Enlace Judío México.- Hoy es Rosh Jodesh Siván. En menos de una semana celebraremos Shavuot, la fiesta de la entrega de la Torá.

RABBI YOSEF BITTÓN

En un día como hoy, hace de 3500 atrás, el pueblo de Israel se congregó en el desierto de Sinaí y comenzó a preparase para el evento más importante de la historia: la celebración de un pacto o alianza con Dios.

A la sucesión de eventos que tuvieron lugar en el desierto y en el Monte Sinaí, incluyendo la entrega de la Torá, se lo conoce en hebreo como “ma’amad har sinai”, la revelación de Dios al pueblo judío en Sinaí.

Ma’amad Har Sinai se puede dividir en tres eventos.
הצעת הברית

1. Hashem nos ofreció ser su pueblo elegido, entrando en un pacto con Él. Y nosotros aceptamos.
מתן תורה

2. Dios, entonces, nos entregó la Torá, el documento que contiene las pautas y condiciones de la alianza entre Dios e Israel.
קבלת התורה

3. El pueblo judío aceptó regirse por las leyes de la Torá. La Torá se transformó desde ese entonces en nuestra ley fundamental: nuestra “Constitución”.

Este pacto entre Dios y un pueblo es único en la historia de la humanidad y se describe en detalle en el capítulo 20 y en el capítulo 24 de Shemot (Éxodo).

Veamos ahora lo que ocurrió, un poco más detalladamente.

OFRECIMIENTO

El primer día del mes de Siván Moshé ascendió al monte Sinaí y recibió allí el mensaje Divino: (Éxodo 19:3-6): “Así hablarás a la casa de Ya’aqob, y le dirás a los hijos de Israel. Ustedes habéis visto lo que hice a los egipcios, y cómo los conduje a ustedes como sobre alas de águila, y los he traído a Mí. Y ahora, si obedecen Mi voz y [están dispuestos] a cumplir Mi pacto, serán una posesión preciada entre todas las naciones, un pueblo especial. Yo puedo elegirlos entre todos los pueblos, ya que toda la tierra me pertenece. Ustedes serán para un reino de sacerdotes y una nación consagrada para Mí.”

Dios invitó a Israel a establecer un pacto con Él. Nos ofreció ser una nación de sacerdotes (cohanim), un pueblo consagrado a Él. Lo que distingue a los sacerdotes de los demás miembros del pueblo es que los sacerdotes mantienen una relación constante y muy cercana con Dios y están dedicados enteramente a Dios y a Su servicio. Este privilegio, a la vez, también implica más obligaciones, más preceptos y más limitaciones para los “sacerdotes”.

PRIMERA ACEPTACIÓN

Luego, Moshé descendió del monte Sinaí y presentó al pueblo los términos del pacto. El pueblo escuchó la propuesta y aceptó celebrar el pacto con Hashem, y respondió con una sola voz: (Éxodo 19:8)”Cumpliremos con todo lo que Hashem ha dicho.” Esta NO fue la aceptación del Pacto, fue sólo el primer paso: aceptar celebrar un pacto. Es exactamente como un compromiso en el marco de un casamiento. En el compromiso novio y novia aceptan seguir adelante y en un futuro mediato, casarse. El pueblo de Israel declarará dos veces más su aceptación del pacto. La segunda vez luego de escuchar los 10 mandamientos y los Mishpatim, y la tercera vez, cuando responderá con la famosa frase: “Todo lo que Hashem ha dicho, haremos y escucharemos”. Recién en ese momento, formalmente, comenzó nuestra alianza con Dios.

PREPARACION

Una vez que el pueblo de Israel expresó su compromiso preliminar, Hashem anuncia que se revelará ante todo el pueblo en el plazo de tres días, esto es Shavu’ot. Dios le dijo a Moshé (Éxodo 19:10-12): “Ve y consagra al pueblo hoy y mañana. Diles que se purifiquen, que laven sus ropas y que se preparen para el tercer día, porque en ese mismo día Yo descenderé sobre el monte Sinaí, a la vista de todo el pueblo”. Los hijos de Israel se purificaron durante tres días (3, 4 y 5 de Siván) y se dispusieron a entrar en el pacto con Dios. De acuerdo a nuestros Sabios cuando la Torá menciona purificación y lavado de las ropas, se refiere a la inmersión y purificación de todo el cuerpo en un Mikvé, el baño ritual judío.

Continuará…

 

 

Fuente:halajá.org