Enlace Judío México – Instamos a Estados Unidos a liderar un proceso internacional para reconocer la soberanía israelí sobre los Altos del Golán.

MOSHÉ YAALON Y YAIR LAPID

Vivimos en un mundo lleno de dilemas diplomáticos complejos, pero en este caso es simple: ¿tomarías un área floreciente en un Estado democrático occidental, donde cincuenta mil personas de diferentes religiones y origen étnico viven en armonía y se la darías a una dictadura violenta gobernada por el peor asesino en masa de nuestro tiempo para que pueda destruir la zona y asesinar a la mayoría de los habitantes?

Si tu respuesta es “no”, entonces apoyas el reconocimiento de la soberanía israelí sobre los Altos del Golán.

En 1981, se aplicó la ley israelí a los Altos del Golán. Los sirios insistieron en que se les devuelva. La mayoría de los países, incluido Estados Unidos, han evitado tomar una posición clara. Creemos que es hora de actuar.

Los Altos del Golán es una historia única en el conflicto árabe-israelí. Es una región montañosa de alrededor de 1200 kilómetros cuadrados en el norte de Israel (aproximadamente del tamaño de un rancho mediano en Texas). Cabe señalar, por supuesto, que no se vincula con el conflicto de Israel con los palestinos. Ni un solo palestino vive en los Altos del Golán.

Siria es un régimen oscuro dirigido por un psicópata apoyado por las fuerzas más malévolas de la tierra en la actualidad.

Históricamente, el territorio es conocido como la tierra bíblica de Basán del libro de Deuteronomio. Recientemente se completó la renovación de una sinagoga judía del siglo IV y en las excavaciones arqueológicas se descubrió una moneda del año 67 d.C. con una inscripción que decía: “Para la redención de Jerusalén, la Santa”. Es un área con una larga y profunda conexión.

Los sirios, por otro lado, asumieron el control de los Altos del Golán por sólo 21 años; entre 1946 y 1967. Durante esos años, convirtieron el Golán en una base militar, lanzaron cohetes contra las comunidades israelíes bajo el Golán y trataron de desviar fuentes de agua críticas de territorio israelí para secar el país.

En 1967, durante la Guerra de los Seis Días, los Altos del Golán fueron liberados por Israel. En los 51 años transcurridos desde entonces, Israel desarrolló el territorio y lo convirtió en un impresionante centro de reservas naturales y turismo, con agricultura de alta tecnología, vinos galardonados, una floreciente industria de tecnología de alimentos y hoteles boutique. El Estado concedió a la población drusa de la zona los mismos derechos que los ciudadanos israelíes, como sucede en cualquier democracia genuina.

Del otro lado de la frontera, la vida ha tomado otra dirección. En los últimos siete años, el presidente Bashar Assad ha masacrado a más de medio millón de su propio pueblo y sus acciones dejaron 11 millones de desplazados. Permitió el ingreso a Siria de la Guardia Revolucionaria iraní y Hezbolá, las organizaciones terroristas más grandes del mundo. Motivó a las milicias chiítas de Iraq y de otros lugares a inundar Siria. Es un régimen oscuro liderado por un psicópata apoyado por las fuerzas más malévolas de la tierra.

El hombre que no dudó en usar armas químicas contra mujeres y niños, siguió exigiendo el territorio de los Altos del Golán en nombre de la “ley internacional”. El hecho de que cualquier persona en el mundo occidental todavía tome en serio ese argumento es peor que ingenuidad. Es una locura. ¿Acaso su monstruoso comportamiento no tiene costo? ¿Vivimos sin ningún sentido de recompensa y castigo? El hecho de que los Altos del Golán estén bajo dominio israelí es lo único que lo salvó del valle sirio de la muerte, que se colapsa bajo el peso de la violencia y la destrucción.

La comunidad internacional, liderada por Estados Unidos, debe anunciar que percibe el mundo tal y como es. Pedimos a la administración estadounidense, a republicanos y demócratas, liderar un proceso internacional de reconocimiento de la soberanía israelí sobre los Altos del Golán.

Este movimiento es históricamente justo, estratégicamente inteligente y le permitirá a Estados Unidos exigir que Assad pague un precio por su despreciable comportamiento sin soldados sobre el terreno.

El Teniente General (Res.) Moshe “Bogie” Yaalon fue Jefe de Estado Mayor de la FDI hasta 2005 y Ministro de Defensa hasta 2016. El diputado Yair Lapid es presidente de Yesh Atid, ex miembro del Gabinete de Seguridad de Israel y actualmente es miembro del Comité de Inteligencia y Servicios Secretos de la Knesset.

Fuente: The Times of Israel / Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico