Enlace Judío México e Israel.- Escaso de fondos, el régimen enfrenta protestas en casa y en Irak.

EDITORIAL THE WALL STREET JOURNAL

Las últimas protestas contra el régimen en Irán parecen un gran acontecimiento político, y a juzgar por su vigorosa y violenta respuesta, el régimen concuerda. Ahora es el momento para que la izquierda y derecha políticas en EE.UU y Europa se unan en apoyo del pueblo iraní.

Las protestas estallaron en muchas ciudades a lo largo del país en respuesta a los aumentos del 50% en los precios del combustible por parte del gobierno. El incremento aumenta el precio de un litro de nafta en apenas unos 35 centavos. Pero la reacción ante el aumento revela la desesperación y enojo de los iraníes mientras la economía desfallece bajo la presión de las sanciones de Estados Unidos.

Con las elecciones parlamentarias programadas para febrero, el régimen sólo habría reducido sus subsidios al combustible si sentía que no tenía opción. Los mulás deben estar cortos de dinero, ya que sus ventas de petróleo al exterior han sido reducidas abruptamente por las sanciones de la administración Trump. Las ventas de petróleo son la principal fuente de ingresos del régimen.

El Líder Supremo Ayatola Ali Khameini apoyó públicamente los aumentos de precio el domingo y llamó “matones” a los manifestantes. El gobierno canceló el acceso a internet a través de la mayoría del país, lo cual hace difícil evaluar la extensión de las protestas. Pero los informes y videos que han surgido muestran enfrentamientos que en ocasiones se volvieron violentos. Khameini también culpó a los leales del ex Shah, quien fue depuesto hace 40 años.

La verdad es que este disturbio es fabricado en Teherán por los mismos mulás. Ellos podrían haber usado la ganancia financiera inesperada que recibieron del acuerdo nuclear del 2015 para invertir en su propio país. En cambio usaron esos recursos para difundir la revolución a lo largo del Medio Oriente. Ellos han seguido invirtiendo dinero en desarrollar misiles balísticos y armar a los huzíes en Yemen, a Hezbolá en Siria, y a las milicias chiíes en el cercano Irak.

La intromisión fuerte de Irán ha inspirado también una reacción en Irak. Los manifestantes han cantado consignas antipersas y se manifestaron contra sitios chiíes en Karbala y otras ciudades santas. La mayoría de los iraquíes son chiíes pero son también nacionalistas y resienten de la interferencia política de Irán que incluye dirección de milicias por parte de Qasem Soleimani, jefe de la Fuerza Quds que es la vanguardia de Irán en el exterior.

Las protestas en Irán no son nuevas, y el régimen ha mostrado que usará la violencia y arrestos para sofocarlas. Pero a medida que continúa la dificultad económica y se acerca la elección, el malestar del público podría aumentar y estallar de formas impredecibles.

Esta es otra razón más para que EE.UU mantenga la presión de las sanciones y para que Europa finalmente se una. Irán está ahora violando abiertamente el acuerdo nuclear del 2015, enriqueciendo uranio nuevamente y reabriendo su planta subterránea de Fordou. Estados Unidos debe retirar sus exenciones restantes a las sanciones y disparar sanciones “resorte” que estén permitidas en virtud del acuerdo.

Por sobre todo, el mundo debe hablar en apoyo de las aspiraciones iraníes de volverse un país normal, en lugar de una teocracia que difunde la revolución y el terror. Barack Obama cometió un error histórico cuando permaneció mudo en medio de la represión sangrienta de las protestas democráticas por parte del régimen iraní en el año 2009. El presidente Trump no debe cometer el mismo error.

 

 

 

Fuente: The Wall Street Journal

Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México