Enlace Judío México.- Encontrándose en una situación sumamente comprometida debido a su crisis actual con los cuatro países que lo boicotean -Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Egipto – lo cual va haciendo mella de varias maneras en el emirato, Qatar intenta desesperadamente obtener ayuda externa.

GEORGE CHAYA

Habiéndose formado a través del antiguo estereotipo antisemita “de que los judíos controlan la política estadounidense”, Qatar contrató a una firma judía de abogados, entre otros lobistas, para ser defendido. Esta empresa se está acercando a los líderes judíos en los Estados Unidos para convencerlos de que se pongan del lado de Qatar en su conflicto con sus vecinos.

En el marco de esa estrategia, es que varios académicos y líderes de organizaciones judías fueron invitados a visitar el emirato y algunos de ellos, después de “unos días de turismo en Doha”, regresaron apoyando la postura de Qatar.

Lo que llama poderosamente la atención es ver a líderes judíos estadounidenses reforzar los estereotipos antisemitas al intervenir ignorantemente en conflictos ínter-árabes muy complejos, que no les competen y que son muy difíciles de evaluar. Pero como ellos lo han hecho, corresponde a los especialistas en el mundo árabe islámico intentar corregir el daño que han infligido a la opinión pública.

Por ejemplo, uno de estos facilitadores en Qatar, el académico Alan Dershowitz, eligió comparar las posturas de Qatar y Arabia Saudita en relación a Israel por los incidentes relacionados con el deporte. El profesor Dershowitz concluyó que Qatar es más pro-israelí que Arabia Saudita porque le dio la bienvenida a un jugador de tenis israelí para que participara en un torneo, mientras que los sauditas excluyeron a un jugador de ajedrez israelí que se había clasificado para un torneo internacional en Riad.

Sin embargo, una evaluación más seria hubiera señalado que Arabia Saudita apoya un proceso de paz palestino-israelí como parte del “acuerdo del siglo” que la administración estadounidense promueve, mientras que Qatar busca sabotear este acuerdo. Además, aunque los sauditas no son un ejemplo en materia de derechos humanos, Riad ha arrestado a cientos de jeques extremistas y está comenzando sus reformas sociales, mientras que Qatar apoya a la Hermandad Musulmana y a Hamas. Por lo tanto, si uno insiste en juzgar a los países árabes en función de su actitud hacia Israel, sin duda es una mala idea para comenzar, más aún, si no se pone en consideración los hechos de apoyo a organizaciones terroristas antes de apresurarse a juzgar.

El académico Alan Dershowitz, conocido defensor de la libertad de expresión y de los medios independientes, y uno de los que visitaron Qatar, escribió un artículo defendiendo al canal qatarí Al-Yazira en nombre de la libertad de prensa. Aparentemente, Dershowitz no sabe que esta red, en contraste con la imagen que cultiva con tanto éxito en Occidente, no es “ni libre ni independiente”, sino que es un brazo mediático del gobierno de Qatar. El académico evita también cualquier discusión sobre los problemas en Qatar; por ejemplo, nunca se lo escuchó hablar del poeta disidente qatarí Mohammad Al-Ajami, quien estuvo preso durante 3 años por recitar un poema considerado crítico del Emir. Tampoco menciona que Al-Yazira, al igual que los medios de comunicación de Corea del Norte, limita la cobertura doméstica a informes brillantes sobre los presuntos éxitos del Emir y de Qatar.

El carácter “independiente” de Al-Yazira también se reflejó en su cobertura de los recientes acontecimientos en Irán, donde el canal se mostró reservado al informar sobre el alzamiento popular en ese país, pero fue generoso al cubrir las manifestaciones organizadas por el régimen a favor del Guía Supremo Ali Khamenei. En otras palabras, lo cierto es que ese tipo de medios de comunicación no merecen una defensa basada en la libertad de expresión, como no lo merecen el diario del Kremlin, Russia Today, el diario del pueblo chino o el diario iraní Teherán Times.

El profesor Dershowitz señala como dato positivo que es entrevistado frecuentemente por el canal Al-Yazira en idioma inglés y que por lo general, el canal es justo y equitativo en lo que él declara. Sin embargo, Al-Yazira en idioma inglés no tiene comparación con su contraparte árabe que ejemplifica el doble discurso por excelencia. Este canal en lengua inglesa se muestra civilizado, destinado a las audiencias occidentales y contrasta fuertemente con el canal árabe que alborota y disemina violencia en las masas.

Dershowitz debería hablar con el experto Anthony Cordesman, quien abandonó una entrevista en el canal árabe protestando por su flagrante prejuicio anti-estadounidense y sus normas periodísticas de poca calidad retirándose de la entrevista de Al-Yazira y protestando contra la línea de preguntas anti-norteamericanas y anti-occidentales.

La opinión pública debería saber también que Al-Yazira sirvió como portavoz de Bin Laden y transmitió sus llamados al mundo árabe musulmán dos meses antes del 11 de Septiembre. También la red le permitió al vocero de Al-Qaeda, Suleiman Abu Gheit, reclutar a cientos de jóvenes musulmanes a través de sus programas televisivos.

Otro antecedente negativo de Al-Yazira es que emplea al periodista Taysir Alouni, quien fue sentenciado en España a siete años de prisión por actuar como “coordinador financiero” de Al-Qaeda. La organización incluso emitió una declaración de apoyo a Alouni cuando huyó de España y le dio trabajo en su sede en Doha. También en 2014, Al-Yazira transmitió una extensa entrevista con Abu Muhammad Al-Joulani, comandante de Jabhat Al-Nusra, la filial de Al-Qaeda en Siria, permitiendo que el terrorista diera un comunicado de prensa explicando que el conflicto de Al-Nusra con el ISIS había sido resuelto y que ambos grupos terroristas operarían en conjunto.

Entre los oscuros antecedentes de Al-Yazira se encuentra también la cobertura sobre Samir Kuntar, un terrorista libanés condenado por el brutal asesinato de una niña israelí de cuatro años y su padre en 1979, Kuntar fue liberado de una prisión israelí en el marco de un intercambio de prisioneros por los cadáveres de tres soldados israelíes caídos en la guerra entre Israel y Hezbollah en 2006, Al-Yazira TV organizó una fiesta en su honor, con una gran torta, banda musical y fuegos artificiales. Kuntar asesinó a la niña destrozándole el cráneo contra una roca en la playa de Nahariya, luego de disparar y asesinar a su padre a corta distancia.

Otro oscuro antecedente del canal de noticias qatarí es que permitió en un programa en vivo al jurista islámico Hussein Muhammad Hussein jurar lealtad al Emir de los Creyentes y líder de ISIS, Abu Bakr Al-Baghdadi.

En lo que respecta al apoyo de Qatar hacia Hamas, los facilitadores del emirato repiten su afirmación de que su ayuda financiera es canalizada solo al área de construcción y esto se hace en coordinación con Israel. Al parecer estos facilitadores eluden hablar que Hamas usurpó el mandato de la OLP en Gaza con un sangriento golpe de estado en 2007 y que por años se encuentra discutiendo un “acuerdo de reconciliación” con la OLP, mientras impide el regreso de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) a Gaza, al tiempo que controla el enclave y toda la ayuda que entra a la zona con puño de hierro. Por lo tanto, es probable que la “construcción” en Gaza incluya no solo la edificación de viviendas sino también los túneles de ataque que cruzan hacia Israel y Egipto. Y en cuanto a la afirmación de que la ayuda es transferida en coordinación con Israel, los defensores de Qatar deberían haber citado directamente a las autoridades israelíes que intervienen en esa coordinación y no citar información de segunda mano de Qatar sobre las posturas de Israel.

Concluyendo, es difícil responsabilizar a los facilitadores judíos (y no judíos) de Qatar por equivocarse; después de todo, la propia administración estadounidense ha sido engañada por Qatar durante más de una década puesto que desde que el padre del Emir derrocó a su propio padre, Qatar ha hecho un culto del doble discurso contra los Estados Unidos y Occidente. Por una parte, construyó la base Al-Udeid para las fuerzas estadounidenses de forma gratuita, pero no por razones altruistas, sino para defender a su régimen de sus vecinos regionales. Por otra parte, Qatar fue y es un facilitador de todos los elementos terroristas y anti-occidentales en la región.

Entender a Qatar requiere de conocimiento, pero sobre todo de comprensión profunda de los matices y de los temas del Medio Oriente. Para ello, es crucial escuchar a ambos bandos, por lo que nadie en el mundo árabe, y en menos aun los judíos estadounidenses deberían convertirse en defensores de Qatar.

Fuente: Infobae