Enlace Judío México e Israel – A un año del sismo que azotó a la Ciudad de México el 19 de septiembre de 2017, Enlace Judío realizó un entrevista por WhatsApp con el rescatista de las FDI, Yehuda Antebi en la que el ingeniero civil resume la labor de la delegación israelí en las zonas desastre y recuerda con cariño el fuerte vínculo creado con el pueblo mexicano y la comunidad judía de México en los momentos de crisis.

Yehuda recuerda cómo en la víspera de Rosh Hashaná recibió una breve llamada telefónica de su comandante diciéndole que había ocurrido un sismo en México y tenía unos minutos para salir de su casa y unirse a la delegación de especialistas en búsqueda y rescate de las FDI.

“Le avisé a toda la familia que no asistiré a la cena de Rosh Hashaná, pues todos se preparaban y ya estábamos invitados. Todos me felicitaron. Mi esposa me motivó y me aseguró que todo estará bien con ella y mis tres hijos, que vaya y no piense en ellos”, dice. “Nos reunimos todos en la base , preparamos todo el equipo y al cabo de unas horas abordamos el avión rumbo a México”.

¿Qué viste cuando llegaron a México?

“Bueno, antes que nada, el vuelo duró más de 20 horas, durante las cuales recibimos explicaciones de lo que había sucedido y dónde se requería nuestra ayuda. Llegamos a la Ciudad de México y en media hora salimos a las zonas de desastre. Vimos estructuras en muy mal estado. Llegamos con todas nuestras herramientas y medios para identificar a los atrapados. Nos dividimos en grupos, cada uno salió a distintas zonas y comenzamos a ayudar donde se requería”.

Antebi destaca la experiencia de la delegación israelí, reservistas que trabajan en profesiones relacionadas con la construcción y se entrenan constantemente para aplicar todo lo que aprenden en zonas de desastre.

¿Cómo reaccionó la gente alrededor?

“Al principio nadie nos conocía. Cuando llegamos ya estaban todos ocupados en las labores de rescate. Nosotros nos unimos y ayudamos con nuestro equipo. Comenzamos a trabajar con los mexicanos y las demás delegaciones internacionales y creo que tuvimos buenos resultados”.

“Trabajamos con el corazón, dimos lo mejor de nosotros mismos para tratar de ayudar al máximo y realmente rescatar a la gente que quedó atrapada bajo los escombros”.

¿Lograron rescatar a gente con vida?

“Desafortunadamente no rescatamos a gente con vida. Ya todos habían muerto bajo los escombros”.

Pero al principio lograron rescatar a un hombre en el primer edificio al que llegaron, ¿no es así?

“Sí, pero estaba muerto. Probablemente falleció durante el sismo al quedar atrapado. Buscamos pensando que la gente sigue con vida. Pero cuando encontramos un cuerpo atrapado como en este caso, realizamos actividades de rescate”.

“Sacamos el cuerpo de los escombros mientras su familia esperaba. Para la familia esto es muy importante. Para nosotros el respeto por la vida y por el muerto es muy importante también”.

¿Cómo lo encontraron?

“Teníamos indicaciones de su ubicación. De acuerdo a los datos que recibimos, buscamos en el edificio para localizar el lugar específico y ahí lo encontramos”.

¿Se establecieron vínculos con la comunidad judía y la gente alrededor?

“¡Claro que se establecieron vínculos… y muchos!”

“Todo el contacto con la comunidad judía fue maravilloso. Nos encontramos con la comunidad desde el primer momento cuando llegamos al CDI. Nos atendieron, nos ofrecieron comida y líquidos a pesar de que ya habíamos comido y queríamos salir a trabajar”.

“Nos reunimos en la entrada y el rabino nos bendijo, tocó el shofar y comenzamos a trabajar. Durante toda nuestra estancia, la comunidad nos apoyó de manera excepcional. No nos dejó ni un momento. Nos dio todo lo que quisimos, todo lo que nos vino a la mente. Se preocupó de todo lo de alrededor. Nuestra cabeza estaba limpia para dedicarnos sólo a nuestras labores de rescate”.

“Generalmente, cuando llegamos a este tipo de lugares, tenemos que preocuparnos por nosotros mismos. No podemos depender de nadie. Nosotros vamos para ayudar. En cada lugar requieren de nuestra ayuda. En su situación, los demás no pueden ayudarnos”.

“Aquí realmente nos sorprendimos. Llegamos a una comunidad que nos apoyó y nos ayudó en todas las cosas alrededor para poder concentrarnos en nuestra misión y dedicarnos a lo que sabemos hacer de la mejor manera”.

Antebi habla de una gran colaboración con el gobierno mexicano y las autoridades del ejército que en su opinión es parte del éxito obtenido.

Él es ingeniero de rescate en la unidad de búsqueda y rescate que forma parte del Mando del Frente Doméstico de las FDI.

“En nuestra unidad hay médicos, ingenieros, rescatistas y comandantes. Cada uno aporta lo suyo y la unión de todos es lo que lleva al éxito. Todos trabajamos en equipo para un objetivo común”, dice.

“Si miramos en retrospectiva, este fue un incidente que nos acompañará toda la vida. No es algo que podemos olvidar. Fue un evento muy intenso y poderoso tanto por nuestra labor como por el calor de la comunidad judía que nos acompaña todo este tiempo y en especial en estos días de Rosh Hashaná”.

¿Ustedes hablan de esto?

“Sí, ya tenemos dos semanas hablando de lo mismo. Sólo aquellos que participaron en la delegación pueden comprender lo que vivimos. Para nosotros es importante hablarlo con amigos e incluso seguimos en contacto con gente de México”.

Para finalizar, Antebi desea a la comunidad judía un Shaná Tová, expresa el deseo de encontrarse con el pueblo de México en alegrías e invita al público a visitar Israel.

“Sigan siendo lo que son: una comunidad amorosa y apoyadora. Sepan que siempre pensamos en ustedes”, concluye.

Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico