Enlace Judío México e Israel.- La Judería de Jerez (Andalucía, España) destaca como una de las juderías más relevantes de Andalucía, junto con la de Sevilla y Córdoba. Fue un barrio anejo a la collación de San Dionisio y al barrio intramuro del Algarve. Al interior del barrio hebreo se accedía por una puerta llamada de la Judería.

La judería se encontraba delimitada entre la Puerta de Sevilla y la Puerta Real, estando incluidas las actuales calles de Tornería, calle Judería, calle Eguilaz, calle San Cristóbal, calle Álvar López, calle Cuatro Juanes, Plaza del Banco y Plaza del Progreso.

Posteriormente, cerca del muro que unía la Puerta de Sevilla y la Puerta Real, en el actual barrio de San Pedro, se creó el fonsario o cementerio judío.

Un poco de historia

Jerez de la Frontera es una ciudad situada en el sur de España, a mitad de camino entre Sevilla y Gibraltar y a sólo 11 kilómetros de la Bahía de Cádiz. Con una población superior a los doscientos mil habitantes, es cabecera de una amplia comarca agrícola poblada de viñedos, que se extiende entre los ríos Guadalquivir y Guadalete hasta sus desembocaduras en el océano Atlántico. Ciudad internacionalmente conocida, entre otras cosas, por sus afamados vinos y sus importantes ganaderías de caballos de pura raza española.

Los orígenes de la ciudad de Jerez se pierden en la noche de los tiempos. Fenicios, griegos, cartagineses, romanos, visigodos, árabes y judíos dejaron su huella y su cultura en estas tierras. Importantes yacimientos arqueológicos como los de Mesas de Asta, Gibalbín, Doña Blanca o Alcántara así lo atestiguan. Si bien sus orígenes como ciudad en el lugar que hoy ocupa hay que datarlos en la época islámica, sobre todo en el período almohade, que es cuando se construye su extensa muralla defensiva y su Alcázar, alcanzando entonces gran importancia económica, cultural y estratégica..

Hasta estos momentos no se ha encontrado ningún documento que pruebe la existencia de una aljama judía en la ciudad almohade (siglos XI al XIII), y es muy posible que no la hubiera, dado el carácter fundamentalista de esta civilización islámica, tras de cuya invasión la población mozárabe de Jerez tuvo que convertirse al Islam o bien abandonar la ciudad, entre ellos su Obispo y sus clérigos que hubieron de huir y refugiarse en Toledo.

En mayo de 1264 la población mudéjar se rebela contra el Rey Alfonso X, y da muerte a toda la guarnición que custodiaba el Alcázar. La reacción del monarca no se hizo esperar. Poco tiempo después marcha con sus tropas hacia Jerez poniéndole cerco. Así, el 9 de octubre de ese mismo año entra con sus tropas por la puerta llamada de Rota, mientras por la del Real toda la población musulmana parte camino de su exilio hacia Tarifa o el norte de África, llevando solamente lo que pudieran cargar en sus asnos o mulos. De esta manera concluyen cinco siglos de dominación musulmana en estas tierras. A partir de ese momento la ciudad que fuera Sheris Sadunia queda en “frontera” y habitada sólo por una guarnición militar, así como unas escasas familias musulmanas que habían sido leales al Rey cristiano.

Dos años más tarde la ciudad sería repoblada por más de un millar de familias procedentes principalmente de los reinos de Castilla, Navarra y León, también vinieron medio centenar de ellas del sur de Portugal, constituyendo estas el llamado barrio del Algarbe. A todas se les dan casas más o menos buenas en función de los servicios prestados a la corona.

En esta repoblación también llegaron a Jerez 90 familias de origen y religión judíos procedentes en su mayoría de Castilla así como de otras poblaciones andaluzas, las cuales se establecen en el interior del ángulo nordeste de la muralla, donde ocuparon casas y solares antes propiedad de los musulmanes. La mayoría eran artesanos y comerciantes. El Libro del repartimiento cita incluso algunos oficios, así vemos que hay un alfayate o sastre, un alamín o maestro de tejedores, un labrador y un carnicero entre otros. Este es un tema perfectamente documentado gracias a la existencia en los archivos municipales de la ciudad del anteriormente citado Libro del repartimiento, en el cual constan los nombres de todos y cada uno de los nuevos pobladores y la casa o el solar que les son adjudicados. Ello quiere decir que también están registrados los cabezas de familia judíos que en ese año de 1266 se asentaron en Jerez, así como la casa que les correspondió. En dicho manuscrito podemos leer que el reparto de inmuebles en la Judería fue de la siguiente manera: 7 casas buenas, 23 casas medianas, 77 casas pequeñas, 7 solares, 14 corrales y almacenes, 2 bodegas y 2 establos. Además se les entregó algunos edificios para uso común con destino a sinagoga, alhóndiga y casa de la merced donde dar albergue a judíos en tránsito o rescatados de la esclavitud.

La judería
Zona de la Judería delimitada por la calle Larga, Tornería y la Plaza del Banco

La judería jerezana fue durante el siglo XIII una comunidad de proporciones medianas, similar a las de Niebla, Écija o Baeza, sin que pudiera compararse en ese siglo con las de Sevilla o Córdoba. Pero la misma fue creciendo y se calcula que la Judería jerezana pudo albergar en el siglo siguiente hasta tres mil habitantes, ocupando una superficie de tres hectáreas. Por ello sus calles serían estrechas y abigarradas por las que no podrían cruzarse dos mulos cargados. Casas con su taller, tienda o comercio y habitaciones para la familia, así como un pequeño corral en su parte trasera donde criar gallinas, palomas o pollos para consumo familiar.

Muchos de los habitantes de la aljama trabajarían fuera de ésta en distintos oficios, entre ellos se contaban los almoxarifes del Rey, encargados de recaudar los tributos. Todos ellos volverían a sus casas al caer la tarde, pues por la noche las puertas de la Judería eran cerradas hasta el amanecer. Como detalle curioso, la historia cita a varios judíos de profesión labrador, algo poco común, y es que en la zona de extramuros donde hoy se alza el barrio de San Pedro, además del cementerio o fonsario hebreo, había una buena extensión de tierra calma propiedad de algunos de ellos. La Judería por tanto debió de ser una ciudad autónoma en el interior de la propia ciudad de Jerez.

Al parecer los judíos jerezanos eran, salvo alguna excepción, gente de clase modesta, ello se desprende del importe de sus impuestos con que contribuían a la Corona. Así por ejemplo, en determinados períodos Sevilla contribuía con algo más de cien mil maravedíes anuales; sin embargo, los judíos jerezanos con la mitad de población lo hacían sólo con cinco mil.

Poseyó la Judería de Jerez dos sinagogas, cuyos emplazamientos están perfectamente localizados, además de una alhóndiga y una madrasa anexa a una de las antes citadas sinagogas. Todavía a principios del siglo XIX podemos leer en el callejero local nombres como “Plaza de la Sinagoga” o “Calle de la Sinagoga”. Aún se conserva el nombre de Judería en una calle en la que existe un centro comercial y de eventos emplazado justo sobre lo que en otro tiempo fuera una de las citadas sinagogas. La otra, que estuvo situada a la mediación de la actualmente calle Álvar López, cuentan las crónicas, se hundió arruinada en 1479 y ya no se volvió a reconstruir.

Para terminar diremos que, en el año 1483 llega a Jerez una orden para que todos los judíos salieran del territorio del Arzobispado de Sevilla al que pertenecía Jerez. Desde ese momento algunos judíos comenzaron a vender sus bienes por menos de la mitad de su valor. Para evitarlo, el Corregidor dio una orden prohibiendo a todo cristiano comprar ninguna propiedad a los judíos, con penas de azotes y cárcel al que lo hiciera. De esta manera se evitó que aquella pobre gente malvendiera sus pertenencias. Además el Ayuntamiento eleva un escrito al Rey exponiéndole el quebranto económico que supondría para la ciudad el cumplimiento de la orden de expulsión. El rey accede y da una prórroga de seis meses, cosa que no se cumplió y los judíos siguieron en Jerez hasta su destierro definitivo en 1492.

