidad de sobrevivir a eso. El agua subió a mis pies a pesar de que estaba en un saliente. El guía y el médico me gritaron que subiera de inmediato y que los que estaban debajo corrieran“.
Dijo que era “imposible” atrapar a los que habían sido arrastrados por la corriente. “Si me hubiera quedado abajo un momento más, también habría sido arrastrada“.
Los que no habían sido golpeados por las aguas de la inundación subieron luego. Algunos trataron de pedir ayuda en sus teléfonos, mientras que otros comenzaron a buscar a los que se habían llevado. “Tal vez se encontraron con algo en el camino“, dijo, describiendo su pensamiento en ese momento.
“Gritamos sus nombres porque pensamos que tal vez alguien todavía estaba allí, pero nadie respondió. Solo había una enorme y loca corriente de agua con rocas, olas y remolinos de agua“.
Un gran número de fuerzas de rescate se apresuraron a ayudar al grupo, pero para los que habían sido arrastrados por las corrientes, fue demasiado tarde.
El paramédico Orgad Cohen dijo a Hadashot TV que la experiencia de la noche del viernes de tratar a las víctimas de las inundaciones fue una de las más difíciles de su vida.
“Otro helicóptero desciende, y otro helicóptero desciende, y comenzamos a recibir a estas chicas de 18 años, sin signos de vida. Fue un espectáculo muy, muy difícil“, dijo.
“Como profesional, uno está bien versado en estas cosas, pero esta vez fue realmente difícil. Como … hombre de familia, ver a los niños en tal estado. No se lo deseo a nadie“.
A pesar de las consecuencias de la caminata, que el personal de la academia decidió emprender a pesar de las advertencias de posibles inundaciones repentinas en el área, el adolescente que sobrevivió advirtió en contra de apresurarse a señalar culpas.
Explicó que el personal de la academia dijo que había verificado con las autoridades pertinentes. “Hubo una expectativa de lluvia solo a las 3 p.m. y estábamos caminando a la 1 p.m. La gente de la academia dijo que si llovía iríamos a otro lugar y definitivamente no a una inundación“. No había ningún plan para ver las inundaciones, señaló.
“No podemos sacar conclusiones precipitadas. Ya están culpando a la academia, pero eso no está bien y deberían dejar que la policía haga su trabajo e investigue. No sé a quién culpar y nadie sabe a quién culpar“.
La policía arrestó el viernes al jefe de la academia y al guía turístico del grupo bajo sospecha de homicidio por negligencia.
Según un informe de noticias de Hadashot el viernes por la noche, ambos dijeron a la policía que habían consultado con una compañía de pronóstico del tiempo antes de emprender el viaje, así como, inofensivamente, con un ex alumno de la academia que ahora sirve como meteorólogo en el Fuerza Aérea israelí.
Aparentemente los dos eran muy conscientes del clima problemático en los días previos al viaje, y la ubicación de la caminata planeada había sido cambiada dos veces debido a las previsiones de lluvia e inundaciones. Estaban bajo la suposición de que la ruta de senderismo que habían elegido estaría segura hasta las 3 p.m. el jueves, dijo el informe de televisión.
Los dos fueron interrogados durante la noche de jueves a viernes por no haber escuchado las advertencias de inundaciones al sur del Mar Muerto y suspender la caminata, dijo la policía. Un tercer sospechoso también fue interrogado y luego liberado en arresto domiciliario.
El juez Eitan Gonen, del Tribunal de Magistrados de Beersheba, reveló intentos de encubrir información sobre la planificación del viaje y dijo que había “contradicciones en el versiones de los acontecimientos” que los dos habían dado.
Los 10 muertos en las inundaciones se encontraban en un grupo de 25 estudiantes en una caminata organizada por la academia. Debían comenzar el programa en el año siguiente, y la caminata fue pensada como una excursión de vinculación previa al programa. Nueve de los cuerpos de los adolescentes se encontraron en el transcurso de la tarde y la noche del jueves, y el décimo fue descubierto temprano en la mañana del viernes.
La caminata en el río Tzafit, un lecho del río en la zona sur del Mar Muerto, se adelantó a pesar de las advertencias de condiciones climáticas potencialmente mortales.
Pero en un mensaje de WhatsApp enviado a los participantes el miércoles antes del viaje, los organizadores aseguraron a los participantes que no había de qué preocuparse.
Insistieron en que la caminata sería “divertida y húmeda, y una experiencia“. Se instó a los estudiantes a traer “un impermeable“, “una funda para lluvia para sus maletas” y “una muda de ropa por si tenían que cambiarse“.
“No te preocupes“, decía el mensaje. “Estamos bien preparados para la caminata y la academia ha verificado con las autoridades pertinentes“.
El jueves, otro adolescente que sobrevivió al incidente recordó haber visto “cuerpos en el agua” cuando olas de 3 metros de alto mataron a 10 de sus amigos.
“Vi cuerpos flotando en el agua. No sabía si estaban vivos o si lo que vi eran cadáveres“, dijo el joven a Hadashot a través de su padre, identificado como Nissim. “En un momento hubo una ola de tres o cuatro metros de altura“, relató el adolescente. “Estuve sujetando a uno de mis amigos muy fuerte … pero no pudimos soportar la enorme corriente de agua“.
“Ella fue arrastrada delante de mis ojos“, le dijo a su padre.
Otro adolescente que sobrevivió contó a Channel 10 desde su cama de hospital en el Centro Médico Soroka en Beersheba que se agarró a una rama de un árbol y se las arregló para evitar ser arrastrado.
Los funcionarios del hospital dijeron al canal de televisión que 13 de los 25 adolescentes en la caminata recibían tratamiento por lesiones leves a moderadas, incluida la hipotermia.
El subdirector de Soroka, el profesor Yochanan Pfizer, dijo que el hospital proporcionaría apoyo psicológico a los adolescentes que sobrevivieron a las inundaciones repentinas.
“El lado psicológico de esto es significativo. Tenemos un equipo de trabajadores sociales y psicólogos que acompañarán a los heridos“, dijo.
Nueve jóvenes adolescentes mujeres y un décimo varón murieron a causa de la inundación en el río Tzafit, una popular ruta de senderismo a lo largo de un lecho de río en la zona sur del Mar Muerto.
Los 10 fallecidos fueron Shani Shamir de la ciudad central de Shoham; Ella Or de Ma’ale Adumim; Maayan Barhum y Yael Sadan de Jerusalén; Tzur Alfi, el único varón muerto, de la ciudad central de Mazkeret Batya; Agam Levy de la ciudad central israelí de Herut; Romi Cohen de Maor, cerca de Hadera; Gali Balali del suburbio de Givatayim en Tel Aviv; Adi Raanan del moshav del norte de Israel de Mikhmoret; e Ilan Bar Shalom de Rishon Lezion.
Nueve de las víctimas fueron sepultadas el viernes, y la décima será sepultada el domingo.
Fuente: The Times of Israel – Traducción: Silvia Schnessel – Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudíoMéxico
