Enlace Judío México.- Lean la historia detrás de un cartel promocionando una corrida de toros en honor del gran filósofo judío Maimónides.

Echen una mirada al cartel bastante único debajo de la Colección Efímera Europea de la Biblioteca Nacional de Israel. Lo que lo hace extraordinario no es la ilustración de un toro negro arrojándose violentamente hacia la capa roja del matador, ni lo es la elegancia de su postura oponiéndose a la fuerza del cuerpo macizo del toro. Es una palabra sobre los nombres de los dos toreros lo que hace tan extraordinario a este cartel. Esa palabra escrita en letra chica al final del cartel es Maimónides- el nombre de uno de los más grandes autores judíos de los últimos dos mil años.

Como dice el texto del cartel, estaba programada una gran corrida de toros a tener lugar en la plaza de toros de Córdoba el 31 de marzo de 1935, a las cuatro de la tarde, “en conmemoración del octavo centenario del gran filósofo de Córdoba, Maimónides.”

Causa perplejidad ver ese nombre particular en ese cartel, porque, en 1935, los judíos como Maimónides habían sido expulsados de España hacía cerca de 450 años. Hasta hace unos 100 años, España era oficialmente una zona libre de judíos, y los antiguos judíos españoles, sin importar cuán sabios e influyentes, no eran celebrados con ocasiones majestuosas.

Este evento causa también perplejidad más bien porque España en esa época estaba a apenas un cordón montañoso y un río de distancia de Alemania donde estaba Hitler en el poder. Ya en 1935, las intenciones de Hitler hacia los judíos eran esbozadas en su muy vendido Mein Kampf. Las leyes de Núremberg estaban a apenas meses de distancia. ¿No es extraño que los judíos estuvieran siendo denunciados en un país y aun así fueran abrazados de pronto en otro tan cerca?

El mismo Maimónides habría encontrado confuso el hecho. Él pensaba que la crueldad innecesaria con los animales era aborrecible y creía que, como fue declarado por Menachem Kellner en su libro, “La Confrontación de Maimónides con el Misticismo”, los sacrificios de toros y ovejas en el Templo “no eran el plan ideal de Di-s para la Torá, sino más bien una acomodación al carácter lamentablemente primitivo de los antiguos israelitas.” Es improbable que él hubiese aceptado ser alabado en un evento que involucrara lastimar animales por entretenimiento.

La corrida de toros en sí fue parte de un festival estatal de cinco días en celebración de su vida. Incluyó recepciones, eventos culturales, fiestas de jardín, bailes de sociedad, la inauguración de un museo Maimónides en la Universidad de Madrid y el renombramiento de una plaza en Córdoba en su honor. Representantes judíos de toda Europa fueron invitados a asistir a los asuntos fastuosos como invitados de honor. Como parte de las festividades, fue revertida la expulsión de siglos de los judíos – los judíos ahora podían regresar a España, y algunos eligieron retornar.

Uno de los visitantes judíos del festival fue un hombre joven del norte de Inglaterra llamado Chaim Raphael. Él informó que había hombres judíos de Lituania, Francia, Grecia, Yugoslavia, Italia, e incluso Palestina, en el público. Él destacó cómo, a pesar de sus diferencias nacionales, hubo una afinidad palpable entre ellos.

La Jewish Telegraphic Agency estuvo allí también e informó el 31 de marzo de 1935:

“Una proscripción proclamada por los judíos del mundo contra España hace unos 450 años, fue levantada oficialmente hoy en una ceremonia impresionante concluyendo la celebración de cinco días arreglada por el gobierno español para honrar el 800o cumpleaños de Moshé Maimónides, filósofo y médico judío de la Edad Media.

Las festividades cerraron con un banquete en el cual estuvieron presentes altas autoridades civiles y militares españolas. El Presidente Zamora y el Premier Lerroux enviaron mensajes al banquete.

Una escena conmovedora fue la reapertura de la antigua sinagoga de Córdoba y con servicios religiosos judíos por primera vez desde el año 1492, cuando fue expulsada de España la comunidad judía entera. El Gran Rabino Julian Weil de Francia recitó un rezo especial para el presidente de la república española y para España, por restablecer el idioma hebreo y el Judaísmo por primera vez desde 1492.”

Más allá de las emociones del día, muchas preguntas siguen sin ser respondidas. ¿Por qué Maimónides, por qué Córdoba, por qué entonces? ¿Por qué el interés repentino en reclamar a Maimónides en la España de la pre-Guerra Civil?

Dos preguntas son fáciles de responder. Maimónides nació en Córdoba y partió con su familia a los 13 años, después de la invasión de Almohad en el año 1148. Aunque él vivió en Marruecos, y finalmente se asentó en Egipto, él fue siempre nostálgico por la tradición de aprendizaje judía andaluza de su juventud.

La última pregunta es más difícil de contestar.

En marzo de 1935, el gobierno en el poder en España estaba conformado en gran parte de comunistas, socialistas y anarquistas unidos en la esperanza que podrían cambiar las condiciones para los obreros agrícolas. A ellos se oponían los nacionalistas de derecha, incluidos los fascistas, la Monarquía y la Iglesia, que rechazaban cualquier reforma agraria. Este cisma se convirtió en la Guerra Civil Española en 1936, con Hitler apoyando activamente el lado de los fascistas.

Los hombres jóvenes idealistas de Europa y más allá se unieron a la lucha para defender al estado republicano contra los nacionalistas liderados por el General Franco. De esta Brigada Internacional, el 25% eran judíos.

Pero todo esto estaba en el futuro en esa tarde de domingo en Córdoba. Chaim Raphael informó del evento:

“Era demasiado temprano en la temporada para lo real. La corrida fue poco más que una prueba de toros, una festichola gay en la cual los expertos pinchaban y pinchaban para descubrir cuál de ellos tenía suficiente espíritu para luchar por sus vidas otro día. Hubo momentos de incomodidad, cuando los rabinos y los otros visitantes desearon estar en otro lado, pero por la mayor parte pudieron pasarlo. Los judíos y españoles estuvieron por el momento en paz.”

Tratando de entender los hechos veinte años después, él escribió:

“Incluso yo, anhelando creer, podía sentir la incertidumbre en el aire. La República había atravesado su primer éxtasis. El gesto agraciado hacia los judíos del mundo fue como alzar la mano desde un tren que pasa por una estación rural. Los pasajeros en el tren no están muy seguros del nombre de la estación; la gente del campo que observa el tren saluda felizmente en contestación, pero ellos no pertenecen a él, y no tienen ninguna idea de adonde está yendo.”

Los judíos de Europa pronto estarían ellos mismos en un tren, y, mirando atrás, nosotros ahora conocemos el destino de ese tren.

Pero ese cartel conmemorando el nacimiento de Maimónides se encuentra como un testigo de una posibilidad diferente. Por una tarde, en España en 1935, la historia tomó un giro diferente y por un breve momento hubo una celebración de una vida judía extraordinaria.

 

 

*Janine Stein es redactora y estudiante de Talmud. Originaria de Ciudad del Cabo, actualmente vive en Londres.

 

 

Fuente: Biblioteca Nacional de Israel
Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México.

 

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