Actualmente la antigua Judería jerezana ocupa uno de los lugares más céntricos de la ciudad y, aunque no queda ni un solo vestigio de su pasado, conserva en parte su viejo trazado de calles estrechas y trazado irregular. Quizás algún día lleguemos a conocer los secretos que toda esa zona del corazón de la ciudad guarda bajo una tierra que, a lo largo de los últimos diez siglos, ha visto pasar sobre ella a tres civilizaciones.

La judería de Jerez en la actualidad

En el Jerez actual apenas queda el reflejo del nombre asignado a algunas de sus calles y la geografía urbana, donde se puede identificar el lugar que ocupaba la judería.

Calle Judería. Jeréz de la Frontera

– Calle Judería. Lleva este nombre por constituir con otras calles el barrio dado a los judíos en 1264 por Alfonso X el Sabio. En él había dos sinagogas, un hospital y una alhóndiga; la última sinagoga se desplomó en 1479, día 13 de febrero. A una parte de esta calle se le ha llamado también Muladar de Carballo, y calle de la Sinagoga; es la plazoleta formada detrás de la Tornería. La otra sinagoga estaba donde hoy el Colegio del Santo Ángel, calles de Alvar López, San Cristóbal y Tornería. Es evidente que no tenía el actual perímetro del Colegio; sino sólo lo que ocupa la casa principal, calle Tornería o poco más.

Calle Honsario. Jeréz de la Frontera

– Calle Honsario. Recibe este nombre a causa de formar parte del antiguo Fonsario de los judíos, concedido después de la Reconquista a la Aljama respectiva de la ciudad por Alfonso X. Dicho enterramiento comprendía el terreno entonces despoblado desde San Francisco a Sto. Domingo, con dirección a la Carrera de Arcos. De dicho fonsario hizo donación la ciudad en 1469 a Martín de Vera, hijo de Pedro de Vera, el célebre conquistador y Gobernador de las Canarias. La construcción de casas por estos lares empezó en 1395 y continuó en 1460, celebrado ante Juan de Torres, se manda sacar a çienso e tributo los solares de la parte cerca del fonsario de los judíos para edificar en ellos.

Calle Arcos. Jeréz de la Frontera

– Calle Arcos. La construcción de casas en la Calle Arcos consta empezó por los años 1391 a 1395. Se comprueba en la escritura publicada en la colección “Nuevas memorias judiegas” (El Guadalete, folletines, 1892), otorgada por la Aljama de los judíos de Xerez a favor de los frailes dominicos de la ciudad, en que les venden aquéllos el fonsario en que se enterraban los judíos que es entre la Puerta del Real a la Puerta de Sevilla, en linde con el valladar de los cambrones de la huerta de la dicha Orden, o con el camino que sale de la Villa e va a Arcos e con la caba (foso) que está cerca del muro de la Villa (calles hoy de Bizcocheros, Honsario, Arcos, Honda, Naranjas e intermedias) o sea el perímetro limitado por las de Bizcocheros (valladar de la Huerta), camino de Arcos (calle de Arcos), calle de Fonsario (hoy Honsario) y caba cerca del muro y arroyo que sale de dicha caba (hoy calle Honda) y su prolongación a la Puerta de Sevilla.

Fuentes:
https://antoniomariscaltrujillo.blogspot.com.es/…/la-antigua…
https://es.wikipedia.org/…/Juder%C3%ADa_de_Jerez_de_la_Fron…
https://jerezpatrimoniodestruido.blogspot.com.es/…/denuncia-…

Con especial agradecimiento a Chelo B. Andreu