Enlace Judío México – Soldados de las FDI trasladaron a seis heridos sirios, cuatro de ellos niños huérfanos, a un hospital local en Israel la noche del viernes, en una “operación única y compleja”, dijo el ejército.

Los líderes locales en el Golán sirio contactaron a Israel para transferir a los heridos, anunció el ejército en un comunicado.

“En una operación médica única y compleja realizada por la División Bashán, seis civiles sirios con heridas moderadas a severas fueron recibidos y tratados la noche del viernes, incluidos cuatro niños. Según los informes, las familias de los niños murieron en los bombardeos durante los combates en Siria, y los huérfanos, de 6 a 14 años fueron trasladados a Israel para recibir tratamiento”, agregó.

A medida que las fuerzas del presidente sirio Bashar Assad avanzan hacia el sur de Siria, el flujo de refugiados que huyen hacia Israel ha aumentado. Miles de ellos, se amontonan en camiones que se desplazan por las carreteras hacia la frontera con Israel, huyendo de los bombardeos del ejército de siria y la fuerza aérea rusa. Según cifras de las Naciones Unidas publicadas a principios de la semana pasada, unos 11.000 civiles han huido a la valla fronteriza entre Siria e Israel. Pero los grupos de ayuda y los residentes locales dicen que el número se ha disparado tras los bombardeos en centros de población de la provincia de Daraa.

Personas desplazadas de la provincia de Daraa que llegan a Quneitra, Siria, cerca de la frontera entre Siria e Israel . Foto: Alaa Al-Faqir / Reuters

Decenas de refugiados y residentes de los Altos del Golán dijeron a Haaretz que esperan que Israel proteja a quienes huyen para salvar sus vidas y aumente su ayuda a los campamentos de personas desplazadas, que colapsan por el flujo de refugiados.

“Todos huyen ahora por temor a la opresión rusa, a las pandillas iraníes y al régimen de Assad”, dijo Abu Khaled, ex reparador de antenas parabólicas, mientras su familia preparaba su viaje.

Abu Khaled explicó que decidieron ir a la frontera con Israel “porque es más seguro allí”. Es una zona desmilitarizada, según acuerdos internacionales, y el régimen y sus aliados no pueden atacar allí con sus aviones”.

Manar (nombre ficticio), una mujer soltera de 42 años, fue desarraigada de su hogar en Daraa en 2015, cuando milicias chiítas extranjeras y las fuerzas de Assad capturaron la ciudad. Ahora radica en un pueblo vecino controlado por las fuerzas rebeldes, pero los residentes están negociando su rendición al régimen.

“Quiero huir a la zona fronteriza, porque ahí podemos pedir la protección de fuerzas internacionales de mantenimiento de la paz”, dijo Manar a Haaretz.

En 2014, Manar fue encarcelada y torturada durante seis meses por oponerse al régimen. Las fuerzas del régimen mataron a uno de sus hermanos y otro resultó herido en batallas del Ejército Sirio Libre. “¡Qué terrible dolor, ¿cómo en una semana perdimos lo que habíamos sacrificado tanto para lograr durante ocho años?”, exclamó.

Uno de los principales destinos de los refugiados es Rafid, en el centro sur del Golán sirio. En los últimos años, la ciudad ha acogido a desplazados de todo el sur de Siria que huyen de los bombardeos del régimen. Los refugiados viven en campamentos y con familias locales. Ahora, miles han llegado a la pequeña ciudad. “Los residentes abrieron sus hogares a los refugiados. Las casas están completamente llenas. Hay al menos cinco familias en cada hogar. Los refugiados se encuentran a lo largo de la valla fronteriza con el Golán. Ninguna organización humanitaria puede ayudar a las familias aquí. Los números son enormes. La situación es terrible. Este es el Día del Juicio Final”, expresó Abu Omar, un residente de Rafid.

Los bombardeos y el flujo de personas desplazadas han creado caos, y muchos han perdido el contacto con sus familiares debido al colapso de los sistemas telefónicos en la zona. Los residentes de Quneitra, una ciudad cerca de la frontera con Israel, han usado las redes de teléfonos celulares israelíes durante años. Ahora las líneas están sobrecargadas.

El director de una organización benéfica que recibió ayuda de Israel dijo que en los campamentos establecidos en la frontera, veía a niños vagando solos, llorando, que no lograron encontrar a sus padres. Agregó que Israel fue el primer país en ofrecer ayuda a los desplazados enviando combustible diesel, que la gente usa para extraer agua de los pozos.

El jueves por la noche, Israel envió 300 casas de campaña, leche en polvo para bebés, ropa, calzado y alimento a los campamentos en la frontera. Pero la asistencia no es suficiente para los miles de sirios reunidos en el área. “Los refugiados carecen de todas las necesidades básicas. Algunas organizaciones no gubernamentales han proporcionado lo que pueden, pero no es suficiente. La gente no tiene refugio. Ni siquiera hay baños para las mujeres”, dijo el director de la organización.

“Los civiles piden la protección de Israel, o que el área bajo el control de los rebeldes sea anexada al país. En el pasado, algunas personas locales me acusaron de colaborar con los israelíes, pero ahora Israel se percibe como el único país que brinda protección y ayuda a civiles sirios”, comentó.

El jueves, decenas de refugiados se concentraron frente a la valla fronteriza frentea los Altos del Golán israelíes. Pidieron a Israel que los proteja y mostraron carteles que decían: “No somos terroristas. Somos un pueblo que quiere vivir en paz” y “después de 40 años nos damos cuenta de que nuestros verdaderos enemigos son los terroristas, Bashar Assad, Irán y Hezbolá”.

Con información de The Times of Israel y Haaretz / Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico