Enlace Judío México e Israel.- El Primer Ministro Lofven alega “responsabilidad moral” para combatir a los Demócratas de Suecia, que tiene raíces neonazis, después de que acabaran en tercer lugar con casi el 18% de los votos
PIETRO DECRISTOFARO y JAN M. OLSEN
Los votantes dieron al partido gobernante de Suecia el peor resultado electoral de su historia el domingo y ofrecieron un ascenso paralelo a un partido de extrema derecha con raíces de supremacía blanca, dejando el perfil ideológico del próximo gobierno escandinavo en el país incierto.
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Después de una campaña dominada por debates sobre inmigración, el Partido Social Demócrata de centroizquierda emergió con la mayor parte de los votos, 28.4 por ciento cuando el recuento se acercaba a su finalización, pero con menos escaños en el parlamento y su mandato para gobernar cuestionado.
El potencial de una reacción negativa de la inmigración que resultó en un gran impulso a los demócratas suecos de extrema derecha inspiró temor entre muchos suecos antes de las elecciones. Recibieron algo más de uno de cada seis votos, o el 17.6 por ciento. Su aparición no fue tan fuerte como habían predicho las encuestas de uno de cada cinco, pero es un buen tercer puesto que hizo que el líder del partido dijera a sus seguidores: “Ganamos“.
El primer ministro Stefan Lofven, quien llevó a los socialdemócratas al poder en 2014, dijo que tenía la intención de permanecer en el puesto. El líder del partido Moderates que quedó en segundo lugar, Ulf Kristersson, ya había pedido a Lofven que renunciara y reclamó el derecho de formar el próximo gobierno de Suecia.
En tono sombrío y firme, Lofven dijo a sus seguidores que la elección presentaba “una situación que todos los partidos responsables deben enfrentar” y agregó que “un partido con raíces en el nazismo” nunca “ofrecería nada responsable, sino odio“.
“Tenemos una responsabilidad moral. Debemos reunir todas las buenas fuerzas. No lloraremos, nos organizaremos“, dijo.
Los resultados finales de las elecciones se esperaban para más adelante en la semana. Los resultados preliminares hacían poco probable que un partido asegurara una mayoría de 175 escaños de los 349 escaños en el Riksdag, el parlamento sueco. Podría llevar semanas o meses de conversaciones de coalición antes de que se forme el próximo gobierno.
Tanto el bloque de izquierda liderado por los socialdemócratas como el bloque de centroderecha en el que los moderados son el mayor de los cuatro partidos han dicho que se negaban a considerar a los demócratas suecos como un socio de coalición.
Suecia, hogar de los premios Nobel y militarmente neutral durante la mayor parte de dos siglos, se ha conocido por sus puertas comparativamente abiertas a los migrantes y refugiados. Las elecciones generales del domingo fueron las primeras desde que el país de 10 millones se llevó un récord de 163,000 refugiados en 2015 mientras la migración masiva a Europa aumentaba drásticamente.
Eventualmente, Lofven dijo que Suecia ya no podía hacer frente a la afluencia y las leyes de inmigración se endurecieron.
Al igual que otros partidos de extrema derecha en Europa, los Demócratas de Suecia trabajaron para suavizar su imagen neonazi en el período previo a las elecciones. El símbolo del partido cambió de un lanzallamas a una flor. Los miembros conocidos por hacer declaraciones a favor del Tercer Reich fueron expulsados.
Hizo su primera marca en la política con escaños de concejos municipales en 2006, y desde entonces ayudó lentamente a revisar las normas sociales aceptadas desde hace mucho tiempo para lo que los suecos podrían decir abiertamente sobre los extranjeros y la integración sin ser considerados racistas.
En la víspera de las elecciones demócratas suecas el sábado, el líder del partido, Jimmie Akesson, criticó al gobierno de Lofven por “priorizar” las necesidades de los nuevos inmigrantes a las de los ciudadanos suecos.
Akesson se puso jubiloso cuando se dirigió a sus seguidores un día después, declarando que los previsibles 14 escaños que los socialdemócratas obtuvieron eran una victoria que otros partidos no podrían ignorar en las negociaciones de coalición.
“Este partido ha crecido y ha hecho las mayores ganancias. Todo tiene que ver con nosotros“, dijo Akesson. “Estoy listo para hablar con otros“
La participación en las elecciones fue reportada en 84.4 por ciento, en comparación con 83 por ciento en 2014.
Fuente: The Times of Israel – Traducción: Silvia Schnessel – Reproducción autorizada con la mención: ©EnlaceJudíoMéxico
