Enlace Judío México – Cuando yo era niña la gente siempre me preguntaba ¿por qué los judíos nos ayudábamos sólo entre nosotros? Yo, como era joven, no tenía la menor idea de lo que hablaban. Conforme fui creciendo la pregunta resonó en mi cabeza, será que era cierto, que los judíos sólo nos ayudamos los unos a los otros. ¿Y si no es así por qué nos lo preguntan tanto? Entonces pude entender que la pregunta tiene múltiples implicaciones; algunas de ellas falsas y otras verdaderas.

La primera es falsa, los judíos no sólo nos ayudamos entre nosotros. En México, en Estados Unidos, en Israel y en el mundo entero más del 76 % de las instituciones judías dan caridad a todo tipo de causas filantrópicas. En México, particularmente un porcentaje fuerte de hospitales médicos, casas hogar e instituciones educativas reciben largas sumas de dinero de manos judías.

Ello es porque la filantropía y la ayuda al prójimo siempre ha sido uno de los valores judíos más remarcados y apreciados por nuestra religión y cultura. En la Torá se nos recuerda que debemos ser compasivos y bondadosos con el extranjero, porque fuimos extranjeros en Egipto. También se nos recuerda que debemos ayudar a la tierra y a la sociedad que nos recibe. Entonces llegue a mi primer conclusión: No, los judíos no sólo nos ayudamos entre nosotros; también ayudamos a todo aquel que necesite de nuestra ayuda sin importar su raza, etnia o religión.

Sin embargo, la pregunta seguía resonando en mi cabeza ¿por qué la gente me decía? Una parte era antisemitismo, pero la otra, ¿por qué si hay cientos de instituciones judías de beneficencia las personas no saben de ellas y son incapaces de verlas? La respuesta es porque somos un grupo y la gente nos ve como un grupo. Somos una comunidad y en efecto un judío da todo por ayudar a otro judío. Alguien que no es judío y se ve en la necesidad de migrar a otro país, generalmente viaja solo y vive solo en donde llega. No sabe dónde va a dormir, no sabe dónde va a trabajar y no sabe con quién compartirá su mesa. En cambio un judío sabe que a dónde llegue puede tener una cena de Shabat. Sabe que no importa a qué país vaya, si hay judíos podrá comer kosher y tendrá con quién rezar.

Ésa es el tipo de ayuda que otros grupos envidian. Esa compañía en realidad es el resultado de pertenecer a una comunidad. El resultado de milenios de trabajo espiritual y material que nuestros ancestros hicieron para preservar su tradición, su religión y su forma de vida. Uno no es judío simplemente porque así haya sucedido, uno es judío porque sus padres o abuelos decidieron luchar en cuerpo y alma para tener una comunidad sólida y educar a sus hijos en base a los principios que la conforman. Ese es el verdadero secreto de la ayuda entre judíos.

¿Por qué lo hacemos? ¿Por qué necesitamos una comunidad? Porque es la única forma que tenemos para sobrevivir al tiempo. Fue la comunidad lo que nos salvó de perecer a manos romanas hace más de veinte siglos y lo que nos salvó del nazismo hace menos de ocho décadas. Así mismo es la comunidad lo que nos ha permitido hacer escuelas donde podamos trasmitir nuestros valores a nuestros hijos, conservar nuestra Torá, conocer nuestra historia y tradiciones e integrarnos a nuevos lugares. Ya sea a través de ritos, de sinagogas, de comida, de escuelas o ideologías el judaísmo existe gracias a la comunidad judía y al amor que se trasmite de un judío a otro.