Enlace Judío México – Cuando sigue aún fresca la disputa por cuál será la futura sede de Eurovision en Israel, un delicado señalamiento cayó sobre los autores de la canción que ha puesto a bailar a los israelíes en los últimos meses.

Una nueva polémica se cierne sobre la melodía con la que Israel, de mano de Netta Barzilai, salió victorioso este año en el concurso de Eurovision: un presunto plagio.

Universal Music Studios, una de las compañías discográficas más grandes del mundo, envió hace dos semanas una carta a Doron Medalie y Stav Beger, autores de Toy, advirtiendo sobre un posible plagio a la icónica canción Seven Nation Army de la banda norteamericana The White Stripes (ganadora de un Grammy y considerada una de las canciones más representativas de la década del 2000), de acuerdo a un reporte publicado este martes por la cadena Keshet.

Si el reclamo fuese probado de manera legal, aunque bien podría tratarse de sólo una coincidencia como en muchas otras canciones, esto podría echar a la borda el triunfo de Israel en Eurovision y despojarlo de la posibilidad de poder albergar el popular concurso en 2019 en su territorio, informó el noticiero israelí Hadashot TV.

Las presuntas similitudes dieron de qué hablar desde que Toy salió al público.

Apenas un par de días después de que se revelara cuál melodía representaría a Israel en Lisboa en el mes de mayo, el articulista Ben Shalev, del diario Haaretz escribió en su columna del 13 de marzo que Toy, “se parece mucho a Seven Nation Army de The White Stripes. Esperemos que Jack White no escuche esta canción antes del Festival de Eurovisión. Podría demandar”, señaló de manera satírica.

Y al menos desde el 22 de marzo, un video subido al portal You Tube por un usuario identificado como “Noy Alooshe”, remarcó las presuntas similitudes haciendo un remix de ambas melodías.

Medalie, confirmó la recepción de la carta enviada por Universal, y viajó ya hacia EE.UU. para abordar el caso con la disquera. Funcionarios de Universal están “muy determinados” en su posición tomada en la misiva dirigida a Medalie y Beger, según fuentes citadas por Hadashot y que dijeron ser cercanas al caso.

Una posible solución a la crisis podría ser el traslado de los derechos de Toy a Universal, lo que convertiría a la compañía en la dueña de la canción, de acuerdo al diario Yedioth Ahronoth. Este movimiento obligaría a los compositores a compartir las regalías, pero una compañía tan grande e influyente como Universal invertiría más en la promoción de Toy, lo que aumentaría las ganancias de todas las partes involucradas.

En el peor de los casos, aún si ambas partes llegaran a un acuerdo que dividiría los derechos de autor de la canción, la Unión Europea de Radiodifusión podría decir que la canción no es original y por lo tanto se descartaría su elegibilidad que llevó a ser la melodía ganadora del concurso en mayo pasado.

Medalie respondió al informe diciendo que él y Beger estaban “sorprendidos de recibir esa carta y nos estamos ocupando de ella. Creo que el problema se resolverá con éxito en las próximas semanas para satisfacción de todos”, dijo.

Debido a la controversia y disputas que generó la posibilidad de que Eurovision se llevara a cabo en Jerusalén, una idea impulsada por la ministra de Cultura y Deporte de Israel, Miri Regev, el gobierno de Netanyahu decidió no interferir en la elección de la ciudad anfitriona.

El ejecutivo cedió así a las exigencias de la Unión Europea de Radiodifusión (UER), que había pedido que se proponga una urbe “menos divisiva y controvertida” que Jerusalén.

Fuente: The Times of Israel / Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudíoMéxico