Enlace Judío – Conoce cómo la actriz Gaby Goldsmith se ha comprometido a lo largo de los años con la sociedad y sus necesidad, y hoy es candidata a diputada federal por el Distrito 24.

Gaby Goldsmith: Lo que he aprendido en mis recorridos cuando a mi me ven y llego, lo primero afortunadamente, gracias a Dios, es una reacción muy amigable porque finalmente les resulto una figura familiar, soy alguien a quien han visto por años en su casa. Mi carrera pública me ha permitido estar en muchos hogares y que la gente me reconozca y me vea casi como alguien que les es eso, alguien cercano, y sin embargo cuando ven de inmediato que en esta ocasión vengo con algo más que es participar en una representación pública, hay una reacción de seriedad, de atención para ver que les voy a decir, donde yo les explique los motivos que me impulsan a dar este paso, realmente lo que yo percibo es una reacción muy fuerte entre la palabra partido, sea del color que sea, la gente está con un sentimiento de decepción. Se han vuelto incrédulos ante la palabra y las promesas. Se dice y lo escucho diario, lo escucho muchas veces, que ya están cansados de tantos candidatos que pasan y les hablan y les dan su larga lista de promesas que nunca cumplen, que los ven nada más cuando necesitan el voto, que después nunca más los vuelven a ver, que cuando buscan una reunión o una cita con alguno de ellos ya no se las dan, pero cuando necesitan el voto  aquí están. Entonces ¿Ahora que nos vas a decir? Yo les recuerdo que para mi es la primera vez que paso de este lado ciudadano al otro, pero sin dejar de este lado y vuelvo a establecer la conexión y el puente de comunicación, entonces tengo una gran responsabilidad por que es una oportunidad maravillosa que Dios mediante, si loogro estar, como estoy convencida que voy a estar, quiero que esa puerta se quede abierta para que después de mi vengan muchos más ciudadanos a hacer una mano que dentro del Congreso diga sí estoy de acuerdo o no estoy de acuerdo.

Enlace Judío: Gaby, tu eres una persona muy popular, por haber sido una cara que se vio mucho en la televisión, en teatro, en cine ¿Qué te deja este pasado de la actuación y cómo de ahí sacas lecciones para poder ser quien eres hoy?

GG: Afortunadamente he tenido una trayectoria en la parte artística sin escándalos. Estoy orgullosa la verdad por eso lo cuento y la gente lo sabe, entonces yo no incomodo, realmente soy una figura familiar que lo mismo me ve la esposa que el esposo, los hijos que las hijas, no tengo algo que incomode a nadie, al contrario, me sienten como alguien cercano. Y es un facilitador, es algo que te establecen enseguida empatía y facilita la comunicación con la gente, y lo pongo al servicio precisamente para establecer ese primer puente de comunicación. A partir de ahí viene el trabajo de un verdadero proyecto como el que traigo, en donde tengo algo que comunicar y que además lo he ido construyendo con la gente, en función de lo que necesitamos los ciudadanos, de lo que la gente del Distrito XXIV en mi caso está pidiendo. Llevo un poco más de mes y medio de caminar diariamente y de platicar e interactuar, escuchar, ver a la gente, convivir con ellos, ver desde antes de que salga la luz del día cómo corren a su trabajo, a que se tienen que enfrentar, escuchar historias, algunas verdaderamente muy lamentables de temas de inseguridad de lo que se tienen que enfrentar diariamente. Historias muy fuertes. Sin embargo, veo también este espíritu por salir adelante de gente muy emprendedora. Y finalmente, el ser una figura pública te permite estar más cercano, pero no es suficiente. Tienes que traer un proyecto. En mi caso son ya muchos de trabajar desde el tercer sector. Desde las organizaciones de la sociedad civil. Tengo 28 años de trabajar con grupos vulnerables, de trabajar proyectos sociales. Tengo una formación académica, una maestría, un doctorado. En una carrera que tiene todo que ver con atender las causas sociales, con incidir en políticas públicas. Esta como hecha a la medida para que esto esté ocurriendo justamente en este momento de mi vida. Tengo muchas ganas de ayudar. De entrarle a la cancha y de empezar a hacer algo que se note y que la gente note que todavía podemos confiar y que todavía habemos personas que sí queremos cumplir con lo que prometemos.

Siempre he estado convencida de que tenemos una misión que va más allá de la realización personal. Una cosa es eso, la parte en donde uno cree que si se desarrolla personalmente. Y otra cosa es si lo que le tienes que devolver a la vida por el privilegio de estar aquí. A mí la misión me encontró en el camino. En alguna ocasión, gracias a mi carrera artística, mi otra línea de desarrollo, me hicieron reina de Tepito hace algunos años, y tuve la oportunidad de conocer el lado amable de los colonos residente de la colonia Morelos-Tepito, de establecer un vínculo maravilloso con ellos, de aprender de ellos, de que la líder de los colonos de Tepito me llevó al primer programa social y me impulsó para que hiciera la primera vinculación con un funcionario público. Me pidió que fuera ese día con el delegado de la Cuauhtémoc, y estando ahí llevé el mensaje de la gente de Tepito. Estoy hablando de 1990. A mi me pidieron que este señor se presentara porque estaban todavía con rezago en la reconstrucción del sismo de 1985. Logré que el señor fuera y se sentara, y fuera a comer con la gente. Ese día estuve con la gente y descubrí esa llave mágica de que ser una figura pública es que si inteligentemente la pones al servicio de lo mejor, es muy poderosa. Hay gente que abusa de ella y la usa muy mal. Pero yo encontré esa parte tan grata de cómo la puedes usar para ayudar. Son lecciones que le debo a la gente de Tepito, mi primer contacto con población de calle fue ahí. Ahí viví lo que fue un rescate de gente que sobrevive en las coladeras, en hoteles o cines abandonados, en lotes baldíos, en bajopuentes, en los lugares más inimaginables. Son colonias enormes y que hay una cuarta generación en calle, y que es una población que aunque los datos oficiales te hablan de miles, realmente son millones que es una bomba de tiempo. Son gente muy lastimada, que parece como si se hubiera vuelto invisible para el otro lado de la sociedad. Y que son chavos que también tienen sueños como cualquier otro que ha nacido con una estructura de familia, simplemente con historias de vidas muy complejas.

El día que me hicieron “reina de Tepito”, en ese entonces yo estaba empezando en mi carrera artística, estaba muy joven, y era muy común que te hicieran reina de 20 mil cosas. Yo tenía colección de cetros, coronas, bandas, etc. Pero cuando fui a Tepito se me acercó al final del evento la líder de los colonos de la gente que reside ahí y me dijo, “¿Con que tu eres nuestra reina? Fíjate que tenemos un festejo para nuestra reina”. De repente entré a un salón más o menos como este lugar donde estamos y había una herradura de mesas con ollas enormes con comida, y con el lugar para su reina. Conviví con la gente, y de repente ya estaba en mi coche con 3 ollas enormes de comida. Llegué, compartí y repartí comida. Y cuando quería regresar las ollas, le hablé a Sally de Perete y me citaron afuera de la PGR en Reforma. Llegué con las ollas, juguetes y algunos dulces. Me subieron a una patrulla y junto con otras más, con sirena abierta, entramos a Tepito, acabamos en un gran festejo y de ahí pa’l real. Empecé a convivir con ellos, aprendí mucho de la unión, del lado maravillosamente bondadoso y generoso de los residentes de Tepito. Allá no hay un niño que se quede sin regalos en Navidad porque todos los vecinos se cooperan para que tengan juguetes y sean suyos o no los niños. A mí me ponían como los Reyes Magos de la Alameda a entregar regalos que ellos mismos tenían. Aprendí muchas cosas buenas y maravillosas de la gente de Tepito.

