Enlace Judío México e Israel.- María Zambrano (1904-1991) disecciona el Libro de Job, esto lo sabemos a partir de un breve ensayo de Angelina Muñiz Huberman, publicado en honor a la filósofa malagueña por el Colegio de México en 1998.

PERLA SCHWARTZ PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

El Libro de Job es para ella un escrito bíblico que forma parte de la compleja historia de un hombre como Job, quien se debate entre lo humano y lo divino, lo justo e injusto, así como entre el bien y el mal.

Para el estudioso francés André Choraqui se trata de un poema donde prevalece la sabiduría, un poema esotérico, un canto para iniciados que sólo alguien con la sensibilidad de Zambrano pudo dar una serie de pistas luminosas, un libro que oscila entre lo filosófico y lo ético, y sobre todo se centra en el eterno problema ontológico entre el bien y el mal.

La pensadora española queda fascinada de que el héroe de este relato es un hombre normal y disecciona lo paciente e impaciente que puede ser, ante todo lo que le sucede. Job pierde de un día a otro todas sus riquezas y vestimentas; la piel se le pega a los huesos y ella trata de desentrañar ¿Cuál es el sentido de vida para Job?

La sabia intelectual llega a la conclusión de que Dios le da una lección defensiva, del paso del caos al orden, de las tinieblas a la luz y finalmente a la escala del propio ser que se transforma hasta conocer profundamente el dolor a flor de piel.

Para Zambrano, Job es un drama de la voluntad, donde un hombre común y corriente ha de probar el orden perfecto de las dignidades divinas: bondad, sabiduría, poder, gloria, justicia y voluntad.

Al ser espejo de la voluntad de Dios no puede darse el lujo de flaquear, debe de salir avante frente a todos los reveses que le tocan vivir. Él fluctuará entre la luz y la oscuridad, el conocimiento y la ignorancia.

Resalta en que Job se transformará en su propio dialogante y escucha; sujeto y objeto a un mismo tiempo.

Para María Zambrano el Libro de Job es un libro de sabiduría, de revelación, ésta última en tres sentidos: la del Dios Omnipotente y hacedor, el señor del hombre y la revelación del hombre. En suma, Job un hombre simple que no era rey, ni sacerdote, ni héroe, es un exiliado de Dios y forma parte del Reino de los Bienaventurados que saben sobreponerse a su soledad y desdicha.

 

 

 

 

 

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