Enlace Judío México.- Hamás ha construido su ala militar a costa de los gazatíes comunes, a quienes ha fallado por completo en proporcionar servicios civiles fehacientes. Su insistencia en enfocarse exclusivamente en su capacidad militar mantiene las fuertes tensiones con Israel y hace casi imposible la reconciliación con la Autoridad Palestina.

YAAKOV LAPPIN

Las tensiones entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza continúan luego de un período durante el cual las facciones terroristas gazatíes dispararon un gran número de proyectiles a regiones israelíes sureñas, desatando en respuesta ataques aéreos israelíes. Los ataques incendiarios masivos, tomando como blanco granjas y pueblos israelíes, orquestados por Hamás, no se han detenido aún, y un cese del fuego negociado por Egipto sería raquítico en el mejor de los casos.

Las mismas cuestiones que causaron que Hamás intensificara las tensiones en primer lugar – el aislamiento, la economía vacilante de Gaza, y el deseo de Hamás de cambiar ambos – siguen vigentes, lo que significa que el conflicto podría encenderse nuevamente muy rápidamente.

Finalmente, estos acontecimientos parecen ser síntomas de un fracaso más grande por parte de Hamás de convertir a Gaza en una entidad viable estilo Estado civil, debido a su fijación en el conflicto armado con Israel. Hamás ha levantado su ala militar a costa de las necesidades de los gazatíes comunes.

“Como ha fallado en la construcción de un Estado civil en Gaza, su único instrumento para ejercer alguna influencia es su acumulación militar,” dice el Profesor Benny Miller, un experto en relaciones internacionales y manejo de conflictos de la Universidad de Haifa.

Hamás continuará levantando su ala militar debido a que éste es su único instrumento en tener algún efecto en los procesos claves en la región y en ejercer presión sobre Israel, y continúa su lucha armada, aun cuando esto ocurre entre prolongados ceses del fuego.”

Aparte, argumenta Miller, tener una fuerza armada significativa en Gaza es el medio de Hamás de seguir siendo “relevante ante los ojos de Egipto y la Autoridad Palestina.”

Pero la negativa de Hamás a comprometerse en su ala armada es exactamente lo que está causando que la Autoridad Palestina aísle a Gaza, para reducir los fondos al enclave a un mínimo, y ver a Hamás como un enemigo peligroso.

Este es el motivo por el cual los esfuerzos de reconciliación entre Hamás y la Autoridad Palestina hasta ahora han estado condenados a fracasar.

Egipto tampoco ha cambiado su sospecha básica de Hamas. Israel, aunque inclinado a mejorar la economía de Gaza, sigue siendo altamente amenazado por las actividades de Hamás. Como resultado, Gaza permanece aislado, y continúa la cuenta regresiva a un colapso económico.

“El liderazgo de Hamás en Gaza está en una situación de crisis en curso que se está volviendo más seria,” señala el Profesor Boaz Ganor, fundador y director ejecutivo del Instituto Internacional de Israel para Contraterrorismo en Herzlia.

Aunque Gaza no está experimentando una crisis humanitaria, sus niveles de desempleo, angustia económica y problemas con la salud y bienestar están empeorando, advierte Ganor. “El liderazgo de Hamás es incapaz de proporcionar servicios básicos a la población – electricidad, agua, y más.”
Una parte sustancial de los gazatíes que perdieron sus casas debido al conflicto del 2014 entre Hamás e Israel aún no han recibido vivienda permanente.

Esos acontecimientos están causando fracturas reales en la sociedad palestina, particularmente en Gaza, observa Ganor.

Sumado a esto está el estatus más bajo de todos los tiempos de Hamás en la escena internacional. Qatar, un partidario tradicional de Hamás, ahora enfrenta acusaciones por parte de los estados árabes de que está apoyando a terroristas radicales islámicos.

“Los estados del Golfo y Arabia Saudita cesaron su apoyo a Hamás hace tiempo,” dice Ganor. “El gobierno egipcio ve a Hamás como un aliado de la oposición que lo amenaza, la Hermandad Musulmana en Egipto incluso obligó a Hamás a cambiar el pacto de la organización y a abandonar la frase que lo establece como un movimiento de la Hermandad Musulmana en Palestina.”

Hoy, dice Ganor, a Hamás le quedan sólo partidarios no árabes (Turquía e Irán) cuya ayuda a Hamás complica de hecho sus relaciones con los estados árabes.

Mientras tanto, Israel está destruyendo con éxito los túneles de ataque transfronterizos de Hamás “uno tras otro, y todos los esfuerzos de Hamás por dictar a Israel nuevas “reglas del juego, han fallado en rendir frutos,” dice Ganor.

En esta situación, los líderes de Hamás han colocado sus esperanzas en Egipto y otros estados árabes para que negocien un nuevo acuerdo de cese del fuego con Israel y alivien el bloqueo de seguridad sobre Gaza, al menos del lado egipcio. Hamás también espera que Egipto pueda facilitar una reconciliación exitosa con la Autoridad Palestina.

A la luz de este complejo estado de cosas, ni Hamas ni Israel tienen algún interés en una escalada seria.

No obstante, Ganor advierte que si Hamás ve que sus intentos de cortejar a los egipcios, los saudíes y la AP  fracasan, el grupo podría recurrir a la escalada como una última medida desesperada. “Hasta entonces, parece que ellos intentarán limitar el fuego y restringir a los elementos rebeldes en la Franja,” dice Ganor.

Por su parte, Israel también quisiera evitar cualquier gran escalada, “por no hablar de ir a una guerra en toda regla,” según Miller.

Al mismo tiempo, dice él, una negativa por parte de Hamás en disminuir sus ataques incendiarios llevaría a una creciente presión política interna sobre Israel para que el gobierno recurra a la fuerza, “aún si los profesionales en el ejército se oponen a ello.”

 

 

*Yaakov Lappin es un Asociado Investigador en el Begin-Sadat Center for Strategic Studies. Se especializa en establishment de defensa de Israel, asuntos militares, y el ambiente estratégico meso-oriental.

 

Fuente: The Begin-Sadat Center for Strategic Studies
Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México.

 

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