Enlace Judío – Aish México, siempre con el interés de dar a su congregación y amigos conferencias con carácter de vida y con el fin de mejorarnos diariamente en nuestras vidas personales. El 8 de mayo en las instalaciones de Aish México se impartieron dos conferencias con el rabino Arturo Kanner, “Ser feliz con lo que no tienes”, de Aish México y el Rabino Igal Snertz autor del libro El Código Judío de la Felicidad.

Comenzó el Rabino Kanner: “Cómo enfrentar los problemas de la vida. Aquí siempre mencionamos que encendamos nuestro GPS, lo que significa: Tenemos tres relaciones en la vida Con D-os, con los demás y con nosotros mismos. Normalmente la gente cree que crecer significa la relación con D-os, más son inmensas las responsabilidades hacia nuestros semejantes y obviamente la integración de nuestra alma y cuerpo que es nuestro carácter.

Empecemos con la pregunta ¿acaso se puede ser feliz con lo que uno no tiene? Uno normalmente cree que la felicidad y la circunstancias están relacionadas. Tanto la Psicología positiva como el judaísmo dicen lo mismo: Hay tres problemas de las circunstancias de la vida dependiera nuestra felicidad:

1. No soy responsable, hay que esperar que la vida nos sonría.
2. Solo el diez por ciento de las cosas son las que tienen que ver con nuestra felicidad y las circunstancias.
3. Lo importante es la actitud. Todo depende la actitud que la persona tiene ante sus circunstancias.

La relación interna en la que uno vive es el lugar adonde están tus pensamientos. No es la realidad la que te define, es tu pensamiento, está ahí, realmente vive.

¿Cómo los pensamientos afectan las emociones y la felicidad?

Las ideas de la vida: Realidad-Emoción (objeto, personas, situaciones); hay que utilizar los filtros para ver cómo interpretamos las cosas para llegar a una realidad. Hay una regla de vida: Si quieres cambiar una emoción debes de cambiar el filtro de como evalúas la realidad.

La pregunta más fuerte: ¿Cómo es posible que uno puede estar en tragedia o vislumbrando tragedia y seguir estando en un estado de felicidad?

La felicidad es una carga de energía emocional, mientras que la depresión es falta de energía. Si entendemos que la felicidad es energía emocional, entonces no es un objetivo es una herramienta. La tristeza más grande es cuando la persona dice: Quiero ser feliz, la esencia de la felicidad es cuando estamos en un estado que me permite manejar la vida en una manera clara, productiva y eficiente.

La psicología positiva dice que la gente feliz son personas mucho más activas, caritativas con objetivos positivos en su vida.

¿Cuál sería el filtro más importante para tener siempre energía? ¿Qué tendría que tener en mi mente que, si lo logro tener como música de fondo, haría toda la diferencia en mi vida? Todo lo que me pasa o pasa a mi alrededor aunque sea malo tengo que utilizar mi filtro para seguir siendo feliz. El filtro a desarrollar pasa salir adelante requiere de dos cosas: repetición y emoción. Esto implica trabajarlo, repetirlo. Si no lo trabajamos no resulta.

La herramienta más importante para desarrollar en la vida en que todo lo que estoy viviendo está completo y todo es primordial.

Tomó la palabra el Rabino Igal Snertz: “Generalmente para sentirnos felices buscamos la comodidad, lo que necesitamos esté presente y el placer. Lo más importante es la trascendencia. Alguien dijo que cada persona tiene que tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro. Esto significa que tenemos que dejar algo en este mundo. Hay tres niveles de trascendencia. El más bajo es la personal que hace algo para su bienestar personal, como un día de estudio que me va a dar algo para el día de mañana

El siguiente nivel es la trascendencia social, saber que mi vida va más allá del día presente. Que he impactado de alguna forma en las personas que me rodean, que aporta a los demás.

Creo que las personas felices a través de la historia han sido individuos altruistas e idealistas. Muchas personas piensan que tener un hijo es un problema, cada vez son menos los niños que tienen una familia. La edad en que tienen hijos cada vez es más tarde, no quieren que interfieran en sus planes de vida. Es un grave error, lo importante es la trascendencia no la comodidad. Tiene que sentir que estas aportando algo cuando ya no estés acá. Tener un hijo es el esfuerzo más grande que existe, pero también el placer más considerable, saber que alguien te necesita.

A medida que va subiendo la necesidad de la trascendencia en mi vida va siendo menos importante la comodidad.

El nivel más alto de la trascendencia espiritual. No basta con el mundo físico. Solo una persona que entiende que su vida va más allá de este mundo se va a sentir realmente feliz. Cuando yo hago algo va a pasar más allá de la eternidad. La Torá no enseña que no solo es importante lo que yo aporto a la sociedad, sino en forma espiritual”.