Enlace Judío México – Tanto en el Pentateuco como en el libro de Jueces contantemente vemos al pueblo de Israel ser atacado por otras naciones. Y con igual constancia, D-os les recuerda a los judíos que esas naciones existen para obligarlos a seguir Su Ley. Cuando Israel se olvida de D-os y abandona la Torá es conquistado por moabitas, medianitas y filisteos; mientras que si convierte en un pueblo justo y recto D-os le regresa su tierra y les hace ganar las guerras. El siguiente artículo de rab. Shlomo Katz nos explica cómo funciona esta simbología y de dónde podemos aprenderla.

El viñedo. Rab. Shlomo Katz

El midrash Tanjuma analiza el verso que se encuentra en la perasha (porción de Torá) de hace unas semanas (perasha de Ree). “Cuando Hashem, tu D-os, destruya las naciones hacia donde te diriges, las expulse de la tierra frente a tus ojos y te las dé para que te establezcas en su tierra” (12:29)

Rabí Levi se pregunta: ¿Con qué se debe comparar este evento? Con un rey que plantó un viñedo en su propiedad la cual estaba llena de árboles de cedros. El rey cortó los árboles y dejó los arbustos espinosos en su lugar. Sus sirvientes y los miembros de su casa le preguntaron “Nuestro Señor, Su Majestad ¿Por qué preservó los espinos que arrancan y destruyen nuestra ropa y en su lugar cortó los árboles de cedro?” Él contestó “Si hubiera cortado los espinos, ¿con qué planta protegería mi viñedo? He obrado como he debido y cuando mi viñedo se haya establecido quemaré los arbustos.”

El midrash prosigue: El pueblo judío es el viñedo de D-os, como podemos leer en el libro de Isaías (5:7) “El viñedo de D-os, Líder de Legiones, es la casa de Israel.” Cuando D-os trajo a los hijos de Israel a Tierra Santa cortó los cedros como está dicho (Amos 2:9): “Destruí al Amorita frente a ellos, cuya altura era como la altura del cedro.” Sin embargo, conservó a los descendientes de las cananitas en la Tierra de Israel para asegurarse que el pueblo judío conservará la Torá, como está escrito (Shoftim 3:1) “Éstas son las naciones que D-os permitió mantenerse [en la Tierra], para probar a Israel a través de ellas” [corchetes míos]. Cuando el viñedo se consolida en la observancia de la Torá, entonces (como leemos en Isaías 33:12), “las Naciones serán como campos incinerados para la cal; como espinas cortadas en flamas.”

¿Qué es lo que nos enseña este midrash? Rab. Avraham Meir Rosen z’’l (Varsovia; siglo XIX) nos explica: Cuando maduramos lo suficiente como nación para dedicarnos completamente a la Torá sin la necesidad de que otras naciones nos recuerden nuestras obligaciones, entonces estaremos libres de su persecución. Hasta entonces las naciones del mundo seguirán hiriéndonos como espinas que rodean un viñedo (Be’ur Ha’amarim).

Fuente: torah.org