(JTA) — La administración de Trump congeló 25 millones de dólares en fondos para hospitales palestinos en el este de Jerusalén.
La decisión de suspender los fondos para la Red de Hospitales de Jerusalén Oriental, compuesta por seis hospitales, ocurrió el sábado, una semana después de que EE.UU. anunciara que suspendería todos los fondos para la UNRWA, la agencia que ayuda a los refugiados palestinos. Una semana antes de eso, la administración de Trump dijo que Estados Unidos recortaría más de $ 200 millones para ayuda humanitaria y de desarrollo en Cisjordania y Gaza.
El presidente Donald Trump a principios de este año solicitó una revisión de toda la ayuda de EE.UU. a los palestinos, amenazando con cortar la ayuda a menos que la Autoridad Palestina acordara entablar negociaciones de paz serias con Israel.
También puede interesarte
La Autoridad Palestina ha molestado a Trump al negarse a trabajar con su administración en el desarrollo de un plan de paz. Los palestinos se alejaron de las conversaciones en diciembre después de que Trump reconoció a Jerusalén como la capital de Israel.
“Como resultado de esa revisión, bajo la dirección del Presidente, redirigiremos aproximadamente 25 millones de dólares originalmente planeados para la Red del Hospital de Jerusalén Oriental”, dijo a Reuters un funcionario del Departamento de Estado. “Esos fondos se destinarán a proyectos de alta prioridad en otros lugares”.
Varios de los hospitales son administrados por iglesias y tienen vínculos con hospitales israelíes en Jerusalén
“Esta escalada estadounidense peligrosa e injustificada ha cruzado todas las líneas rojas y se considera una agresión directa contra el pueblo palestino, incluido el aspecto humanitario, ya que amenaza la vida de miles de pacientes palestinos y sus familias, y podría afectar el futuro y los medios de subsistencia de miles de empleados de estos hospitales”, dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores de la Autoridad Palestina en un comunicado.
Según reportes, los funcionarios de seguridad israelíes están preocupados de que la retirada de tanta ayuda a los palestinos pueda dañar la seguridad de Israel, en parte al fomentar una gran crisis humanitaria y un colapso en Gaza.
Se prevé que altos funcionarios israelíes asistan a una conferencia de donantes de la UNRWA a fines de septiembre en Nueva York, donde pedirán el establecimiento de un canal paralelo para la ayuda extranjera a Gaza, incluida la ayuda alimentaria, la operación de la UNRWA y los sueldos de los 30,000 empleados de la agencia, según a Haaretz.
