RIO DE JANEIRO (JTA) — El candidato puntero para las elecciones presidenciales en Brasil anunció que cerrará la embajada palestina en Brasilia además de trasladar la embajada de su país de Tel Aviv a Jerusalén.

Marcus M. Gilban

“¿Palestina es un país? Palestina no es un país, por lo que no debería haber ninguna embajada aquí”, declaró el martes Jair Bolsonaro, un legislador del Partido Social Liberal, cuando el Congreso Nacional volvió a tener sesiones después de un receso de tres semanas. “No se negocia con terroristas”, agregó.

El legislador de derecha es un gran admirador y defensor de Israel. Criticó el hecho de que la representación diplomática de la Autoridad Palestina se encuentra a poco más de 3 kilómetros de distancia del Palacio de Planalto, sede del gobierno de Brasil.

Las elecciones están programadas para celebrarse en Brasil el próximo 7 de octubre.

El país sudamericano reconoció a Palestina como un Estado independiente en 2010 como parte del alineamiento del expresidente de izquierda Luis Inácio Lula da Silva con gobiernos extremistas como los de Irán o Libia.

En ese momento, Brasil donó 10 millones de dólares a Hamás. La heredera política de Lula, Dilma Rousseff, continuó el sentimiento anti-Israel durante su mandato hasta que fue removida del cargo en 2016.

Bolsonaro, un político conservador de 62 años que parece ser tan pro-israelí como tan anti-homosexual y defensor de la ley y el orden, dijo que buscará ampliar el diálogo con Israel, EE.UU. y Europa.

El candidato ha participado en un puñado de entrevistas televisivas en las últimas semanas, donde presumió que nunca ha sido acusado de corrupción durante su carrera política de casi 30 años y también reiteró su intención de trasladar la embajada de Brasil a Jerusalén.

Al igual que los políticos evangélicos y profundamente conservadores en los EE.UU., Bolsonaro causa división entre los votantes judíos, que tienden a ser socialmente liberales pero quieren que sus representantes sean fuertemente pro-Israel.

“Mi corazón es verde, amarillo, azul y blanco”, dijo Bolsonaro a una audiencia de 400 personas en el Club Hebraica en Río de Janeiro en 2017 en referencia a las banderas de Israel y Brasil. Se ganó un gran aplauso al elogiar al Estado judío por su poder y sistema de bienestar social, diciendo que debería inspirar a la nación más grande de América Latina.

Los apasionados seguidores de Bolsonaro generalmente se refieren a él con el apodo de “Mito”. Con más de 5.5 millones de seguidores en Facebook, Bolsonaro fue quien más obtuvo votos entre los 46 congresistas elegidos del área en 2014 y ganó su sexto mandato consecutivo en 24 años. Sus tres hijos, también políticos, han sido constantemente fotografiados vistiendo camisetas con mensajes en hebreo.

El Partido de los Trabajadores de Izquierda de Brasil, o PT, lanzó la campaña oficial de Lula a la presidencia a pesar de que el carismático ex jefe de Estado está cumpliendo actualmente una sentencia de 12 años de prisión por corrupción y lavado de dinero y con toda probabilidad no estará en la boleta.

Los institutos locales de investigación están llevando a cabo encuestas con y sin Lula, que gobernó entre 2003 y 2011, como una opción. Todas las encuestas que incluyen su nombre lo tienen empatado con Bolsonaro.

De la traducción (c)Enlace Judío México
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