EJ: Vienes de una familia judía ¿Esto te ha ayudado, te ha afectado?

GG: Fíjate que yo soy una auténtica mitad y mitad. Por el lado de mi mamá todos son católicos, y por el lado de mi papá todos son judíos. Tengo 50 y 50, por lo que desde que nací soy plural. Por eso tengo tal vez esa visión integral de las cosas y de no hacer distinciones, y de finalmente ver a las personas como somos. Humanos, más allá de nuestras creencias y formas de pensar, antes que nada yo veo a las personas. No me importa donde estén ni cuál sea su actividad, ni cuál sea su historia, veo a gente, gente que tiene derechos y que tiene necesidades como todos. A mi al contrario, a mí me ha servido tener esta pluralidad desde los genes, porque así es como yo veo al mundo, quiero a la gente.

EJ: ¿Tienes amigos en la Comunidad Judía?

GG: Sobretodo de mi familia, de un lado y del otro. No tengo mucho tiempo para socializar porque soy una persona hiperactiva que toda la vida me las he ingeniado para siempre estar ocupada, soy multitask. No me puedo estar quieta. Mi mamá decía que no había manera de que me estuviera quieta. La verdad es que no me alcanza el día, se me hace chiquito. Cuando me doy cuenta ya acabó, y de las 15 cosas que planée, a lo mejor conseguí 9 o 10 y me desespero, y al otro día voy por más, y así estoy. No tengo tanto tiempo para convivir.

Hubo una época de mi vida en que me daba el lujo de jugar 5 horas al tennis y demás, pero qué bueno que lo viví en su momento. La verdad hoy disfruto mucho lo que hago. A los amigos, indistintamente, de la comunidad, de la escuela, excompañeros.

EJ: ¿Estudiaste en una escuela judía?

GG: Yo estudié en el Colegio Americano, en el Colegio Avante, en La Salle, en la UNAM y en la Anáhuac. De todo. Siempre he sido como muy diversificada.

EJ: ¿Crees que se puede cambiar este México que se nos antoja de repente como muy inamovible, contra la corrupción, contra la inseguridad, etc? ¿Crees que se pueda?

GG: Yo pienso y estoy convencida de que este México se puede rescatar. Más que cambiar, yo creo que es rescatar cosas que se han perdido en el camino. Cosas que se han olvidado. Siento que estamos atorados, que estamos en un momento en que sucedieron muchas cosas que no se atendieron a tiempo y se han acumulado.

Tengo 28 años de trabajo social con grupos vulnerables y de trabajar en proyectos y programas sociales. Estoy acostumbrada al contacto con las comunidades, sobre todo las que se encuentran en pobreza extrema, y en programas de emprendedurismo social.

Fui becada dos veces por la Universidad Anáhuac. Tengo una maestría en responsabilidad social y tengo un doctorado en innovación en responsabilidad social, para que vean que también hay una estructura y una formación académica, porque no basta sólo con ser una imagen a la hora en que hay que tomar una voz y tener la representación de muchas voces más.

Este 2018 cumplo mis primeros 24 años de vida en el Distrito XXIV, y llevo mes y medio de estar caminando en las calles. Empecé en la zona popular. Aproximadamente el 84% de nuestro Distrito XXIV se compone de zona popular, y más menos un 15% es la zona residencial. Me ha servido, como estoy acostumbrada, para entrar en contacto directo, uno a uno con la gente, y prácticamente he hecho un ejercicio de factibilidad. Sería a lo mejor encuestadora porque mi muestra es muy grande, de toda la gente con la que he tenido la oportunidad de interactuar, y de escuchar de primera mano que es lo que viven y con lo que conviven todos los días.

