Enlace Judío México.- Detrás de las calumnias “infundadas” de las medidas antiterroristas del país, hay “motivos ulteriores” de fuerzas anti China, dijo en un comunicado el vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores, Lu Kang.

Fuerzas anti-China están detrás de las críticas a las políticas en la lejana región occidental de Xinjiang, dijo el martes el Ministerio de Relaciones Exteriores de China, luego de que un panel de la ONU emitiera acusaciones de que un millón de uigures étnicos podrían estar recluidos en campos de internamiento allí.

China ha dicho que Xinjiang enfrenta una grave amenaza de militantes islamistas y separatistas que planean ataques y provocan tensiones entre la minoría uigur mayoritariamente musulmana que llama a la región su hogar y la mayoría étnica china.

Durante los últimos dos años, las autoridades han incrementado drásticamente la seguridad y la vigilancia allí, comparadas con críticas a condiciones de ley casi marcial, con puestos de control policial armados, centros de reeducación y recolección masiva de ADN.

Miembros de un panel humano de Naciones Unidas que revisa el historial de derechos de China han dicho que recibieron informes creíbles de que 1 millón de uigures étnicos están recluidos en lo que se asemeja a un “campo de internamiento masivo envuelto en secreto“.

Detrás de las difamaciones “infundadas” de las medidas antiterroristas del país, hay “motivos ulteriores” de las fuerzas anti-China, dijo el vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores, Lu Kang, en un comunicado.

Todos los rumores difamatorios son inútiles“, dijo Lu, y agregó que la situación en Xinjiang era estable con comunidades de todas las etnias llevándose bien, y que el desarrollo económico disfrutaba de un buen impulso.

Las personas de todos los grupos étnicos en Xinjiang aprecian la situación actual de vivir y trabajar en paz y felicidad“.

China nunca ha confirmado oficialmente la existencia de centros de detención en Xinjiang, pero su tratamiento de los uigures, así como las versiones de su uso de parientes en China como palanca para silenciar a una diáspora vocal, han desatado una protesta internacional.

China garantiza oficialmente la libertad de religión, pero en los últimos años los funcionarios, nerviosos ante la posibilidad de radicalización y violencia, han reforzado los controles en áreas fuertemente musulmanas.

La política de “Sinificación” (asimilación a China) de la religión ha alarmado cada vez más a otros grupos musulmanes, quienes temen que el gobierno esté ampliando estrictas restricciones en Xinjiang a otras áreas musulmanas, como la región de Ningxia y la provincia de Gansu.

En la represión, el gobierno prohibió la educación religiosa de los jóvenes en las mezquitas, ordenó que se silenciara el llamado a la oración por megafonía en algunos lugares, y trató de eliminar lo que ve como elementos árabes en las mezquitas.

Fuente: The Jerusalem Post – Traducción: Silvia Schnessel – Reproducción autorizada con la mención: ©EnlaceJudíoMéxico