Enlace Judío México.- Más protestas a medida que el régimen lucha para vencer a las nuevas sanciones.

EDITORIAL THE WALL STREET JOURNAL

Los iraníes están protestando en las calles nuevamente, apenas algunos meses después de que el régimen aplastó las manifestaciones nacionales por la economía en caída y corrupción generalizada del país. Las erupciones periódicas son una señal de descontento que puede extenderse mientras se incrementa la presión de las renovadas sanciones estadounidenses.

Los últimos levantamientos se centraron en la ciudad sudoccidental de Khorramshahr durante el fin de semana, después de que fluido marrón comenzó a salir de los grifos. Cientos de residentes se reunieron en un espacio público reservado para los rezos del viernes y culparon a los funcionarios locales por la falta de agua potable, cantando consignas antigubernamentales tales como “en el nombre de la religión, ellos nos hundieron.” Las protestas estallaron también en la cercana Abadan.

Las manifestaciones del fin de semana son parte de un patrón de descontento más grande con la teocracia gobernante en Teherán. En diciembre y enero, estallaron manifestaciones en más de 100 ciudades y pueblos por la inflación, desempleo y corrupción. Las mujeres escenificaron protestas por el hijab, destrozando sus velos. En marzo los granjeros de la provincia Isfahan en el centro de Irán protestaron por las largas sequías. En mayo, los camioneros fueron a una huelga nacional para protestar por los salarios estancados y costos crecientes.

El Líder Supremo Ayatola Ali Khamenei y el Presidente Hassan Rouhani prometieron que el acuerdo nuclear del 2015, el cual canalizó decenas de miles de millones en divisas fuertes a Irán, anunciaría mejores tiempos económicos. En su lugar, el régimen usó el dinero para financiar las operaciones de su Fuerza Quds y milicias chiíes en Siria, Irak, Yemen y Hezbolá en Líbano.

La decisión de mayo del Presidente Trump de salir del acuerdo nuclear y reimponer las sanciones financieras ya está aumentando la presión sobre el régimen. Los manifestantes pulularon hacia el Gran Bazar de Teherán el mes pasado después que la moneda local, el rial, se desplomó a 90,000 por dólar en el mercado negro. El rial ha caído aproximadamente a la mitad desde fines del 2017, mientras comerciantes y bancos anticipan una época más difícil para obtener dólares. El economista Steve Hanke estima que la inflación anual ha saltado al 126%.

En agosto el Departamento de Estado de EE.UU. planea reimponer las sanciones sobre el oro y otros metales preciosos, tratos en dólares estadounidenses, comercio en deuda soberana iraní, y coches. En noviembre las sanciones estadounidenses romperán a patadas a puertos, construcción naval, petróleo, energía, seguros, y más. Un funcionario del Departamento de Estado sugirió el mes pasado que EE.UU. quiere detener todas las exportaciones de petróleo iraní, pero el lunes el director de planeamiento de políticas Brian Hook dijo que considerará exenciones para países sobre una base de caso por caso.

Rouhani respondió el martes amenazando interrumpir los envíos petroleros de países vecinos en el Medio Oriente, pero eso cortejaría la intervención estadounidense para mantener el petróleo fluyendo a través del Estrecho de Ormuz. Estados Unidos no quiere un salto en el precio del petróleo con un barril ya vendiéndose en cerca de u$s75. Pero los riesgos son mucho mayores para Irán si éste no cambia su comportamiento merodeador porque su control político en casa está lejos de ser seguro.

 

 

Fuente: The Wall Street Journal
Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México.

 

Las opiniones, creencias y puntos de vista expresados por el autor o la autora en los artículos de opinión, y los comentarios en los mismos, no reflejan necesariamente la postura o línea editorial de Enlace Judío.