La problemática tiene ejes muy definidos que coinciden con mis 3 temas de campaña originales. El primero, el tema de guarderías, porque estoy buscando el impulso a las mujeres. Hay mucha mujer y jefa de familia, sobre todo si hablamos de la zona popular, que por distintas circunstancias se quedan solas y al frente de la responsabilidad de sacar adelante a los hijos, y tienen que seguir desarrollándose en sus actividades propias. Las guarderías con un buen nivel y donde los horarios sean flexibles no abundan, son muy pocas. Con horarios que concluyen a las 18:00 p. m., es muy complicado para alguien que termina sus labores después de las 20:00 p. m. o 21:00 p. m.

Está también el tema del impulso al emprendedurismo que sin duda es un detonante. Y también está el problema de la inseguridad. Estamos en un momento donde prevalece la violencia, y si bien estamos de alguna manera hechos a la idea de que la violencia está por todos lados, la verdad es que para mi ha sido una gran sorpresa de qué manera es mucho más fuerte del otro lado de la barranca, que no nada más es una física, es una social, donde para la gente pareciera que la moneda de cambio de una vida es un celular.

Así están las cosas de graves. La gente está muy asustada. Quiero decirles que es importante que lo sepamos, porque nosotros tenemos una realidad y un conocimiento general de cómo pueden ser las cosas, pero estar en contacto con ellos es importante. Hay una población muy molesta, muy enojada, muy decepcionada y muy lastimada que es difícil que crea ahora en algo. Que la pura palabra “partido” provoca un rechazo y un estar en guardia de inmediato. El diálogo con ellos es difícil. Es difícil conectarse y realmente generar una empatía con todo lo que están viviendo. Y eso solamente se logra desde la realidad. Saben cuando alguien es real y cuando alguien les está vendiendo un discurso.

Afortunadamente he logrado esta conexión y creo que he tendido puentes. Les he hablado mucho de que finalmente todos somos el Distrito XXIV. Que así como muchas veces hay un prejuicio de aquí para allá, lo hay de ida y vuelta. Se tiene una idea un poco distorsionada acerca de la diferencia que provoca esa barranca. Y no es un tema menor. Una de las cosas que yo busco es que esa brecha sea un poco menos profunda y estemos más cercanos. Mi formación es la responsabilidad social y ahí nos enseñan que las causas son de todos. Que los problemas no deben de sernos ajenos, que realmente somos corresponsables de ir jalando parejo y que quienes tenemos la fortuna de una manera de ir caminando en mejores condiciones, no podemos olvidar ni dejar de lado a los que se quedan atrás, porque finalmente son parte de la misma comunidad, y esto es una bomba de tiempo además. O la atendemos de la mejor manera, transformamos el rezago en capital social y nos damos la mano, o esto puede tomar realmente matices mucho más serios.

Entiendo la problemática. Convivo con ella. Originalmente mi plan ha sido colocar 2 propuestas por cada una de las 3 directrices. Sin embargo, todo esto se ha dado dentro de la zona popular. Es la primera vez que estamos teniendo la oportunidad de una reunión con la zona residencial. Y creo que lo justo es, si hablamos de un 85%-15%, que me vaya por el tema de las propuestas y coloque 2 propuestas más, donde pueda abarcar lo que sea ahora prioritario.

No quiero llenarme de compromisos, porque la lección durante mis recorridos, es que justamente el exceso de promesas ocasiona el incumplimiento de las mismas. Generalmente hay una tendencia a que los candidatos digan, “Sí, sí, sí”, y a la hora de la hora no hagan nada o hagan muy poco. La gente se decepciona y se pierde la credibilidad por parte de la gente. Hay que ganarse la credibilidad y la única manera de hacerlo es con hechos concretos.

Vamos primero por lo que llamo las “6 + 2”. Quiero pensar que esto es muy transversal. Ya hice un recorrido por Lomas Hipódromo o Ávila Camacho y creo que no hay muchas variables, aunque tal vez aquí está más descuidado el tema de las calles. Sin embargo las quejas son muy similares. Tomaremos de común acuerdo cuáles serían las dos propuestas para empezar. No quiere decir que las otras no se vayan a atender, pero quiero cumplir primero las “6 + 2”, y cuando estén en marcha, vamos por las otras.

La realidad es que no se sabe el presupuesto que está destinado para el distrito hasta que uno está ahí. Sí se sabe de lo que se hizo en el PEF desde el año pasado, lo que está ya predestinado para el presupuesto nacional, pero sí necesito conocer de manera concreta de qué tamaño de presupuesto estamos hablando y llevar presupuestadas las propuestas. Una vez que conozca el presupuesto, impulsarlas para que se cumplan. Me puedo llevar la sorpresa de que nos alcanza para más y entonces tendré listas las otras propuestas.

Lo peor que puede pasar es que me digan que no alcanza más que para algunas propuestas y empezaríamos por las primeras, y en el momento en que nos den luz verde, seguimos con las otras. Hay muchas variables que he ido aprendiendo y hay presupuestos de otros lugares que quedan en el aire, y quien tiene un proyecto listo es quien los puede bajar para aterrizarlos. Nosotros sí vamos a estar preparados para que no haya recurso en el aire que no podamos cachar, y aterrizar proyectos muy concretos.

Del tema de inseguridad quiero platicarles un poco, del que ya muchos deben tener conocimiento. Tuve oportunidad de sentarme en donde antes era la Procuraduría que ahora se conoce como la Fiscalía. Ahí traen entre otras cosas, la aplicación de la denuncia anónima que puedes hacer desde tu teléfono móvil. Platiqué con ellos y les dije que hay gente que estamos muy familiarizados al tema del manejo tecnológico de móviles y demás, y que los jóvenes son sin duda los que más rápido le sacan mayor partido a esta aplicación, pero les preguntamos de si estarían dispuestos a dar una capacitación, a la gente que quisiera, para que maximicen el uso de esta herramienta. La verdad, permite muchas cosas. La denuncia anónima permite no dejar ningún dato persomnal, no hay un rastro de cookies ni nada, hay un aviso de privacidad donde te garantizan que tu identidad queda totalmente protegida y que puedes denunciar sin temor. En caso de emergencia se puede pedir auxilio. Hay Alerta Amber. Todo un listado y una base de datos de los MP, de los centros de justicia. Tal vez lo de la capacitación no lo tenían al alcance, pero en el momento en que quieran yo no estaría presente, porque sería como un tema de campaña y me tengo que desmarcar.

Esto es algo extra que surgió a la hora de estar platicando de un tema que ya había compartido, que es la posibilidad de conectar el C-4 con el C-5, que fue algo que me pidieron en la zona popular. Porque con se fortalece el modelo. Y un modelo entre más controles tiene, más robusto, más seguro y más blindado está. Si las cámaras están más conectadas a C-4 y a la vez mandan una señal al C-5, quiere decir que no nada más la municipal, sino también la estatal va a estar al tanto de cuando ocurra algo. Acudí a ellos para preguntarles si esto era factible y me dijeron que sí, que de hecho hace años cuando había una emergencia, primero se llegaba a la estatal y de esta bajaba a la municipal, y que había mucho menos delincuencia que ahora. Les pregunté entonces por qué lo habían quitado. La respuesta fue: porque hubo un cambio de administración.

Lamentablemente lo cambios de colores nos pegan y se antepone un tema de proyectos personales a los intereses ciudadanos. Yo les repito, vengo de la cancha de la responsabilidad social y estoy acostumbrada a que las misiones son superiores a las personas, y por lo tanto, a los partidos.

Con todo el respeto que tengo a la ideología que nosotros tengamos, creo que nadie tiene tatuado en la piel un color de nada. Antes que nada están los intereses comunes. Y lo que funciona debe de seguir, lo haya hecho quien lo haya hecho. Necesitamos continuidad en los programas y eso va a ser algo con lo cual trabajar.

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