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Año: Nació en 1916.

Se casó a los 39 años de edad. Tuvo primero a Lot, luego a Milcá y a los 42 años tuvo a Saraí. Murió a los 82 años

Título: Hermano de Abraham, Padre de Sara y Lot. Era Mago

Aprendizaje aplicado a la actualidad.

Harán fue testigo de los descubrimientos monoteístas de Abraham, más nunca logró tener la misma claridad y por lo tanto tampoco la misma devoción; se encontraba viviendo entre 2 polaridades: debería unirse a su hermano en su creencia de que Hashem es el Rey del mundo o seguir siendo devoto al Rey Nimrod. Llegó el momento que tiene que aferrarse a una sola creencia. Al ver que Abraham sale vivo de la hoguera; Harán decide que le conviene creer en Hashem, pero trágicamente, cuando es echado a la hoguera no sobrevive; a él no le sucedió el milagro, ya que ese acto considerado de valentía no fue un sacrificio real. Harán no tenía todavía la certeza que Hashem existe, pero sí de que sería salvado. Su muerte verificó que la salvación de Abraham fue puramente milagrosa y no un acto de su propia magia, a la gente no le quedó otra opción que atribuirle la salvación de Abraham a Hashem, quien tenía una fe inquebrantable. Toda la creación entra al arca en parejas. Dentro del arca la familia se une trabajando con un mismo fin, el de conservar las especies, uniéndose así, espiritual y emocionalmente.

¿Qué puedo hacer yo?

Aprendemos de Harán la importancia de tener claridad en nuestras creencias e ideales; estas son la base de nuestra vida, de nuestra manera de pensar, de actuar y de tomar decisiones. Creemos que algo tan obvio como el creer en    D-os ya está arraigado a nuestro ser, pero siempre vale la pena redescubrir a Hashem cada día, y que no sea meramente un introyecto. Descubrir a Hashem en cada rincón, en Su maravillosa creación y aun en mí mismo, así como en los demás seres humanos.

¿Sabías qué?

Sus descendientes sí lograron tener una gran conexión con Hashem, como Rachel , Leah y David Hametej.

 

 

 

Fuente: codigos personales 40