Enlace Judío México.- Desde el 30 de marzo y hasta el 15 de mayo pasado, el gobierno terrorista de Hamás de la Franja de Gaza convocó a los palestinos a multitudinarias marchas semanales entre la frontera de la Franja y la de Israel que han provocado 45 muertos, (el 70.0% militantes de Hamás y otros grupos terroristas) y miles de civiles heridos.

LEÓN OPALÍN PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

La Gran Marcha del Retorno, como se denomina a las concentraciones de palestinos, representa un movimiento de protesta contra Israel al cumplirse 70 años de existencia como Estado y de la conmemoración de la Nakba (la catástrofe en árabe), el desplazamiento de 750 mil palestinos de Israel como consecuencia de la guerra entre Israel y varios países árabes a partir del 15 de mayo de 1948. Los protestantes también exigen que se reconozca el retorno de los palestinos, que ahora ellos contabilizan en 5 millones y el levantamiento del bloqueo de Israel contra la Franja de Gaza.

En las violentas manifestaciones en la frontera de Gaza con Israel, los palestinos han quemado grandes cantidades de neumáticos para crear escudos de humo para las protestas. Asimismo, han arrojado a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) piedras y cocteles molotov y, lanzado cientos de cometas y globos de helio adheridos con materiales químicos que han provocado incendios en los campos de cultivo de los israelíes próximos a la frontera, esto como símbolo “de que se les niega el derecho de trabajar en las tierras que consideran suyas”; con ello también buscan provocar pánico y desgaste en el enemigo.

La respuesta de las FDI a las agresiones ha sido el lanzamiento de gases lacrimógenos y disparos con balas reales contra los principales instigadores y contra los que tratan de cruzar la frontera. Las FDI levantaron montículos de arena a lo largo del perímetro y dispusieron a un centenar de francotiradores para repeler a los terroristas e infiltrados.

Analistas consideran que el fondo de la Marcha del Retorno es parte de la política de contención y desviación de la atención de los graves problemas económicos y sociales que se registran en la Franja de Gaza. El Ministro de Defensa de Israel evalúa la situación existente en Gaza “como un desastre”. En este sentido, en los últimos meses el gobierno de Israel ha aprobado varias medidas para mejorar las condiciones de vida de los gazatíes: ampliación de la zona de pesca en el Mediterráneo y el otorgamiento de un mayor número de permisos a los empresarios locales para ingresar a Israel, entre otras.

Hamás considera un triunfo la Marcha del Retorno porque genera una presión internacional sobre Israel por el gran número de heridos palestinos y su imagen de represor; no obstante, por la crítica situación existente en la Franja, los líderes de Hamás “han enviado mensajes a Israel a través de diferentes canales expresando su voluntad de negociar un alto al fuego a largo plazo que incluya un alivio al bloqueo a la Franja de Gaza, permisos para infraestructura a gran escala e intercambio de prisioneros y de cuerpos de soldados caídos en batalla”.

Se considera que la propuesta indirecta de Hamás es para ganar tiempo para palear la crisis que enfrenta; Hamás en su declaración constitutiva declaró como propósito principal la destrucción de Israel. Por lo demás, Hamás ha continuado lanzando cohetes a territorio israelí y posee un arsenal de los mismos, que en cualquier momento los podría utilizar masivamente contra Israel, como sucedió previo a la guerra entre Hamás e Israel en agosto del 2014. Igualmente, sigue construyendo túneles de infiltración en dirección a Israel con el propósito de llevar a cabo actos terroristas; sin embargo, los túneles serán totalmente neutralizados con el muro subterráneo que Israel está construyendo de decenas de metros de profundidad y 65 kilómetros de extensión desde el mar Mediterráneo en el norte de la Franja de Gaza hasta el paso de Kerem Shalom, en el sur y donde confluyen las fronteras de Israel, Gaza y Egipto; se espera que el muro esté listo en dos años.

Sin subvaluar la amenaza que Hamás representa para Israel, el peligro inmediato es Irán, infiltrado en Siria con el propósito de atacar a Israel a través de su aliado, el grupo terrorista Hezbolá, que ha estado apoyando al presidente Bashar Al Assad en su lucha contra los rebeldes sirios en una guerra que ya cumplió 7 años.

De acuerdo a fuentes militares de Israel Irán planea represalias contra Israel quien durante varios años ha atacado los envíos de armas de Irán a Siria y recientemente atacó sitios militares iraníes en Siria. Irán le atribuye a Israel al menos cinco ataques contra sus fuerzas armadas en Siria desde septiembre pasado; el último fue el 8 de mayo contra los misiles que milicias apoyados por Irán tenían en ruta de transporte hacia el sur de Siria para un presunto ataque contra Israel.

Israel ha establecido una alerta máxima en el Norte del país, después de que las FDI informaran “movimientos inusuales” en esa zona, por lo que se hizo un llamado oficial a los residentes del área para que los refugios antibombas estén preparados y abiertos. El lanzamiento de cohetes iraníes a territorio israelí deteriora rápidamente la situación y toda la región podría estar bajo fuego. Las FDI deben de estar preparadas incluso para un conflicto directo con Irán. La decisión del presidente Trump de retirarse del acuerdo nuclear firmado con Irán en el 2015, y la reimposición de sanciones de EUA a este último aumenta la posibilidad de un conflicto mayor.