Enlace Judío México e Israel – Un inversionista israelí con un tumor cerebral inventa una nueva solución de visualización para cirujanos cerebrales.

BRIAN BLUM

Avi Yaron fundó la empresa Visionsense para hacer posible el tipo de cirugía que necesitaba. Ahora, 20 años después de que le diagnosticaron un tumor cerebral inoperable, la compañía se vendió a la empresa estadounidense de equipos médicos Medtronic por 75 millones de dólares. Además, de los 20 millones de dólares que fueron invertidos en la compañía en las últimas dos décadas.

Yaron tenía 26 años cuando su motocicleta se estrelló en 1993 y fue llevado de urgencia al hospital. Mientras estaba siendo sometido a una resonancia magnética para verificar el daño, los médicos descubrieron un tumor en medio de su cerebro.

“Avi, sobrevivirás”, aseguraron los médicos. “Pero requieres de una cirugía inmediata que probablemente te deje discapacitado, paralizado por un lado, posiblemente sufras de una disfunción cognitiva y también podrías contraer epilepsia”.

Yaron, que entonces era estudiante de ingeniería eléctrica, quedó derrotado. “Antes de eso, gozaba de un buen estado de salud, era activo, tenía mucha vida”, dice. “Me opuse a la cirugía. No sé si fue por intuición o pura negación, pero esa decisión me salvó la vida”.

Entonces comenzó a aprender sobre su condición. Estudió química y anatomía. Investigó qué tecnologías estaban disponibles y entrevistó a médicos de todo el mundo: en Israel, Europa y Estados Unidos.

Finalmente encontró un médico en Nueva York que extirpó el tumor. “Sentí una increíble sensación de victoria”, dice. “¡Había derrotado al tumor!”

Pero el médico no logró extirparlo por completo, y el tumor comenzó a crecer nuevamente. No había nada más que pudiera hacer: los endoscopios existentes (la herramienta quirúrgica utilizada para guiar a los médicos en cirugías mínimamente invasivas) carecían de la percepción de profundidad 3D requerida.

“Tal vez alguien invente una pequeña cámara estereoscópica en los próximos cinco años”, dijo el médico. “Por ahora, es una suerte que tu tumor crezca lentamente”.

Entonces Yaron decidió inventar la tecnología que necesitaba.

En lugar del tipo de mecánica utilizada en los endoscopios tradicionales, basaría su invención en un pequeño chip de silicio y algoritmos de software. Su diseño imita los ojos de un insecto. Cada lado funciona de manera independiente para crear la visión 3D.

Yaron lanzó Visionsense en 1998. Pasaron otros dos años para llegar a un prototipo y otros 10 para crear un producto comercial. Pero el producto ya ha sido adoptado por cirujanos de todo el mundo y la compañía ha estado creciendo constantemente.

Entonces, ¿por qué venderla a Medtronic?

“Mi sueño como sionista era hacer que Visionsense se convirtiera en una compañía internacional como Nokia o Phillips”, dice Yaron.

Medtronic no es ajeno a Israel. La compañía, que emplea a 85,000 personas en todo el mundo y tiene una capitalización bursátil de 100 mil millones de dólares, ha realizado nueve inversiones en tecnología médica israelí en los últimos 13 años.

Yaron dejó Visionsense en 2013 después de contratar a Alex Chanin como director general de la compañía con sede en EE.UU. y volvió a Israel.

Durante el curso de su enfermedad, Yaron se convenció de que la medicina occidental “ignora el aspecto emocional” y que los pacientes “que manejan su ansiedad y estrés viven más tiempo con una mejor salud”. El futuro de la medicina, dice, está en “el desarrollo predictivo, sistemas preventivos basados en factores emocionales. Ese es mi reto ahora “.

Hoy, Yaron tiene 51 años y está sano. Finalmente, no fue la tecnología de su compañía la que eliminó los últimos fragmentos de tumores resistentes en su cerebro, sino tres cirugías adicionales en tres países diferentes: Alemania, Israel y Nueva York.

Si Visionsense hubiese desarrollado su sistema de cámara 3D VSiii antes, esas cirugías habrían sido más directas, más seguras y con un tiempo de recuperación muy reducido.

Además de su ímpetu de innovación, actualmente Yaron trabaja como voluntario entrenando a pacientes con tumores cerebrales. Aunque no proporciona consejos médicos, su condición le enseñó “mucho sobre la humildad”, dice. “Estoy aquí para servirlos”.

Fuente: Israel21c / Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico