Enlace Judío México – En nuestra reciente visita a Chile, la Sinagoga Bicur Joilim de Chile, la más antigua de Santiago, nos recibió con su presidente Roberto Muñoz, quien nos habló sobre este histórico lugar, que está más vivo que nunca.

En su reciente recorrido de las instituciones judías de Chile, Enlace Judío tuvo la oportunidad de mostrar, en vivo, la sinagoga Bicur Joilim, la más antigua de Santiago, guiando el recorrido su presidente, Roberto Muñoz.

Muñoz nos mostró los ocho Sifrei Torá que resguarda el Aron Hakodesh : “yo soy uno de los que se criaron y educaron en esta sinagoga. Mis abuelos venían de Rusia” dice, recordando a los inmigrantes que escaparon un destino cruel y se refugiaron en Chile.

El presidente de la sinagoga se queja del abandono que ha sufrido ésta al trasladarse la mayoría de la Comunidad judía hacia el Oriente de Santiago: “Para ellos, somos historia; para nosotros, es parte de nuestro presente y de nuestro futuro”. Muñoz espera que los jóvenes se acerquen a estas instalaciones y que cuiden el lugar.

Describe a Bicur Joilim- que significa Visita a los Enfermos- como “una institución que agrupa a los judíos desarraigados”. Cuando se es pobre, dice, hay dos formas de permanecer judío: acercarse a esta sinagoga o ir a Israel. La otra opción es asimilarse. La asimilación, para Muñoz, es resultado de la pobreza pues, por dignidad, quien no tiene recursos prefiere alejarse que solicitar ayuda.

“Nosotros tenemos las puertas abiertas; acercamos a los judíos de la periferia. En este lugar, se sienten acogidos y bien recibidos”.

Los judíos que llegaron a Chile venían escapando de Europa,  llegaron a Argentina y algunos a Chile, el país los recibió bien, y se arraigaron.

Quienes llegaban al país se quedaban a dormir y salían a trabajar hasta que podían conseguir casa. Muchas familias importantes del país llegaron acá.

Esta sinagoga ha pasado muchas cosas, terremotos incluso, pero se mantiene en pie. Cada silla tiene un nombre, por cada familia que las donó. “Nosotros cuidamos este lugar porque es parte de nuestro pasado y nuestro presente”, apunta.