Enlace Judío México – Fortuita y cabalísticamente, la selección de fútbol de Israel sólo ha llegado a un único Mundial, el de México 70, y quizá no debería descartarse que esa mala suerte en la cancha le venga de raíz…

Las FDI revelaron esta semana un curioso e histórico material de archivo que no pudo haber tenido mejor momento para ver la luz que durante el inicio esta semana de la Copa Mundial de la FIFA 2018 en Rusia.

El archivo documental consta de una conversación sostenida en 1957 entre Ben-Gurion, que entonces no sólo era el primer ministro sino también el titular del Ministerio de Defensa, con sus generales Moshe Dayan, entonces jefe del Estado Mayor de las FDI, y Meir Amit, titular del Comando Central, así como también la fugaz intervención de un joven Shimon Peres (todos ellos retratados justo en la imagen que acompaña a esta nota, en ese mismo año).

“Por primera vez en mi vida vi un partido de fútbol”, dijo Ben-Gurion al terminar el juego entre el equipo de fútbol de las FDI en contra de su símil francés para conmemorar el noveno aniversario del Día de la Independencia de Israel en aquel año. “El juego de los franceses fue hermoso, pero nuestro portero fue maravilloso. Pasaban increíble el balón de ida y vuelta el uno al otro, pero cuando se trataba de meter gol, fallaban. Su juego fue mucho mejor que el nuestro”. Y agregó, notando una graciosa particularidad: “Nuestro portero fue excepcional, rodó dos veces para atrapar la pelota”.

Dayan, quizá estallando en risa tratando de no desarreglar su mítico parche, le respondió: “Pudo haberlo hecho una vez, pero para deleite de la multitud lo hizo dos veces”.

El general Amit le dijo después a Ben-Gurion refiriéndose a la victoria israelí de 3 a 1 sobre los franceses y con la intención probablemente de echarle flores a su jefe: “Y este no es nuestro mejor portero. Uno de los factores para su victoria fue tu presencia”.

Uno habría pensado que el fundador del Estado de Israel estaría dispuesto a dar todo por su recién nacido país en uno de los vecindarios más peligrosos del globo, pero el hacerlo sentado en una grada bajo el rayo del sol definitivamente no era lo suyo. “No volveré a esto [un partido de fútbol] de nuevo”, respondió tajantemente el primer ministro que probablemente dejó con más sorpresa a Amit que cualquiera de sus futuras misiones en el Mossad, que tendría bajo su comando unos años después.

El diario Yedioth Ahronoth pudo entrevistar por la ocasión de la revelación del documento al nieto de Ben Gurion, Yariv Ben-Eliezer, quien en ese entonces era un adolescente, y esclareció más al respecto de la visión de su abuelo sobre el deporte del balonpie. “Mi abuelo no quería ir al partido porque no le interesaba el futbol, por lo que el personal de su oficina le dijo: ‘Lleva a Yariv contigo'”.

Una graciosa anécdota desde la tribuna que le da más vida al histórico documento es recordada por Ben-Eliezer. “Tenía 17 años entonces y a la mitad del partido ya iba 1 – 0. Nuestros jugadores vestían de blanco y los franceses de azul. Al medio tiempo, como en todos los partidos, se intercambiaron los lados de la cancha. [Al inicio del segundo tiempo] las FDI anotaron otro gol y mi abuelo me dijo, ‘Ya empataron a 1’. Le expliqué que no era así, que habían intercambiado las porterías y que ahora ganábamos 2 – 0. Me dio mucha pena de que su conocimiento sobre el futbol era tan pobre. Me preocupaba tener que decirle a mis amigos que no se burlaran de mi”.

Y pese a ello, Ben-Gurion no despreció del todo al futbol durante su reunión, de acuerdo a lo que prosiguió en la conversación, e incluso expresó una gran ambición que hoy iría mucho a tono con la edición 2018 del Mundial de la FIFA, y en ese entonces con los pavores de la Guerra Fría.

“Si continuamos con los juegos de futbol, debería haber un equipo en el ejército que pueda entrenar. Claro que este año no se podrá debido a los recortes en el presupuesto, pero sería un equipo de treinta personas que entrenarían y vencerían a los rusos ¿Qué? ¿Nuestros chicos no pueden ganarle a los rusos?”

Un pesimista Amit trató de bajarle dos rayitas a las aspiraciones de Ben-Gurion en su visión a futuro del futbol israelí y le espetó: “Los rusos eligen a su equipo de entre 170 millones”.

El mandatario no se dio por vencido y le respondió de una manera emotiva, y científica, como pocas: “Si entrenan bien, estaremos a la par de ellos. Nosotros tenemos 11 millones de judíos y dimos a luz a Einstein, de ellos no salió ningún Einstein de entre 170 millones. Todo depende de la cabeza, incluso los tiros hechos con las piernas dependen de la cabeza, del cerebro. Los sesos gobiernan a los músculos”.

Acatando que aquél año no se podría presupuestar pero feliz con la propuesta del primer ministro sobre el futuro equipo que tendría como misión imponerse ante Moscú, Dayan quizá trató de animar al mandatario a que le diera otra oportunidad al futbol y le preguntó: “¿No se divirtió con el juego de futbol?”

La respuesta de Ben-Gurion, de nuevo, no dejó lugar a dudas: “Fue excepcional. Fui a verlo porque eran las FDI y el ejército francés, de lo contrario no habría renunciado a dos horas de mi tiempo por ello”.

Un mordaz Peres cuestionó por último al estadista: “¿Cuál es la diferencia entre eso e ir a ver una película al cine?”

“Tampoco voy al cine”, dio como silbatazo final su superior, sin otorgar más minutos extra a la conversación futbolística.

Fuente: Yedioth Ahronoth / Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudíoMéxico