Enlace Judío México –  Aullido y otros poemas (1957), fue el primer libro escrito por Allen Ginsberg el cual produjo una gran conmoción para siempre en el contexto de la poesía norteamericana por ser un texto visceral que huye de la academia y opta por la fuerza de  un lenguaje crudo y esencialmente emocional.

PERLA SCHWARTZ PARA ENLACE JUDÍO

Es toda una performance que se vale de melopeas, cánticos, llantos, gritos y lamentos; versos apocalípticos que critican fieramente a una sociedad cuadrada y que son en sí mismos, una nueva forma de hacer una literatura sincera y auténtica.

Ginsberg deja fluir “la escritura de la mente” (en español hay una estupenda versión de José Vicente Anaya). Es uno de los poemas más emblemáticos de la Generación Beat a la que también pertenecieron William Burroughs y Jack Kerouac.

Aullido está dedicado a Carl Solomon, un amigo del poeta internado en un manicomio. Es un grito de protesta contra las limitaciones que impone el establishment. Los primeros versos de este texto son por demás contundentes y desgarradores en sí mismos: “Yo vi las mejores mente de mi generación destruidas por la locura, / hambrientas, histéricas, desnudas./ Arrastrándose por los calles de los negros al amanecer en busca/ de un colérico pinchazo, /hipsters con cabezas de ángel ardiendo por la antigua conexión/ celestial con la estrellada dínamo de la maquinaria natural.”

Aullido es un poema de protesta, contestatario, y épico que pasa revista por las injusticias de una sociedad hacia aquel que se atreve a ser diferente. Asimismo, nos habla del egoísmo de la sociedad norteamericana prevaleciente después de la Segunda Guerra Mundial, además que hace hincapié del sufrimiento de todos aquellos que no quieren vivir de acuerdo al molde de una felicidad prefabricada.

Poema que subyuga por el poderío de su lenguaje y que sabe penetrar en las fibras más sensibles de sus lectores.

Ginsberg fue hijo de padres rusos, pasó parte de su vida internado en hospitales psiquiátricos, se buscaba curar su homosexualidad con electrochoques, consumidor de varias drogas encontró en el estudio de las filosofías orientales todo un remanso.

Su poema fue un himno para los hippies que surgieron como un gran movimiento contracultural, y a la fecha sigue conmoviendo por su lenguaje volcánico y lo que subyace entrelíneas del mismo.