Enlace Judío México – Si los cargos contra Gonen Segev son ciertos, muestran la importancia de Israel para Irán y plantean interrogantes sobre la contrainteligencia israelí.

AMOS HAREL

Las agencias de inteligencia están constantemente buscando agentes “valiosos”: individuos con información o conexiones con círculos internos de un país enemigo. Para la inteligencia iraní, el reclutamiento de un ex ministro del gobierno y miembro de la Knesset como Gonen Segev habría sido un importante logro.

Por supuesto, Segev fue expulsado del club hace más de dos décadas, primero en 1996, cuando abandonó la política, y luego, siete años más tarde, cuando se vio envuelto en una serie de crímenes (incluido el intento de contrabando de drogas) por el que cumplió una pena de más de dos años en prisión. Más tarde, huyó a África.

Sin embargo, si los cargos en su contra son ciertos, podría haber proporcionado a los iraníes información que no logran obtener por Internet.

Cualquiera que haya sido miembro del club comprende cómo funcionan las cosas en Israel tras bambalinas: la compleja red de vínculos políticos y comerciales, la función y la influencia del establishment de defensa. Como ex ministro de Energía, Segev también tuvo acceso a información importante sobre la industria energética de Israel, que siempre es un blanco para un enemigo.

Segev también fue acusado de intentar reclutar agentes adicionales para los iraníes, gente que conocía en los ámbitos de la defensa, la seguridad y la diplomacia. Pero hasta donde sabemos, este esfuerzo falló.

Fuentes de la inteligencia israelí afirman que sus rivales árabes tienen problemas para reclutar agentes judíos israelíes del establishment de la defensa o de círculos cercanos a quienes toman las decisiones. Pero Irán y Hezbolá, tanto juntos como por separado, evidentemente se esfuerzan más que los países árabes.

En 2004, cuando Segev fue arrestado por contrabando de drogas, Ynet informó que Hezbolá había intentado reclutarlo. Su posible operador era Qais Obeid, un árabe israelí de Taibeh que atrajo y luego secuestró al coronel (res) Elhanan Tennenbaum en 2000. Los intentos de Tennenbaum de enriquecerse rápidamente por medios ilegales y sus antecedentes militares recuerdan la posición de Segev.

Según el servicio de seguridad Shin Bet, Hezbolá también había reclutado al ex diputado Azmi Bishara, que huyó de Israel luego de ser acusado de espionaje y ahora radica en Qatar.

Segev, Tennenbaum y Bishara, cada uno a su manera, fueron más útiles para las agencias de inteligencia enemigas por su capacidad de proporcionar antecedentes y explicaciones aunque no tenían información secreta concreta. Sin embargo, el daño que podrían haber causado es más preocupante que otros casos de agentes iraníes o de Hezbolá que han sido arrestados por fotografiar importantes instalaciones del ejército a distancia.

Las detalles que han sido revelados y la declaración del Shin Bet este lunes deja más dudas que respuestas. Por ejemplo, el Shin Bet informó que los lazos de Segev con los iraníes comenzaron en Nigeria en 2012, y a través de los años, mantuvo varias reuniones con sus operadores e incluso viajó a Irán dos veces.

Entonces, ¿cómo es que no fue detectado durante seis años, y qué información reveló en este tiempo? Aún no está claro. ¿Y acaso sus lazos anteriores con Hezbolá, como se informó en los medios, no requieren que sea vigilado más cuidadosamente al salir de la cárcel?

Tampoco queda claro cómo Segev fue llevado a Israel. El Shin Bet sólo menciona que fue traído por la policía israelí después de que Guinea Ecuatorial se negó a permitirle ingresar a su territorio desde Nigeria.

Suponiendo que los cargos sean ciertos, este caso es un indicio de los esfuerzos de la inteligencia iraní contra Israel. Además de recopilar información militar y aumentar su espionaje cibernético, Irán y Hezbolá no han descuidado la fuente tradicional de información, los agentes humanos.

¿Acaso lograron algo equivalente a la reciente operación del Mossad que vació el archivo nuclear de Irán? Parece que no. Segev dejó la política en 1996. Los documentos más recientes del archivo datan de 2003, pero la inteligencia israelí afirma que siguen siendo relevantes.

Más allá del gran drama humano de la historia de Segev, que sin duda recibirá mucha atención de los medios en los próximos días, este caso plantea serios interrogantes sobre las capacidades de contraespionaje de Israel. El Shin Bet probablemente intentará ampliar sus investigaciones para asegurarse de que Irán no reclute a otros agentes que tengan o hayan desempeñado un rol más activo en los eventos, pero sin iniciar una cacería de brujas.

La unidad de contraespionaje de la agencia se ha ampliado considerablemente en los últimos años. El caso de Segev insinúa que esta expansión fue necesaria.

Fuente: Haaretz / Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico